ALCA: Traje a medida se prueba en Miami

La VIII Conferencia Ministerial del ALCA se instaló este jueves en Miami para discutir la viabilidad de un pacto comercial hemisférico que propone un traje único para los países, pero con libertad para vestirlo a la conveniencia de cada uno.

”Lo que tenemos que decidir aquí es si somos serios o no”, dijo el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick, en la apertura del encuentro para tratar el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio de las Américas), este jueves y el viernes en la sudoriental ciudad estadounidense de Miami.

Los principales representantes comerciales de gobiernos de 34 países del continente americano -todos, menos Cuba- se sentaron finalmente en círculo en una reunión considerada decisiva para encarrilar el proceso del ALCA, iniciado en 1994 en la Cumbre de las Américas.

Tras meses de desacuerdos en subsidios agrícolas, compras gubernamentales, inversiones y derechos de propiedad intelectual, Brasil y Estados Unidos redactaron un nuevo plan básico, en el que los países tendrán libertad para escoger nuevas obligaciones de apertura y podrán negociar pactos plurilaterales en el marco general del ALCA.

”Lograr el ALCA será un hecho histórico similar al de la democratización de Europa oriental” cuya resonancia en la política internacional se inició después de la caída del Muro de Berlín en 1989, cuando contribuyó al proceso de unificación de Alemania, dijo Zoellick.

El canciller brasileño Celso Amorim, que copreside junto a Zoellick el proceso de negociaciones, dejó entrever que la seriedad de los avances logrados hasta ahora no está en duda.

”Lo que es posible lograr, es de por sí bastante ambicioso”, remarcó.. ”Y yo llamo ambición al equilibrio, a la flexibilidad y al realismo”.

Equilibrio, según Amorim, implica que los pesos estén repartidos según las capacidades de cada país, de modo que no se produzca un colapso indeseado.

La mención alude a la crisis que vivió Bolivia en octubre, por la insistencia gubernamental en poner en marcha un plan de venta de gas natural sin contar con consenso político ni social. A fines de octubre, una movilización popular forzó la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

Como incómodo recordatorio para los gobernantes, el ex presidente reside ahora en Miami, adonde huyó tras renunciar.

Por otro lado, la flexibilidad que abandera la estrategia brasileña fue explicada por Amorim como la necesidad de permitir que cada miembro del pacto ”escoja los platos que está dispuesto a compartir, disfrutar sus beneficios y pagar la cuenta”.

Y, finalmente, realismo es apenas tener ”conciencia de que vivimos en un mundo asimétrico”, apuntó el canciller.

Una asimetría que, mal calibrada, podría poner en riesgo la estabilidad democrática, ”tan importante para la transparencia y las reglas del juego claras que hoy día demandan las relaciones comerciales internacionales”, concluyó.

Siguieron en el orden del día las palabras de los miembros de la Comisión Tripartita que asesora el proceso: el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Enrique Iglesias, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, y la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Alicia Bárcena.

La ”tardanza en la reactivación de la economía mundial” se debe ”al retraso de procesos como el ALCA”, según Bárcena.

A pesar de que América Latina siguió una política más o menos ortodoxa de desregulación, su crecimiento después de la crisis de la deuda externa en los años 80 fue apenas la mitad de la registrada en décadas anteriores a la aplicación de las reformas de libre mercado, sostuvo Bárcena.

Los avances importantes en la apertura de mercados no pueden ocultar que en 2002 había 221 millones de pobres en la región y que 7 de cada 10 empleos nuevos fueron creados en el sector informal, abundó.

Iglesias calificó el proceso del ALCA como ”una ventana de oportunidad” pues, aunque lentamente, los capitales están regresando a la región.

”Estamos en un proceso que de continuar dará paso a un período favorable para la región”, aseguró optimista el presidente del BID.

”Pero debemos tener en cuenta que esto es más importante que un tratado”, resaltó. Lo que se acuerde entre este jueves y el viernes tendrá un efecto decisivo en el panorama económico, político y social de América Latina en los años por venir, según Iglesias.

El ALCA será algo más que la reducción de aranceles y la aplicación de regulaciones comerciales. Su onda expansiva afectará la macro y la microeconomía de la región.

”Estamos hablando de que, en términos generales, los fundamentos de la economía de los países se resentirán, esperamos que positivamente, pero sin esos fundamentos afinados no se podrá navegar por estas aguas”, dijo Iglesias a IPS.

”En el aspecto microeconómico obviamente habrá cambios: en la competitividad, en los ajustes de infraestructura y de base tecnológica, y una adaptación del clima de negocios”, sostuvo.

”Pero sobre todo hay que tomar en cuenta que se crearán nuevos frentes sociales, con sus ganadores y perdedores”, añadió.

Mientras Iglesias hablaba en el hotel Intercontinental, afuera, en el centro de la ciudad, la atmósfera era de estado de sitio, con extremas medidas de seguridad, comunes en estas reuniones desde los disturbios ocurridos en 1999 en la conferencia de la Organización Mundial del Comercio en Seattle.

Poco después, la policía dispersó con golpes de bastones y gas pimienta a un millar de manifestantes que desde tempranas horas se concentraban en los alrededores. La acción fue tomada cuando un pequeño grupo intentó derribar una de las barricadas policiales.

Unos 10.000 manifestantes contrarios al ALCA participaron de una marcha pacífica organizada por sindicatos.

Los sindicalistas insisten en que, pese a las promesas del ALCA de nuevos puestos de trabajo, la experiencia de la apertura comercial de países como México fue la destrucción del empleo de industrias consideradas no competitivas, exponiendo a millones a condiciones de subsistencia precarias.

”El BID apoyará las medidas necesarias para compensar y habilitar a los perdedores, especialmente en el sector agrícola, que sigue siendo uno de los más frágiles”, dijo Iglesias.

Gaviria, de la OEA, mostró preocupación por la proliferación de acuerdos bilaterales que permite el nuevo borrador del ALCA, pues deja ”por fuera a muchos países y previene el sano intercambio entre los países en desarrollo”.

”Nadie ha podido en América Latina proponer otra idea distinta a la de que el comercio y la inversión son los fundamentos para el crecimiento económico”, dijo Gaviria.

”Claro que no se puede dar la espalda a la necesidad de compensar los efectos sociales de las reformas que vendrán, pero esto no implica negar las reformas”, agregó.

Instalada la conferencia, los ministros iniciaron sus debates a puerta cerrada, que continuarán hasta este viernes cuando sea dado a conocer el texto definitivo de la Declaración Ministerial del ALCA.

No se esperan sorpresas. Sus términos fueron delineados en reuniones previas por los principales negociadores.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe