Al enviar 10.000 soldados como respaldo a la ocupación estadounidense de Iraq, Turquía procura asegurarse la desactivación de las milicias kurdas apostadas en el norte del país árabe, así como la seguridad de la minoría turcomana iraquí.
Pero Turquía afronta una fuerte oposición del público al aportar el segundo contingente militar extranjero en Iraq por su magnitud, luego del estadounidense y del británico.
La colaboración de Ankara tiene el fin declarado de cooperar con el mantenimiento de la paz en el país árabe ocupado, aunque también es atribuible a la intención de salvar la "alianza estratégica" con Washington.
El parlamento turco autorizó el despacho de tropas a Iraq el martes por 358 votos a 183. Los legisladores habían rechazado una propuesta anterior de apoyar con soldados la invasión militar encabezada por Estados Unidos y Gran Bretaña, iniciada el 20 de marzo y concluida oficialmente el 1 de mayo.
La autorización responde al temor de que mantenerse de nuevo al margen de las operaciones estadounidenses dañaría los intereses nacionales de Turquía.
Pero encuestas indican que 60 por ciento de los entrevistados se oponen al involucramiento de soldados turcos en el pantanal iraquí. Al mismo tiempo, se percibe rechazo dentro de Iraq a la presencia militar turca.
El gobierno del Partido Justicia y Desarrollo, de raíces islámicas, describió el envío de tropas como una contribución a la paz, la estabilidad y a la integridad territorial del país vecino.
Pero lo que subrevuela la decisión del parlamento es la certeza de que otra decisión contraria a los deseos de Estados Unidos dejará a Turquía sin voz en el Medio Oriente de la posguerra iraquí.
La votación se registró después de que Washington acordara asignar a Ankara un préstamo de 8.500 millones de dólares, si bien ambas partes aseguraron que el crédito no tenía vinculación alguna con el despacho de tropas.
En el proyecto elevado al parlamento, el gobierno enfatizó en el interés nacional y no en la persistente demanda estadounidense de apoyo militar.
Turquía debe impedir a toda costa el establecimiento de un estado kurdo independiente en el norte de Iraq que aliente la rebelión de sus propios kurdos, 20 por ciento de la población y mayoritarios en el sudeste, según Ankara.
En medios de prensa de Turquía circulan versiones según los cuales el aporte de tropas aseguraría la represión de Estados Unidos contra unos 5.000 guerrilleros kurdos ocultos en las montañas del norte de Iraq.
Funcionarios turcos habían manifestado temor de que Estados Unidos se aliaran con los kurdos de Iraq. Las milicias kurdas ayudaron a las tropas estadounidenses en el norte iraquí luego de que Turquía rechazó el pedido de abrir un frente septentrional contra el régimen de Saddam Hussein.
Los kurdos podrían esperar alguna recompensa de Washington, y eso es lo que Turquía pretende impedir. Un toque de alerta fue el arresto de una docena de soldados turcos en el norte de Iraq a comienzos del verano boreal por sospechar de que estaban realizando actividades "subversivas". Luego, fueron liberados.
El envío de tropas a asistir a Estados Unidos en la ocupación de una nación musulmana no fue una decisión fácil para el gobierno turco, dadas sus raíces islámicas. El turco será el tercer contingente militar en Iraq por su magnitud, detrás del estadounidense y del británico.
Turquía se propone también proteger a la minoría turcomana del dominio kurdo en la rica área petrolera de Kirkuk. Al mismo tiempo, algunos líderes kurdos en el norte de Iraq afirmaron que los soldados turcos no serán bienvenidos, y un grupo kurdo ya advirtió que no permitirá su paso por el norte de Iraq.
El gobierno turco ya envió varios equipos de observadores para analizar de qué modo serán recibidas sus tropas, y quiere allanar su camino enviando antes trabajadores de la salud, constructores para reparar mezquitas dañadas y hasta cantantes populares.
"Procuraremos que la ocupación acabe lo más pronto posible", dijo el canciller Abdulá Gul, quien asignó a los soldados turcos la misión de "proteger la integridad territorial y política de Iraq, impedir a los terroristas estar allí y hacer de éste un país que pueda usar sus propios recursos".
Los soldados turcos no se desplegarán en áreas kurdas del norte de Iraq y, por ahora, tendrán un plazo de permanencia en el país de un año.