Estados Unidos propuso a la Asamblea General de la ONU una declaración en favor de la equidad política entre géneros. Pero la moción contrasta con su falta de voluntad para ratificar el principal tratado internacional en la materia, aprobado hace 23 años.
El proyecto de resolución llama a las naciones a ”promover y proteger los derechos de las mujeres en igualdad con los hombres” y a combatir todas las formas de discriminación que impiden su participación plena en la política y en la sociedad.
Organizaciones femeninas advirtieron que Estados Unidos continúa siendo el único país industrial que no ratificó la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, aprobada en 1979 por la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
”Esta es una oportunidad de oro. Si el presidente George W. Bush chasquea los dedos, habría de inmediato 67 votos en el Senado para ratificando la convención”, afirmó la directora de la Organización para el Ambiente y el Desarrollo Femenino (WEDO), June Zeitlin.
”Así, habría realidad detrás de la retórica de respaldo a los derechos de las mujeres y credibilidad detrás de la presión de Estados Unidos sobre otros países para que respeten esos derechos”, sostuvo Zeitlin en un comunicado de prensa.
Para la activista, el objetivo de presentar una propuesta de declaración ante la Asamblea General de la ONU es ”cortejar a las mujeres de todo el mundo”, pero ”para que haya cambios reales, se debe ir más allá de la retórica y hacia la realidad”.
El Tratado define diversos actos de discriminación contra las mujeres y establece garantías nacionales e internacionales para la plena participación femenina dentro de las sociedades.
En cambio, las resoluciones de la Asamblea General de la ONU no son de cumplimiento obligatorio, ni siquiera para los países que votan a favor de ellas.
La convención ha sido ratificada por 174 países. Afganistán, gobernada hasta diciembre de 2001 por un régimen islámico que prohibía a las mujeres salir de sus hogares sin compañía de un familiar directo hombre, fue el número 171.
El Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense aprobó el tratado el año pasado, pero el plenario de la cámara alta, dominado por el gobernante Partido Republicano, nunca lo puso a consideración. La ratificación requiere el voto afirmativo de 67 de los 100 senadores.
La representante de Washington ante la Comisión de la ONU sobre la Condición de la Mujer, Ellen Sauerbrey, dijo a IPS que, si bien la convención incluye normas sobre participación política femenina, el proyecto presentado ante la Asamblea General constituye otro modo de destacar el asunto.
”Obviamente, el tratado no solucionó el problema. Hay firmantes de la convención que están entre los peores violadores de los derechos humanos de las mujeres”, afirmó.
De cualquier manera, un estudio de la Unión Interparlamentaria sobre proporción de mujeres en el Poder Legislativo ubica a Estados Unidos en el lugar 60 entre 125 evaluados.
Los tres primeros países de la lista son Suecia, Holanda y Dinamarca, todos ellos con más de 35 por ciento de los escaños ocupados por mujeres. ”En contraste, las mujeres son apenas 14 por ciento de los miembros del Congreso legislativo federal y 22 por ciento de las legislaturas de los estados”, dijo WEDO.
Pero Sauerbrey consideró que ”el problema de la participación política femenina es mucho más grave en las zonas subdesarrolladas del mundo. Las mujeres aún no pueden votar en algunos países, y en ninguno han logrado alcanzar una voz equitativa en el proceso político”.
La funcionaria atribuyó la iniciativa ante la Asamblea General a que ”un concepto tan caro y cercano para Estados Unidos” como la equidad política de género ”es causa de preocupación en muchas partes del mundo”.
”Presentamos esta propuesta como declaración del sentir de la comunidad internacional acerca de la participación política femenina”, agregó.
WEDO y otras 18 organizaciones indicaron este mes al embajador de Estados Unidos en la ONU, John Negroponte, que ”si se desean lograr cambios reales, las naciones deben ser llamadas a la responsabilidad a fin de que las mujeres tengan representación equitativa en todos los aspectos de la toma de decisiones”.
”La Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer ofrece no solo palabras, sino un mecanismo efectivo para tomar medidas hacia la equidad”, indicaron las organizaciones en una carta al diplomático.
Un comité de la Asamblea General analizará la propuesta estadounidense a fines de mes.
”La resolución apenas crea la ilusión de actividad estadounidense para fortalecer a las mujeres. Pero las acciones hablan más alto que las palabras. Queremos que Estados Unidos ratifique la convención”, dijo a IPS la activista Jennifer Jackman, de la Fundación Mayoría Feminista.
Sauerbrey acotó: ”Creo, realmente, que muchos (representantes de) países regresarán al cabo de la Asamblea General con esta resolución y la tomarán en serio.”