Policías españoles y franceses detuvieron este miércoles a 34 sospechosos de pertenecer o estar vinculados al grupo armado separatista vasco ETA, mientras el nacionalismo moderado insiste en su demanda de autodeterminación que llevaría a hacer del País Vasco un estado asociado a España.
El secretario de Estado de Seguridad de España, Ignacio Astarloa, informó de que la operación policial, directa "al corazón de la nueva estructura de ETA", se desarrolló en las comunidades autónomas españolas del País Vasco, Navarra y Aragón y en el sudoeste de Francia.
Al mismo tiempo, una delegación de los partidos nacionalistas moderados que gobiernan el País Vasco se pronunció en Bruselas en contra de la defensa de la actual Constitución española —que no contempla su reivindicación— que hiciera el jefe del poder ejecutivo español, José María Aznar.
Fuentes policiales españolas destacaron que ETA ha perdido fuerza operativa y que varios de los detenidos formaban parte de una estructura de apoyo, dedicada a buscar información sobre objetivos para los atentados y pasarla a la dirección del grupo terrorista, que consideran radicada en Francia.
Otros de los apresados en la redada eran responsables de captar nuevos militantes, añadieron los informantes.
Además, señalan que este operativo fue el mayor realizado contra el aparato de ETA y que esperan más resultados todavía, luego de que se analice el gran número de documentos secuestrados y se terminen los interrogatorios a los detenidos.
ETA (Patria Vasca y Libertad), Euskadi Ta Askatasuna, en idioma vascuence), surgió en los años 60 levantando la bandera de independencia y socialismo, cuando en España imperaba la dictadura del generalísimo Francisco Franco (1939-1975).
En los primeros años de la transición a la democracia (1976-1977) fueron amnistiados todos los militantes etarras que se encontraban encarcelados.
Una parte de ellos se integró a la sociedad, algunos pasaron a militar en partidos legales y otros resolvieron continuar hasta hoy con la lucha armada, pese a que en el País Vasco, como en el resto de España, existe un régimen democrático con plena libertad de expresión y respeto de los derechos humanos.
En los últimos años ese grupo terrorista sufrió varios golpes y la detención de numerosos activistas, a la vez que disminuyó notablemente el número de atentados y la eficacia mortal de los mismos.
El último atentado fue perpetrado el 14 de septiembre contra dos policías vascos, dependientes del gobierno autónomo de esa región, quienes fueron atacados con disparos de escopeta cuando acudieron en respuesta de un llamado denunciando un falso accidente automovilístico.
Uno de los policía murió dos días después y el otro quedó herido, mientras que la semana siguiente del hecho fueron detenidos los agresores.
Mientras, el nacionalismo moderado insiste en defender el derecho a la autodeterminación, impulsando el "Plan Ibarretxe", llamado así por haberlo planteado el miembro del moderado Partido Nacionalista Vasco y presidente del gobierno autónomo de esa región, Juan José Ibarretxe.
Al presentarlo el 25 de septiembre ante su parlamento, Ibarretxe señaló que "el pueblo vasco tiene derecho a decidir su propio futuro de conformidad con el derecho de autodeterminación de los pueblos, reconocido internacionalmente, entre otros, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales".
El rechazo a ese plan es total tanto desde el gobierno español del centroderechista Partido Popular como de la principal fuerza de oposición, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Aznar dijo este miércoles, refiriéndose a ese programa, que "nadie quebrantará las reglas ni la Constitución ni la democracia, y nadie va a quebrar a España".
Precisamente, el martes se reunieron los diputados de todos los partidos que hace 25 años redactaron la Constitución, aprobada entonces en el parlamento por consenso y que el 6 de diciembre de 1979 fuera promulgada, tras ser aprobada por la ciudadanía en un referéndum.
Los siete ponentes, llamados los "padres de la Constitución", dijeron que es posible modificarla, siempre que se respete el procedimiento que ésta establece para hacerlo y "con idéntico o mayor consenso que el que presidió su elaboración".
Esta vez, como 25 años atrás, el Partido Nacionalista Vasco se abstuvo. En aquella oportunidad propició esa postura en el referéndum y ahora ninguno de sus dirigentes o parlamentarios asistieron al acto conmemorativo.
Todas las demás instituciones y partidos políticos respaldaron sin fisuras la vigente Constitución, que permitió la organización de España en 17 comunidades autónomas, cada una de ellas con su gobierno y su parlamento.
Esas comunidades gozan de atribuciones propias de autogobierno superiores a los de otros estados federados en el mundo, con la excepción de Canadá que reconoce el derecho a la autodeterminación.
Aznar recibió ataques de los diputados del nacionalismo vasco en el Parlamento Europeo, José Urtuondo y José Mari Muñoa, quienes plantearon este miércoles ante los organismos de la Unión Europea con sede en Bruselas, que el Plan Ibarretxe "tiene perfecta cabida en la Constitución" española y que la oposición del jefe del ejecutivo carece de consistencia.
Para fortalecer su afirmación puntualizaron que el proyecto de Constitución europea "acoge diversos modelos político-institucionales" y recordaron que el acuerdo que llevó a la paz en Irlanda del Norte prevé la realización de un referéndum para determinar si ese territorio, actualmente bajo soberanía de Gran Bretaña, se incorpora o no a Irlanda.
Lo mismo, entienden, podría aplicarse al País Vasco, al que entienden abarca a las tres provincias que integran la comunidad autónoma con ese nombre, la comunidad de Navarra (que rechazó por referéndum integrarse al País Vasco) y tres departamentos franceses.