El informe de una agencia especializada de la ONU echó por tierra este jueves la creencia de que el comercio es el motor del crecimiento económico, un dogma consagrado en la última década.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) desechó en su estudio que el comercio internacional vaya a devolver la lozanía perdida por la economía mundial.
Todo lo contrario, será la recuperación de la demanda lo que elevará los indicadores de la producción y del ingreso, aseguró el secretario general de la Unctad, Rubens Ricúpero, en la presentación del Informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2003.
Sólo así, con un mejor comportamiento de esas variables podrá aumentar el comercio, insistió el jefe de esta agencia de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
La recuperación de la demanda mundial debe originarse en Europa, en Japón y en todos los países industrializados. Pero también en los países en desarrollo, que se encuentran ahora sometidos a políticas rigurosas de represión de la demanda a causa de sus problemas de balanza de pagos.
En este punto, el Informe de la Unctad analiza el enorme flujo financiero privado hacia los países en desarrollo en la década del 90, hasta 1996, cuando comenzaron a declinar.
Esos fondos permitieron afrontar a muchos países grandes desequilibrios, en el comercio deficitario, en el balance de cuenta corriente y en las balanzas de pagos. En esas condiciones, el comercio mundial crecía a tasas que duplicaban el incremento del producto.
Pero con el panorama actual es muy improbable que en el futuro inmediato se vuelvan a repetir los dos fenómenos, de una oferta sin igual de fondos y de un crecimiento pronunciado del comercio, comentó Ricupero.
La abundante oferta financiera del comienzo de los años 90 es uno de los orígenes de los problemas de balanza de pagos que ha marcado al mundo en desarrollo en los últimos años.
La línea divisoria entre países en desarrollo es su posición en esas cuentas externas, explicó el director de la división de estrategias de desarrollo y globalización de la Unctad, Heiner Flassbeck.
Por un lado se encuentran las naciones con una buena posición en balanza de pagos, porque han sido capaces de aplicar políticas anticíclicas, como ocurre en gran parte de Asia.
En cambio, los países que no han podido ejecutar esas políticas a causa de sus problemas de balanza de pagos se enfrentan con dificultades económicas serias, reflexionó el funcionario. En ese sentido, todavía esperamos una recuperación de América Latina, añadió.
Los expertos de la Unctad atribuyen responsabilidades en la situación de la economía mundial al sistema monetario y financiero, que no es saludable, afirmó Ricúpero. Ese sector de la economía internacional requiere atención urgente, insistió.
Ricúpero precisó que la Unctad es en la práctica la única organización que difiere del pensamiento convencional que se concentra en el sistema multilateral de comercio e ignora la necesidad de levantar lo que se ha denominado una nueva arquitectura monetaria y financiera.
El informe divulgado este jueves por la Unctad contiene también un diagnóstico de aspectos de la economía mundial.
Flassbeck citó, por ejemplo, que Argentina muestra algunos signos iniciales de recuperación a raíz de su distanciamiento de la economía mundial, de un tipo de cambio muy bajo y a disminuciones de la tasa de interés. La recuperación es lenta, pero parte de un nivel muy bajo, aclaró.
Los países de Asia experimentaron este año una fuerte recuperación en razón de que su situación macroeconómica y de balanza de pagos les permitió adoptar políticas monetarias y fiscales de mayor amplitud.
En el resto del mundo todos esperan un crecimiento que debe llegar proveniente de los países industrializados, de los grandes actores de la economía, agrega el estudio.
Las condiciones generales son muy parecidas a las que predominaban tres años atrás, con cierto grado de paralización o con una recuperación muy leve.
Estados Unidos pudo evitar la profunda recesión que se le vaticinaba y ha crecido más que otros países a causa de que ha explotado con habilidad su capacidad a corto plazo en las áreas monetaria y fiscal, para estimular la economía, describió Flassbeck.
Japón se debate contra la herencia de deflación y no ha podido salir de la depresión, en un cuadro empeorado ahora por la apreciación de su moneda, el yen, respecto del dólar.
En tanto, la Unión Europea atraviesa un periodo de parálisis sin una evidencia clara de que pueda abandonar esa situación a la brevedad. Muchas voces esperanzadas se escuchan en ese bloque, pero lo que se aprecia actualmente es una economía detenida, apuntó la Unctad.
La receta de la agencia de la ONU para la Unión Europea es una dosis mayor de demanda para forzar el crecimiento en el mundo y de esa manera alejar la parálisis y sostener la recuperación.
Un capítulo especial del informe observa que las perspectivas de crecimiento de América Latina se ven perjudicadas por el fenómeno de la desindustrialización prematura, que se evidencia en un contexto de eliminación de puestos de trabajo y de crecimiento lento.
