El ex presidente de Bolivia Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) advirtió el martes que “grandes peligros” amenazarán a este país si continúa la radicalización social, luego de su renuncia la semana pasada. El ex mandatario, que llegó a Washington después de dimitir presionado por una oleada de manifestaciones y enfrentamientos, dijo que con su renuncia “los problemas del país no han desaparecido” e instó a las partes a resolver sus diferencias por la vía legislativa y “encontrar una forma de debate que no sea a través de la calle”.