El nuevo gobierno de China dio un modesto paso hacia la reforma política al imponer al antes intocable Politburó del Partido Comunista la obligación de rendir cuentas por sus actos y aprobar algunas enmiendas constitucionales.
En un alejamiento de la antigua tradición de secreto en las decisiones de las máximas autoridades, el presidente Hu Jintao publicó de antemano el programa de la sesión anual del Comité Central del Partido, aunque el anuncio transmitido por la Televisión Central China y la Radio Nacional fue breve y escaso en detalles.
La reunión del Comité Central fue la primera que encabezó Hu desde que asumió la jefatura del Partido, el pasado marzo, junto con una nueva generación de gobernantes que anunció profundas reformas políticas, pero dentro del régimen de partido único.
Aunque la sesión celebrada del 11 al 14 no produjo grandes anuncios, algunos tímidos cambios en el funcionamiento del Politburó de 24 miembros confirmaron la intención de las nuevas autoridades de introducir normas de transparencia y responsabilidad dentro del partido.
El Politburó, el órgano más poderoso del Partido Comunista, sometió un informe sobre su actuación a consideración del Comité Central, de 356 miembros, con funciones de planificación política.
Este procedimiento está de acuerdo con las modificaciones promovidas por Hu Jintao en el estilo de trabajo del partido.
El Politburó también decidió eliminar este año la reunión anual en el oriental balneario de Beidaihe, a 300 kilómetros de la capital.
En ese balneario, tres generaciones de líderes se reunieron cada verano desde el gobierno de Mao Zedong (1949-1976), el fundador de la China comunista, para tomar decisiones en secreto.
Además de promover una imagen más populista y transparente del nuevo gobierno, Hu Jintao y su equipo ordenaron a la prensa estatal que dedique menos espacio a la cobertura de las ceremonias oficiales y más a temas sociales.
Todos estos cambios de estilo son forzados por la decadencia del apoyo popular al partido, opinó un miembro retirado del Partido Comunista. Pero hay otros problemas que los líderes nunca resuelven, agregó.
El plan de reforma de China no está cumplido aún, señaló la agencia oficial de noticias Xinhua el martes, y añadió que se debe acelerar la reestructuración del gobierno y sus funciones para cumplir con los requisitos de la Organización Mundial del Comercio, a la que China se integró en diciembre de 2001.
Algunos de los asuntos que trató el Comité Central fueron los obstáculos de China en la transición hacia una economía abierta, la reforma de las empresas estatales y la debilidad del sistema bancario.
También abordó la precaria situación del cinturón industrial en la nororiental prinvicia de Manchuria, donde millones de trabajadores perdieron sus trabajos en fábricas estatales que quebraron.
Los nuevos líderes tendrán muchas dificultades para alcanzar la meta de un ingreso de 3.000 dólares por habitante para 2020 si no solucionan estos profundos problemas estructurales que datan de la era de la economía planificada, según el diario en inglés The China Daily.
La sesión plenaria anual del Comité Central aprobó enmiendas a la Constitución de 1982, aunque no fueron revelados los detalles aún. Se especula que los cambios tienen que ver con los derechos de propiedad privada y la adopción de la teoría del ex presidente Jiang Zemin de los tres representantes.
Con esta teoría, Jiang abrió las puertas del Partido Comunista a las empresas privadas, afirmando que éste ya no sólo debe representar a campesinos y trabajadores, sino a los más avanzados elementos de la cultura y de la producción.
Las enmiendas constitucionales ahora serán analizadas en el Congreso Nacional del Pueblo, el parlamento chino, que casi sin excepción suscribe las decisiones del Partido en sus sesiones anuales de marzo.
Luego de los cambios introducidos a la Constitución del Partido Comunista el año pasado, cada vez más chinos quieren que esta transformación se realice a nivel nacional. Expertos legales sugirieron que la propiedad privada debería ser reconocida como inviolable.
La actual Constitución sólo considera inviolables los bienes del Estado, y señala que éste se encargará de salvaguardar los ingresos y pertenencias legales de los civiles.
Todas las enmiendas constitucionales en China han sido propuestas por el gobierno, nunca por la opinión pública. Además, hay precedentes de demoras de reformas constitucionales debido a cambios de gobierno.
Por ejemplo, el ex primer ministro Zhu Rongji fue elegido en la legislatura china de 1997, pero los cambios constitucionales para respaldar sus prometidas reformas económicas no fueron aprobados sino hasta 1999.
En cambio, Hu Jintao logró impulsar con rapidez estas nuevas reformas pese a la renuencia de los conservadores, que pedían revisiones mínimas para garantizar la estabilidad política y social del país.
No debemos revisar con frecuencia la Constitución, la ley básica del Estado, o perderemos estabilidad y autoridad, previno Cai Dinjian, miembro del Congreso.
El comunicado oficial del Comité Central, divulgado el martes por la noche, dejó entrever que se produjeron fuertes debates dentro del partido.
La revisión de la Constitución debe ayudar a consolidar el liderazgo del Partido y mejorar el sistema socialista. Todas las revisiones deben mantener el pensamiento marxista, leninista y de Mao Zedong, señaló. (