A sus jóvenes 33 años, el balneario mexicano de Cancún, en la costa del mar Caribe, se engalanó para acoger desde este miércoles a ministros de Comercio de 146 países, pero en sus barrios pobres nada cambió.
"Nuestra vida es el turismo, cuidemos Cancún. Bienvenidos", se lee en carteles y calcomanías colocadas los últimos días en diversos lugares visibles de la ciudad, que a propósito de la cita ministerial fue remozada con capas de pintura y trabajos de jardinería en sus parques y avenidas.
La capacidad hotelera está cubierta esta semana en 100 por ciento en este "nido de serpientes", según la traducción al castellano del vocablo maya cancún.
Este sudoriental balneario, donde llegan cada año más de tres millones de turistas para disfrutar del sol, la arena blanca de las playas y el mar color turquesa, alberga hoy en sus imponentes hoteles a cientos de delegados de gobierno y de grupos civiles en la V Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
También recibe a miles de activistas sociales, que en parques y plazas, lejos de la vista de los ministros y de la zona más atractiva para el turismo, discuten sobre los efectos de la globalización en marcha y las estrategias para cambiar su rumbo.
Pero los lugareños, lejos de reportar beneficios por el hecho del desborde de visitantes, se quejan.
"No hay como circular por la zona de hoteles, todo esta vigilado y ni los comercios funcionan como antes", señaló a IPS el taxista Cristóbal Trinidad.
Las actividades turísticas están hoy limitadas en Cancún por motivos de seguridad. Nadie puede navegar en las cercanías, se clausuraron los paseos en barco y la circulación de vehículos por las calles está limitada al máximo. Además, la zona hotelera esta cercada con mallas movibles y cientos de policías.
El hoy famoso balneario de más de 26.000 cuartos de hotel se comenzó a construir en 1970, como parte del proyecto Cancún-Rivera Maya, ideado por el gobierno para una franja de playas caribeñas casi vírgenes de 150 kilómetros, donde sobreviven numerosos vestigios arquitectónicos de la milenaria cultura maya.
El proyecto fue un éxito a no ser por la pobreza que pulula no muy lejos de los sitios de mayor turismo.
A 10 kilómetros de la zona hotelera de Cancún, donde se realiza la conferencia de la OMC, viven unos 750.000 habitantes, 60 por ciento de los cuales son pobres y 39 por ciento de ellos miserables.
La mayoría de esas personas emigraron desde diversos puntos de México, con el propósito de trabajar para el turismo mundial.
En la actualidad, muchos cumplen esa tarea en el día y parte de la tarde y en las noches van a dormir a sus pequeñas casas de madera, ubicadas en barrios donde falta agua potable y electricidad y donde las calles son de tierra.
"Cancún es el ejemplo del éxito en el turismo global, pero también el reflejo de la peor pobreza. Aquí se vive la miseria entre la riqueza y sólo hay que dar un buen paseo por los alrededores para verlo" dijo a IPS Marco Origel, un activista del grupo ambientalista Greenpeace que participa en los foros paralelos de la sociedad civil.
Según datos del gobierno de México, en Cancún los pobres obtienen ingresos mensuales por alrededor de 400 dólares y los que están en pobreza extrema menos de 250.
En cambio, para los turistas que visitan los hoteles de Cancún pagar 250 o 400 dólares por una noche de hotel es relativamente poco. En algunos de los mejores hoteles, la noche cuesta más de 5.000 dólares.
Al sur de Cancún, a dos horas de camino por carretera, está el municipio Solidaridad, creado en 1993, otro de los ejemplos de la pobreza que difícilmente ven los turistas que llegan a la zona, a bordo de aviones o en barcos de gran calado.
En Solidaridad, donde gran parte de sus 110.000 habitantes trabajan en hoteles y lugares turísticos de la zona costera, 30.000 personas carecen de energía eléctrica y a 70.000 les falta el agua potable.
El proyecto Cancún-Rivera Maya pensó en el turismo, pero no en las personas que serían atraídas como mano de obra, comentó a IPS Agustín Cruz, del grupo ambientalista Sociedad para la Ecología Vital, que trabaja en la zona.
El crecimiento poblacional en la zona urbana de Cancún y en Solidaridad supera 20 por ciento anual, porcentaje poco comparable al promedio de este país de 100 millones de habitantes, que no llega ni a cinco por ciento.
"Este es (Cancún) uno de los mejores ejemplos de la globalización del turismo, mucho dinero y ricos disfrutando a las orillas de la miseria", declaró el activista de Greenpeace. ***** + OMC en Cancún – Cobertura especial de IPS (http://www.ipsenespanol.net/focus/omc_cancun/index.asp)
