MUSICA-NAMIBIA: Artistas en extrema pobreza

Los músicos talentosos y ambiciosos de todo el mundo siempre han querido alcanzar el éxito y vivir de su arte, pero en Namibia casi todos tienen que luchar a brazo partido para cubrir apenas necesidades básicas como el alimento o la vivienda.

La mayoría de los músicos de Namibia ni siquiera tiene su propia casa, y viven en extrema pobreza.

Muchos lo atribuyen al hecho de que en este país de 1,8 millones de habitantes casi sólo se escucha música de la vecina Sudáfrica y de Occidente. Los artistas locales deben competir contra sus pares extranjeros en este pequeño mercado.

Jackson Kaujeua es uno de los artistas más famosos de Namibia desde hace unos 30 años. ”El mercado es demasiado pequeño. En un año sólo hago unos 1.000 dólares. Si es así para un músico ya consolidado, imagina cómo será para los jóvenes artistas”, afirmó.

El músico criticó la falta de transparencia en algunas compañías productoras, tanto locales como internacionales, que no le dan a los artistas la parte de las ganancias que les corresponden.

”Una vez que tienes un contrato con ellos, producen tu música y la venden con tu nombre. Luego te dicen que lanzaron 1.000 o 10.000 copias. Es difícil verificar si estas cifras son correctas o no. El sistema no es transparente”, dijo Kaujeua.

El artista explicó que él ganó fama gracias a la labor desarrollada en otros países.

Mushitu Mukwame, un promotor de bandas de reggae, dijo que la falta de financiación es el principal obstáculo para los músicos de Namibia. Algunos carecen de equipos y sobreviven con préstamos.

Mukwame también acusó al público y a los organizadores de espectáculos de Namibia de no respaldar a los artistas locales.

”A los músicos de Sudáfrica se les paga a veces hasta 20.000 dólares, pero sería algo muy raro que un artista de Namibia gane 2.000 dólares por un espectáculo en vivo”, señaló.

Los problemas que afrontan los músicos de Namibia sólo pueden superarse si forman grupos de presión para que el gobierno les garantice que obtenderán la paga que merecen, dijo Mukwame.

Los miembros del grupo Omidi D'Afrique dijeron que con frecuencia deben caminar varios kilómetros para llegar al lugar donde van a tocar, pues carecen de dinero para el transporte.

”Los músicos de Namibia intentan hacer lo mejor, pero como todos sabemos, el dinero es lo que hace girar al mundo. Nuestro grupo sólo tiene una guitarra rítimica y una batería. Tenemos que alquilar los otros instrumentos”, dijo Ferry, uno de los miembros del grupo.

Omidi D'Africa tiene previsto lanzar su primer disco el año próximo, aunque todavía no está claro si llegará a recolectar el dinero suficiente.

Muchos músicos dependen del Centro Cultural Francés, en Windhoek, la capital namibia. La organización les presta instrumentos y financia algunos avisos publicitarios de sus espectáculos.

El sindicato de músicos Oruuano y la Sociedad de Compositores y Autores de Música de Namibia son acusados con frecuencia de no actuar con celeridad para distribuir los ingresos obtenidos por el cobro de derechos de autor.

Namibia tiene 600 músicos registrados, cuyos ingresos anuales suman apenas 11.000 dólares, que deben compartir a su vez con los compositores y autores de las letras de las canciones, señaló el jefe del Departamento de Licencias de la Sociedad, Eino John Max.

”La mayoría de la música de Namibia está grabada pero no es lanzada al mercado. La falta de instalaciones adecuadas hace que los músicos, que viven por debajo de la línea de pobreza, tengan que cubrir los costos de sus discos”, señaló Max.

El funcionario señaló que los músicos deberían presionar para que se aprueben leyes que obliguen a las radios a emitir un porcentaje de obras locales en su programación.

”Las radios comerciales de Namibia emiten demasiada música extranjera y se necesita invervenir ya”, afirmó.

Oruuano coincidió con Max y tiene previsto promover una ley para que 80 por ciento de la música emitida en las radios sea de artistas locales.

”Se necesita cambiar la política de las radios. Los músicos no pueden sobrevivir con lo que ganan, pero ahora no tienen otra opción”, señaló el secretario general del sindicato, Vincent Mwemba.

El sindicato anunció que solicitará ayuda al gobierno, a embajadas extranjeras y a organizaciones no gubernamentales.

La mayoría de los miembros del sindicato no pueden pagar su cuota mensual. Mwemba, junto a otros dirigentes, no recibe ningún salario por su trabajo. (

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