COMUNICACIONES: Crisis en la preparación de cumbre de diciembre

El delicado equilibrio entre gobiernos, empresas y agrupamientos de la sociedad civil logrado para preparar una reunión internacional en diciembre sobre tecnologías de información y comunicaciones parece a punto de perderse por diferencias insalvables.

Las organizaciones de la sociedad civil participantes en el proceso, entre ellas sindicatos, medios de comunicación comunitarios, grupos de jóvenes, de educadores y de indígenas, se declararon ”defraudadas” por el proyecto de declaración final que elaboraron los gobiernos.

Esa declaración final y un plan de acción serán los documentos que adoptará la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI), que sesionará en Ginebra del 10 al 12 de diciembre.

Pero el último borrador de la declaración, divulgado en el fin de semana, resultó ”decepcionante” para los grupos de la sociedad civil, dijo Renate Bloem, presidenta de CONGO, la Conferencia de Organizaciones No Gubernamentales en Relación Consultiva con las Naciones Unidas.

Ese disgusto debe hacerse oír ”en términos muy duros”, insistió Bloem, una de las coordinadoras de las actividades de esas organizaciones durante la conferencia preparatoria de la CMSI, que tiene previsto sesionar hasta este viernes en Ginebra.

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) sienten que el documento las discrimina, tras haber sido convocadas por primera vez en la historia de la Organización de las Naciones Unidas para colaborar en la formulación de una visión común sobre la sociedad de la información.

Las referencias a numerosos temas fundamentales para la sociedad civil han desaparecido por completo de la nueva versión del borrador de la declaración final, protestó el académico Wolfgang Kleinwaetcher, de la dinamarquesa Universidad de Aarhus.

Las omisiones se refieren principalmente a conceptos vinculados con las radios comunitarias, los derechos humanos y la participación de los usuarios individuales de Internet en la toma de decisiones políticas sobre esa red mundial de computadoras, explicó Kleinwaetcher a IPS.

En su afán por acortar el documento, los gobiernos excluyeron todas las cuestiones prioritarias para la sociedad civil, sostuvo la activista malasia Angela M. Kuga Thas, del programa de apoyo a la conexión informática de las mujeres gestionado por la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC).

La eliminación de esos párrafos afecta en especial a las comunidades populares, los pobres, los marginados y los discapacitados, y diluye el significado del documento final, insistió Kuga Thas.

El borrador criticado por las ONG desechó también conceptos propuestos por representantes de gobiernos, entre ellos los del bloque de la Unión Europea, que pretendía afirmar en el primer párrafo de la declaración que la sociedad de la información se funda en ”los derechos humanos y la dignidad” de los seres humanos.

En cambio, el primer párrafo del borrador resalta la capacidad individual de crear nuevas tecnologías, acceder a ellas, utilizarlas y compartir información y conocimiento por intermedio de las mismas.

Uno de los peligros del documento preliminar es que ignora muchos de los consensos adoptados en conferencias internacionales, entre ellos los que protegen a los trabajadores, comentó Beatriz Busaniche, del centro de teletrabajo y teleformación de la Universidad de Buenos Aires.

El mundo del trabajo es uno de los sectores más afectados por las nuevas tecnologías, asociadas a menudo con flexibilización o precarización de las relaciones laborales, y también con trabajo a distancia, incluso transfronterizo, sin que existan leyes que protejan los derechos de los trabajadores en ese marco, explicó.

El objetivo declarado de la CMSI es disminuir la llamada brecha digital (de acceso a las tecnologías de información y comunicaciones) entre países pobres y ricos, así como sostener los esfuerzos de algunos gobiernos por reflotar a las industrias del sector, afectadas por una caída de sus actividades en los últimos años.

La especialista argentina opinó que el plan de acción de la cumbre debe tener un perfil marcado por los derechos humanos.

En caso contrario, ese plan se convertirá únicamente en la fuente de grandes negocios para las empresas del sector en los próximos 20 años, vaticinó Busaniche.

La sociedad civil había propuesto una redacción concreta para cada párrafo, recordó Kleinwaetcher.

En relación con la administración del uso de frecuencias de radio, las ONG demandaron tener en cuenta las necesidades de las emisoras locales, en vez de los grandes intereses comerciales, pero el borrador no menciona a las radios comunitarias.

Los activistas también insistieron en que un párrafo sobre el gobierno de Internet incluyera a los usuarios individuales de esa red como partes del proceso de desarrollo de políticas para ella, pero el borrador sólo reconoció carácter de actores en ese proceso a gobiernos y empresas, explicó Kleinwaetcher.

Kuga Thas observó que se eliminó toda referencia a los discapacitados y sus necesidades específicos en relación con el empleo de las nuevas tecnologías.

A los pueblos indígenas sólo se les reconoce identidad particular cuando pertenecen a ciertos países, por ejemplo los pequeños Estados insulares en desarrollo o los países sin salida al mar.

Pero los indígenas se encuentran en todas partes, tanto en los países en desarrollo como en los industrializados, aunque también en todos lados están completamente marginados, comentó Kuga Thas.

Las organizaciones de la sociedad civil anunciaron que expondrán sus objeciones a los representantes de gobiernos y les advertirán de las graves consecuencias que puede acarrear un fracaso de la cumbre de diciembre.

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