CIRCO-CANADA: Nuevo encanto del arte nómada

El último espectáculo de la compañía canadiense Cirque Eloize, que recorre con inusitado éxito las principales ciudades europeas, trascendió el género circense propiamente dicho para alcanzar el nivel de arte escénico puro.

”Nomade” (”Nómada”) es presentada en el campo de Reully, en París, luego de acaparar la atención de los críticos británicos el mes pasado en el Barbican Theatre de Londres. La compañía prevé presentar la obra en la septentrional ciudad francesa de Rouen en octubre.

Cirque Eloize, y en especial su última obra, es el exponente más refinado del denominado ”nuevo circo”, una tendencia nacida en los años 60 que transformó al circo tradicional introduciendo otras artes escénicas como la danza y la música.

Otro importante representante de este género artístico es la compañía Cirque du Soleil, también de Canadá, que dejó de lado los tradicionales animales, payasos y acróbatas para dar lugar a la música rock en vivo.

Esta fórmula tuvo gran éxito en Canadá y en el exterior, al punto de que Cirque du Soleil se reprodujo en varias compañías en diferentes países y tiene dos espectáculos permanentes en la sudoccidental ciudad estadounidense de Las Vegas y en el centro de atracciones de Disneyworld, en el sudoriental estado de Florida.

Por su parte, Cirque Eloize, fundada en 1993 por un grupo de estudiantes, siempre quiso explorar otras posibilidades poéticas de la actividad circense. ”Nosotros cambiamos la forma de hacer circo”, afirmó el director de la compañía, Daniele Finzi Pasca.

Los miembros de Cirque Eloize hacen acrobacias arriesgadas, pero sin los efectos especiales a los que están acostumbrados los devotos al ”nuevo circo”. En cambio, se concentran en representar personajes creíbles en obras teatrales originales.

”Los efectos especiales son los propios artistas. Eso es lo que nos hace diferentes. Sí, somos parte del nuevo circo, pero somos también conscientes de nuestra tradición”, afirmó Finzi Pasca.

La historia de ”Nomade” comienza en un banquete de bodas bajo una luna brillante, una escena con acrobacias y danzas artísticas que asombran al público.

Los invitados a la boda cantan una melodía gitana, mientras un joven realiza impresionantes proezas en una soga vertical, de tal manera que su cuerpo parece desafiar las leyes de la gravedad. En ciertos casos parece caminar por la soga y en otros se deja caer, para detenerse a centímetros del suelo.

Estos juegos que desafían a la muerte podrían parecer familiares a los amantes del circo tradicional, pero es el contexto lo que los vuelve únicos.

Una original combinación de música, escenografía y luces convierte ”Nomade” en una fiesta encantada en que los invitados participan de la magia.

El tema recurrente de la obra es el amor, un amor que une a las parejas para volverlas a separar. Un amor consumado y un amor perdido.

”En el viaje de la vida somos todos nómadas. Nos paseamos de un amor a otro, de un lamento a otro. Sin embargo, en este viaje algunos hallamos placer. Dormimos bajo las estrellas y la luna. Todo se vuelve claro en la noche, y el cielo no tiene fin”, dijo Finzi Pasca.

Es este intenso deseo de amor y de nuevas experiencias en la vida lo que ”Nomade” sabe capturar con arte, de tal manera que adultos y niños lo disfrutan por igual. Los niños por lo general se interesan por las acrobacias, mientras los adultos son atrapados por el tema escondido en lo visual.

Un dúo de acróbatas en el trapecio sirve para interpretar de forma encantadora a dos amantes bajo la luz de la luna, que ponen fin a una serie de acrobacias infartantes con un lento beso.

Dos hombres invitados a la boda vuelan por el aire, pero no para ser aplaudidos por los demás, sino para impresionar a dos muchachas.

Esto es lo que convierte a la obra de Cirque Eolize en algo único y mágico, imposible de perder.

El éxito de esta compañía originaria de la oriental provincia canadiense de Quebec puede atribuirse a la política cultural de Ottawa de apoyar financieramente a los artistas, y en especial esfuerzos innovadores de arte escénico.

Pero el gobierno canadiense también respalda otras formas artísticas como el cine, la literatura, la música y el teatro. Muchos canadienses consideran fundamental respaldar la cultura francófona, pues sienten que los diferencia de Estados Unidos.

De esta manera, los artistas pueden sentirse libres de las presiones y de las incertidumbres financieras para concentrarse en crear.

La compañía Cirque du Soleil ha sido de las más beneficiadas por esta política del gobierno canadiense. Su éxito demuestra que para alcanzar el desarrollo artístico en muchos casos es clave la inversión oficial, en que el reconocimiento internacional es la única ganancia.

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