El gobierno de Argentina no pagó la deuda de 2.900 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) que venció el martes, debido a que no se pudo llegar a un principio de nuevo acuerdo crediticio entre las partes. Sin embargo, las negociaciones siguieron con mayor intensidad, al punto de que el propio presidente argentino, Néstor Kirchner, se puso al frente de las mismas, acompañado por su jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el presidente del Banco Central, Prat-Gay, y el ministro de Economía, Roberto Lavagna.