El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, ordenó el jueves la apertura de los archivos reservados del Servicio de Inteligencia del Estado y de las fuerzas de seguridad para ayudar a esclarecer la explosión en noviembre de 1995 de la fábrica de pertrechos militares, que estaba ubicada en la central provincia de Córdoba, que causó la muerte de siete personas, heridas a más de un centenar y la destrucción de gran parte de la localidad contigua. Ana Gritti, esposa de uno fallecidos y única querellante en la causa, señaló luego de la reunión mantenida el jueves con Kirchner que esa explosión no fue accidental sino que se trató de un hecho intencional que esconde oscuros intereses políticos, en referencia a la señalada responsabilidad en el asunto del entonces gobierno de Carlos Menem (1989-1999).