El gobierno y la oposición de Venezuela se declararon este martes conformes con el equilibrio logrado en la integración del nuevo Consejo Nacional Electoral, una de cuyas tareas es atender el pedido de referendo revocatorio del mandato presidencial.
El Tribunal Supremo de Justicia, además de nombrar de modo provisorio a los miembros del Consejo, designó para presidirlo a Francisco Carrasquero, reconocido por la mayoría de los sectores como un jurista de equilibrio político en un país polarizado.
Al lado de Carrasquero, un ex juez laboral, miembro de la Sala Especial Agraria y también rector universitario, fueron ubicados Oscar Battaglini y Jorge Rodríguez, ambos sugeridos por el oficialismo, y Sobella Mejías y Ezequiel Zamora, propuestos por los opositores del presidente Hugo Chávez.
”Bienvenido el árbitro. Confiamos en que la decisión del Tribunal Supremo haya sido la mejor y pido a todo el país respeto para el nuevo árbitro electoral”, declaró Chávez en una rueda de prensa ofrecida este martes junto a su huésped oficial, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
El Consejo Nacional Electoral iniciará sus actividades con la atención del pedido de la oposición para poner a referendo la permanencia de Chávez en el gobierno, que según la Constitución se habilitó al cumplirse el 19 de este mes la mitad del mandato presidencial de seis años.
Así se había pactado en el acuerdo firmado en mayo entre las dos partes y que fuera gestionado por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, con apoyo especial de Brasil, Chile, España, Estados Unidos, México y Portugal, los llamados países amigos.
El defensor del Pueblo, Germán Mundaraín, aseguró que ”la Sala Constitucional (del Tribunal Supremo de Justicia) hizo un gran esfuerzo para lograr un Consejo Nacional de equilibrio. Saludamos que el país haya salido de esa incertidumbre”.
También Francisco Ameliach, presidente de la Asamblea Nacional (parlamento) y dirigente del gobernante Movimiento V República (MVR), dijo que ”el tribunal produjo una decisión equilibrada y no seremos obstáculo para que el nuevo Consejo cumpla sus deberes”.
A su vez, el vicepresidente del parlamento, Ricardo Gutiérrez, del también oficialista Podemos, señaló como ”posible que se ratifique este Consejo como el definitivo”.
La Asamblea Nacional, prácticamente partida en dos entre parlamentarios afines al gobierno y de la oposición, debió designar a los integrantes del Consejo Electoral según la Constitución, pero los candidatos presentadas no pudieron reunir los dos tercios de votos necesarios.
Por esa razón fue que la máxima autoridad judicial intervino, declaró la omisión del parlamento y asumió la tarea, que sólo pudo completar a última hora del lunes, el último día de plazo que se había impuso para esta misión.
Este atraso muestra las dificultades para encontrar actores políticos y judiciales imparciales en este país agudamente confrontado entre seguidores y adversarios de Chávez.
”No soy chavista, ni oficialista, ni de oposición, sino un hombre de leyes, un profesor, un académico. Les doy garantía de que tendrán un poder electoral transparente y con equilibrio político”, apuntó Carrasquero este martes en sus primeras declaraciones tras ser designado.
La oposición también apoyó el nuevo Consejo Electoral por considerarlo de equilibrio, según una sucesión de declaraciones de representantes de distintos partidos ubicados en esa línea.
El secretario general del partido socialdemócrata Acción Democrática, Henry Ramos, consideró que ”ahora el referendo es indetenible e inevitable”.
El nuevo Consejo ”es una representación del país. Le damos confianza”, indicó el parlamentario Carlos Berrizbeitia, del derechista Proyecto Venezuela, mientras que el socialcristiano Rafael Rivero dijo que ”es equilibrado”.
”Esperamos que cumpla con los derechos de los venezolanos en forma oportuna”, agregó Rivero, del socialcristiano Copei.
Por su parte, Felipe Mujica, del también opositor Movimiento al Socialismo, aclaró que se le debe dar al Consejo ”un compás de espera”, pues ”baja la carga aprensiva que había en Venezuela”.
Elías Matta, del izquierdista Causa Radical, estimó que el nuevo árbitro ”seguramente es mejor que el que habría nombrado el parlamento”.
Teodoro Petkoff, ex candidato presidencial socialista y director del vespertino Tal Cual, también se manifestó conforme al sostener que ”se ha avanzado un paso, y este bastante largo, en el camino de afirmar la factibilidad de una solución pacífica, democrática y electoral a la grave crisis en que está sumido el país”.
”Se aparta una roca del camino”, dijo este analista político.
El propio Petkoff, hoy asesor de la coalición opositora Coordinadora Democrática, el ex presidente del Consejo y también opositor Carlos Delgado, el dirigente oficialista Guillermo García Ponce y el jurista Hernando Grisanti fueron designados por el Tribunal en un inédito Consejo de Participación Política.
El texto de creación de ese organismo no previsto en las leyes se acompañó en la misma sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que dispuso la repartición de varias comisiones de trabajo, y hasta la asignación del nombre del secretario y del asesor jurídico del Consejo Nacional Electoral.
”Eso demuestra que el Tribunal vigilará palmo a palmo las decisiones del nuevo poder electoral”, estimó el ex presidente del Consejo de la Judicatura Pedro Reyes.
La Constitución de 1999 recogió una propuesta del mismo Chávez para que un referendo pedido por firmas de al menos 20 por ciento del padrón electoral pudiese decidir sobre la permanencia o no de cualquier autoridad elegida, una vez transcurrida la mitad del periodo y conforme a una serie de requisitos.
La oposición entregó el día alrededor de 3,2 millones de firmas solicitando se ponga en marcha el referendo revocatorio del mandato de Chávez, pero el oficialismo cuestiona la solicitud y las rúbricas por haber sido recogidas en febrero para la implementación de un referendo consultivo.
En tanto, los seguidores de Chávez desestiman que el referendo revocatorio se concrete este año, como quiere la oposición, y se preparan para las elecciones de gobernadores y de alcaldes previstas para mediados de 2004.
Uno y otro bloque movilizaron la semana pasada a centenares de miles de personas en manifestaciones callejeras.
