La resistencia iraquí a la ocupación estadounidense cambia la mira. Ahora apunta cada vez más contra blancos civiles como la embajada de Jordania en Bagdad, donde este jueves murieron al menos 11 personas por un coche-bomba.
Restos humanos quedaron desperdigados por la calle frente a la embajada de Jordania luego del atentado. La magnitud de la explosión fue tal que los escombros volaron cientos de metros.
Estaba adentro (de la embajada) para entregar algunos documentos de la Organización Mundial de la Salud cuando escuché un gran estallido. Todo se sacudió y se oscureció, dijo Utba Althakafi, empleado iraquí de la agencia internacional internado en el hospital Yarmuk.
El atentado se cobró la vida de al menos 11 personas, entre ellos policías que custodiaban la representación diplomática jordana, e hirió a más de 60.
Salí a los tumbos y vi un montón de muertos en el camino. Fui por mi amigo Ahmed Shukri, que me esperaba en un automóvil afuera de la embajada. Escuché a alguien que me llamaba. Era Ahmed, pero no pude reconocerlo porque estaba completamente negro de la explosión, y sangraba, dijo Althakafi.
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El comandante de las fuerzas de ocupación estadounidenses en Iraq, genereal Ricardo Sánchez, dijo que el ataque encaja en el patrón de violencia predominante hoy en este país árabe.
Esto acentúa la idea de que tenemos algunos terroristas aquí. Es algo con lo que todos en la comunidad internacional debemos lidiar, dijo Sánchez en conferencia de prensa.
El militar estadounidense sostuvo que la resistencia iraquí a la ocupación estadounidense-británica apunta cada vez más a objetivos no militares a los que denominó blancos blandos. El atentado contra la embajada jordana fue el mayor de estos operativos hasta ahora, agregó.
Varios trabajadores de organizaciones internacionales y periodistas han sufrido atentados en las últimas semanas. El cambio de la mira de los soldados de la ocupación a objetivos civiles es objeto de numerosas especulaciones.
Sin embargo, luego de cuatro días sin bajas, el miércoles y este jueves volvieron a morir soldados estadounidenses en ataques de combatientes iraquíes.
Este jueves, una patrulla estadounidense fue alcanzada por un cohete, no lejos del centro de Bagdad. Los soldados ocupantes contestaron el fuego. Al menos un militar estadounidense y un iraquí sin relación con los atacantes murieron.
En la noche anterior, combatientes iraquíes mataron a tiros a dos soldados en un puesto de control en la capital.
Las fuerzas militares de ocupación no fueron el objetivo del atentado de este jueves. No hay soldados estadounidenses ni británicos custodiando la representación jordana en Bagdad porque, de hecho, ninguna embajada recibe protección especial, explicó Sánchez.
El secretario de Estado (canciller) de Estados Unidos, Colin Powell, se comunicó con su par jordano Marwan Moasher para expresarle su pesar por el atentado, y para prometerle que tomaría medidas de seguridad alrededor de la embajada.
El general Sánchez se negó a especular sobre los motivos del ataque, pero las teorías abundan en Bagdad, en especial porque Ammán dio refugio a dos de las tres hijas del depuesto dictador iraquí Saddam Hussein.
Esperábamos que Ammán aceptara las nuevas realidades en Iraq y que cooperara con el actual liderazgo, sostuvo el martes en un editorial el diario Al Mouatmer, vinculado con el banquero y dirigente político Ahmed Chalabi, apoyado por el ala más derechista del gobierno estadounidense.
La justicia jordana condenó años atrás a Chalabi, en ausencia, por delitos económicos. El empresario estuvo radicado en Gran Bretaña hasta el fin del régimen de Saddam Hussein.
El ataque también es atribuido a la negativa jordana, de acuerdo con una resolución de la Liga Arabe, a reconocer el Consejo de Gobierno Interino, integrado por iraquíes designados por Washington. Pero Moasher dijo el miércoles que consideraba la creación del consejo un paso en la dirección correcta.
Un empleado de la Embajada de Jordania atribuyó el atentado a la negativa de Ammán a entregar visas a los iraquíes desesperados por abandonar el país.
Hubo, incluso, informes sobre grupos de iraquíes enfurecidos que irrumpieron en la embajada antes del ataque y destrozaron retratos del rey Abdalá de Jordania y de su padre, el fallecido rey Hussein.
Al Mouatmer también acusó a las autoridades jordanas de hacer negocios con el gobierno de Saddam Hussein y de mantener miles de millones de dólares del depuesto régimen en sus bancos.
Pero otros en Bagdad consideran que Ammán respaldó la invasión lanzada el 20 de marzo. Una pequeña cantidad de soldados estadounidenses estaban apostados en Jordania al comienzo de la guerra y utilizaron el territorio de ese país para invadir Iraq.
Pero la posición de Jordania no fue muy distinta a la de otros países vecinos, con excepción de Siria, que se negó a apoyar la operación militar.
Personas que se concentraron fuera de la embajada y que intentaron ingresar en el edificio para asistir a los heridos fueron expulsados por un guardia jordano armado con una ametralladora.