IRAQ: EEUU quiere el mando de la paz

Al negarse a resignar su autoridad militar en Iraq, Estados Unidos se ha metido en un callejón sin salida. Por eso, pretende abrir un sendero proponiendo a la ONU la creación de una fuerza de mantenimiento de la paz… comandada por un estadounidense.

El intento no dará frutos, pronosticó la experta Phyllis Bennis, del Institute for Policy Studies, un centro académico estadounidense con sede en Washington, en diálogo con IPS.

La propuesta es incompatible con las exigencias de Alemania, Francia, India y Rusia, que insisten en compartir el poder de manera equilibrada en una fuerza militar de paz constituida por la ONU (Organización de las Naciones Unidas), según Bennis.

Los cuatro países prometieron tropas para el contingente, pero sólo si cuenta con autorización del foro mundial y si se reduce la hoy hegemónica autoridad militar estadounidense.

India, que se manifestó dispuesta a aportar 18.000 soldados, dijo que tendrá que analizar el contenido de la iniciativa de Washington antes de decidir su posición al respecto.

”La ONU nunca debería participar” en una fuerza de paz ”bajo la autoridad de una fuerza de ocupación”, pues eso ”le daría una hoja de parra política a una ocupación ilegal”, según Bennis.

El subsecretario de Estado (vicecanciller) de Estados Unidos, Richard Armitage, dijo a la prensa el miércoles que su país se dispone, por primera vez, a aceptar la creación de una fuerza militar de la ONU en Iraq, siempre que el comandante sea estadounidense.

Se prevé que el propio presidente George W. Bush impulse la iniciativa cuando se reúna con sus pares de todo el mundo en ocasión de la apertura de sesión anual de la Asamblea General de la ONU a fines de septiembre.

Bush dirigirá la palabra a la Asamblea General el 23 de septiembre, y se espera que concentre su discurso en la situación de Iraq y en la guerra de Estados Unidos contra el terrorismo.

Fuentes diplomáticas en la ONU aseguran que la presión se restringirá a los restantes 14 países miembros del Consejo de Seguridad, entre ellos China, Francia y Rusia, que tienen poder de veto en el órgano, y que, por lo tanto, deberán darle su bendición.

Gran Bretaña, el quinto miembro del Consejo con poder de veto, apoyó a Estados Unidos en la guerra en Iraq y se prevé que respalde la propuesta.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo el lunes a la prensa que avizora al Consejo de Seguridad transformando la actual operación militar estadounidense-británica en Iraq en uan fuerza internacional comandada por la ONU.

Pero, acotó, eso no deberá implicar una mera asistencia financiera y de recursos humanos de la comunidad internacional a una operación estadounidense, sino que Washington deberá compartir sus decisiones y responsabilidades.

”Si eso no suced así, creo que será muy difícil lograr una resolución (del Consejo de Seguridad) que satisfaga a todos”, advirtió.

La iniciativa estadounidense es similar a las resoluciones que crearon otras misiones multinacionales mandatadas por la ONU, como las de Bosnia-Herzegovina y Somalia —comandadas por Estados Unidos— o la más reciente en República Democrática del Congo, cuya fuerza estuvo encabezada por Francia.

Esos contingentes fueron creados por el Consejo de Seguridad, pero no han estado al comando de ”cascos azules” de la ONU sino por militares que designaron las fuerzas armadas de los países contribuyentes.

El financiamiento es otro punto espinoso. ”No podemos esperar que nuestros aliados o que la ONU ayuden a pagar la factura de una operación militar dirigida por Estados Unidos”, dijo a IPS Erik Gustafson, director ejecutivo del Centro de Educación para la Paz en Iraq.

”Tampoco podemos esperar que grandes potencias como Alemania o Francia aporten soldados a una ocupación militar estadounidense”, según Gustafson, para quien se requiere un mandato y supervisión de la ONU de carácter independiente.

Washington ”debería abandonar su demanda de que una fuerza de la ONU opere en Iraq bajo el mando de las fuerzas de ocupación estadounidenses”, afirmó.

”De lo contrario, la persistencia en el unilateralismo le costará cara a Estados Unidos, tanto en vidas como en dólares aportados por los ciudadanos que pagan impuestos, y puede conducir a un fracaso similar al de Vietnam”, sostuvo Gustafson.

El experto también dijo que el eventual éxito del foro mundial en Iraq dependerá mucho del nivel de independencia y autoridad con que pueda actuar en ese país.

”Si se envía una fuerza de la ONU a Iraq, pero se la pone bajo el auspicio de los ocupantes estadounidense, o si es percibida como asistente o cómplice de la ocupación, me temo que será blanco de nuevos ataques por parte de grupos armados antiestadounidenses”, alegó.

Eso no sólo pondría en peligro a los integrantes de esa fuerza, sino también a los trabajadores humanitarios de la ONU en Iraq, y con ellos a los millones de iraquíes que dependen de su asistencia, añadió el activista.

Estados Unidos mantiene en Iraq a unos 140.000 soldados, y Bush se ha negado a enviar más, pese a presiones de legisladores del gobernante Partido Republicano y del opositor Partido Demócrata tras las crecientes bajas en esa fuerza de ocupación.

El lunes, los soldados estadounidenses muertos en Iraq luego de que Bush dio por terminada la guerra en abril sumaban 139, más que los fallecidos en el proceso de invasión y ocupación que comenzó en marzo.

El secretario de Estado (canciller) estadounidense Colin Powell dijo a la prensa al comienzo de esta semana que 30 países han prometido sumar 22.000 soldados para la fuerza multinacional que propone Washington.

También sostuvo que otras cinco naciones están en el proceso de aportar tropas, y que se esperan soldados de 14 más, pero no indicó de qué países hablaba.

Sin embargo, muchos expertos piensan que incluso esa fuerza sería insuficiente para contener los ataques en Iraq.

El senador demócrata Joe Biden, del Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta, negó importancia a los anuncios de Washington sobre importantes promesas de apoyo militar en Iraq por parte de países aliados, y pronosticó que esas naciones aportarán en promedio unos 400 soldados cada una.

Pero serían necesarios de 40.000 a 60.000 soldados más en Iraq para contener la violencia, calculó.

Biden previó que Estados Unidos deberá mantener tropas en Iraq durante un periodo de tres a cinco años, y que el costo de la ocupación será más de 100.000 millones de dólares, en una entrevista divulgada el domingo por una red de televisión estadounidense.

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