Alrededor de medio millón de habitantes de zonas rurales montañosas de Cuba podrán dejar para siempre el primitivo candil, escuchar radio y hasta ver televisión, gracias al creciente uso en el país de energía renovable.
Este año comenzó el plan de electrificar con paneles fotovoltaicos unas 100.000 viviendas, confirmó a IPS Luis Bérriz, presidente de la organización no gubernamental (ONG) Cubasolar, que se dedica a promover el uso de fuentes renovables de energía y respeto ambiental.
Cubasolar recibió en junio de 2001 el premio Global 500 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, por su programa de instalaciones fotovoltaicas.
El proyecto anunciado por Bérriz se implementará en función de los recursos con que cuente la ONG. Ojalá pudiéramos llevarlo a cabo en un año, pero se avanzará según el financiamiento disponible. Estos planes son costosos, alertó.
Según sus cuentas, el costo de electrificar cada casa es unos 1.870 dólares, si se suman el panel fotovoltaico y la entrega de seis lámparas, un televisor y un radiocasete.
El ambicioso programa busca beneficiar directamente a cinco por ciento de los hogares de Cuba, actualmente desconectados de la red nacional de abastecimiento eléctrico, en un país de casi 11,2 millones de habitantes.
Mi tío Manuel vive en pleno monte allá en Guantánamo, se alumbra con mechero y todo es muy difícil, pero ahí trabaja una tierrita y cría sus animales, contó Mercedes, trabajadora independiente con familia en esa provincia ubicada en el extremo oriental de la isla, a 971 kilómetros de la Habana.
Esa joven mujer confesó que nunca se atrevió a visitar a su tío porque hay que subir mucha loma, a pie o en el mejor de los casos en carreta, tirada por caballos o bueyes. Eso es puro monte, mi tío no tiene radio ni nada, dijo.
Según relató, cuando su abuela, que vive en el llano, necesita comunicarse con su hijo Manuel, manda un recado a una radioemisora urbana, que a su vez lo reenvía con un mensajero.
Especialistas coinciden en que los sistemas solares fotovoltaicos de electrificación son la mejor solución para viviendas como la de Manuel, situadas en áreas montañosas y aisladas entre sí.
En los últimos tres años, algo más de 2.300 escuelas primarias de esas zonas fueron electrificadas con energía solar y dotadas de equipos de televisión, vídeo y computación, para mejorar la calidad de la enseñanza.
Pero las familias locales comenzaron a usar los televisores de esas escuelita para ver noticieros, transmisiones de juegos de béisbol y telenovelas, agotando así las baterías para las clases del día siguiente.
No quedó más remedio que prohibir que el equipo se utilizara para fines diferentes a los escolares, aunque el caso condujo a la creación de casas de televisión y vídeo (lugares dotados de esos equipos, para uso de la población local) en 1.800 de esas comunidades, dijo el experto.
Con anterioridad, se electrificaron cerca de 400 consultorios de atención primaria de la salud y más de 100 círculos sociales, dotados de equipos de sonido y televisión.
La vida de los habitantes de estas comunidades cambió totalmente. Ahora hasta se visten de otro modo, usan zapatos cuando antes preferían andar descalzos. Cosas que no imaginaban las ven ahora por televisión, contó Bérriz.
Los paneles se producen en Cuba, pero todos sus componentes son importados, por ejemplo de España o Alemania, informó.
En comunidades apartadas con viviendas menos dispersas se optó por aprovechar la energía hidráulica, mediante pequeñas plantas que en la actualidad benefician a unas 26.000 personas.
También se proyectan dos parques de generación de energía eólica que, conectados a la red del Sistema Electroenergético Nacional, permitirían un considerable ahorro de combustible.
Uno de esos proyectos se levanta en la isla de Turiguanó, de la central provincia de Ciego de Avila, a 461 kilómetros de La Habana, y cuenta con dos aerogeneradores, de 225 kilovatios de potencia cada uno.
Ese parque es pequeño, pero especialistas calculan que su pleno funcionamiento permitiría ahorrar 430 toneladas anuales de combustible, y evitaría la emisión anual a la atmósfera de 21 toneladas de contaminantes.
El costo de producir energía con fuentes limpias es aún relativamente alto, pero el gobierno cubano decidió acelerar el desarrollo en ese terreno, como estrategia a mediano y largo plazo.
Con ese objetivo, las autoridades crearon en octubre del año pasado el Frente de la Energía Renovable (FER), que agrupa a todas las instituciones del país involucradas de una u otra forma en la materia.
Los motivos para priorizar este trabajo son muchos, pero ante todo se tiene en cuenta la vocación del país en la protección del medio ambiente, comentó a IPS la viceministra de Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, América Santos, quien encabeza el FER.
El uso de fuentes renovables de energía es también una forma de independencia económica, alegó.
En la actualidad, alrededor de 90 por ciento de la energía eléctrica generada a partir del petróleo se produce a partir de crudo cubano, pero la factura por importaciones petroleras aún es uno de los principales problemas financieros de la isla.
En 2002, Cuba gastó 1.000 millones de dólares en combustible consumido por las siete centrales termoeléctricas del país, cifra similar a la del año anterior.
Santos confirmó que los organismos y empresas estatales deberán incluir en sus planes económicos para 2004 los recursos destinados al desarrollo de fuentes energéticas limpias.