COMUNICACIONES-JAPON: Informática para abuelos

Por su rápido crecimiento, la Asociación Informática de Abuelos de Japón debió restringir la admisión de nuevos miembros, todos ansiosos por entrar en el mundo de Internet.

Desde su lanzamiento en 1997, unas 200 personas, en su mayoría de más de 80 años, se incorporaron a ese grupo con sede en Tokio, en una de las sociedades de más rápido envejecimiento del mundo. Cerca de 18,5 por ciento de los 127 millones de japoneses tiene más de 65 años.

La fundadora de la asociación es Kayoko Ookawa, una taquígrafa jubilada de 74 años. ”A juzgar por el entusiasmo de nuestros socios, están muy determinados a empaparse de tecnología de la información. Todo lo que precisan son clases que tengan en cuenta sus necesidades específicas”, dijo.

Todos los profesores son voluntarios. En sucesivas clases, explican el funcionamiento de Internet a una generación que apenas conoció los procesadores de texto, y ayudan a los alumnos a comprar sus primeras computadoras personales.

”Es muy gratificante ver cómo cambia la vida de las personas de edad cuando empiezan a usar la computadora”, declaró Saburo Asai, un profesor voluntario de 60 años. ”Avanzan lentamente, pero no hay duda de que Internet mejora su calidad de vida”, agregó.

La Asociación Informática de Abuelos es sólo uno de varios proyectos que tienden al objetivo de transformar a Japón en el líder mundial de ”una sociedad informática de inspiración japonesa”.

Japón está rezagado respecto de otros países industrializados en materia de tecnología de la información.

Datos oficiales revelaron que Japón tiene 69 millones de usuarios de Internet, o 54 por ciento de su población. Ese porcentaje lo coloca por detrás de Corea del Sur, con 56,2 por ciento, y de Islandia, el líder mundial, con 69 por ciento.

El gobierno presentó este año una propuesta legislativa sobre información y telecomunicaciones para hacer avanzar a Japón de la etapa de ”ponerse al día” a una posición de liderazgo mundial.

La propuesta destaca que Japón está por detrás de Estados Unidos en el uso de la tecnología de la información, tanto en las empresas como entre la población en general.

Una actitud básica que deben cambiar los japoneses, exhorta el documento, es la de considerar a la informática como medio para ”aumentar la eficiencia”, mientras los estadounidenses la ven como ”fuente de crecimiento”.

La nueva estrategia gubernamental aspira a aumentar el número de usuarios de Internet para 2005 y ampliar las conexiones de alta velocidad a 10 millones de hogares para ese año. Para ese fin, se destinarán 9.000 millones de dólares.

El sector de las personas ancianas, de las cuales apenas 16,2 por ciento tienen conocimientos de informática, se ha transformado en un componente clave de la nueva estrategia.

”Japón llegó tarde a la industria de las comunicaciones, pero ha hecho enormes progresos. Ahora, nadie debe quedar afuera”, dijo Minoru Kamaoka, del departamento de informática de la oficina del primer ministro.

Pese a la popularidad de grupos como la Asociación Informática de Abuelos, otros programas no se adecuan a las necesidades de las personas de edad.

Por ejemplo, los programas de computación patrocinados por el Ministerio de Trabajo para adultos mayores, destinados a mejorar las operaciones de las oficinas y aumentar el uso de las redes de fibra óptica, no han tenido resultados positivos.

El progreso es muy lento porque los adultos mayores tienen dificultades para seguir el ritmo de los avances tecnológicos, explicó Minoru Kamoka, director de la Asociación del Centro Nacional de Recursos Humanos de Edad.

El secreto es usar la tecnología para atender las necesidades de los ancianos, incluidas las relaciones sociales, reveló Ookawa.

”Al comunicarse por Internet, las personas mayores dejan de sentirse solas. La red de redes es un salvavidas para muchos, tan importante como el agua y la electricidad”, destacó.

Los miembros de la Asociación Informática de Abuelos dedican muchas horas a conversaciones virtuales, a la búsqueda de información y a aconsejarse mutuamente.

”Los ancianos japoneses se sienten aislados porque la sociedad ha cambiado mucho, pero a través de Internet, pueden compartir sus tradiciones con su propia generación. Esto los hace más felices y los llena de energía”, explicó Ookawa.

Además, Internet aumenta su independencia.

”La tradición japonesa de dependencia de los hijos en la ancianidad tiende a desaparecer, e Internet es una herramienta fundamental en ese sentido”, subrayó Asai. (

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