El gobierno de Néstor Kirchner logró esta madrugada su primer gran triunfo político en el Congreso legislativo con la anulación en el Senado por amplia mayoría de las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida. La anulación fue apoyada por 43 senadores, mientras que siete votaron en contra y uno se abstuvo. Antes, la Cámara había convertido en ley por unanimidad el otorgamiento de rango constitucional al convenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 1968, que declara la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de lesa humanidad.