El presidente de Liberia, Charles Taylor, será perseguido como criminal de guerra aun cuando renuncie y obtenga refugio en Nigeria, advirtió el fiscal del Tribunal Especial de la ONU para Sierra Leona, David Crane.
"Donde sea que vaya Taylor, presionaremos para traerlo al tribunal y someterlo a juicio", dijo Crane, a quien la ONU (Organización de las Naciones Unidas) encomendó investigar los crímenes cometidos en la guerra civil de Sierra Leona entre 1992 y 1993.
El tribunal, con sede en Freetown, acusó a Taylor de haber ofrecido armas y entrenamiento al insurgente Frente Unido Revolucionario (RUF), enfrentado con el gobierno de Sierra Leona, a cambio de diamantes.
Miembros del RUF mutilaron en forma deliberada a miles de civiles, incluso niños, además de saquear e incendiar cientos de pueblos y aldeas.
Ante las advertencias del Tribunal Especial, Nigeria, que ofreció asilo a Taylor el domingo, advirtió que no tolerará presiones de ningún país ni de ninguna organización para entregar al líder liberiano.
"Nigeria siempre participó de los esfuerzos para resolver los problemas políticos de Liberia y, como potencia en el continente africano, es nuestro deber ofrecer ayuda", señaló el presidente nigeriano Olusegun Obasanjo.
Obasanjo viajó a Liberia el fin de semana para convencer a Taylor de que renunciara, poniendo fin a los combates con los rebeldes Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia (LURD), que quieren derrocarlo.
"El presidente Taylor aceptó exiliarse en Nigeria, y puede quedarse allí todo el tiempo que desee. Pero su salida tiene que realizarse en forma ordenada y sin derramamiento de sangre", dijo Obasanjo al término de su visita a Monrovia.
Por su parte, Taylor dijo estar "preparado para dar un paso al costado, pero no antes de la llegada de una fuerza internacional de paz".
"Daré un paso al costado sólo por los intereses del país. No voy a renunciar y dejar detrás de mí un caos", manifestó el mandatario liberiano.
Más de 250.000 civiles fueron desplazados y por lo menos 400 murieron en los últimos meses en Liberia. Muchos voluntarios de las agencias internacionales de ayuda humanitaria huyeron de Monrovia por temor a los combates.
Varios países europeos y el propio secretario general de la ONU, Kofi Annan, propusieron el envío de una fuerza internacional de paz liderada por Estados Unidos, aprovechando los vínculos históricos entre estos dos países.
El territorio que hoy es Liberia fue comprado en 1821 por la Sociedad Estadounidense de Colonización, con la finalidad de dar un espacio a los esclavos libertos que comenzaban a ser un "problema" en Estados Unidos, en especial en el sur.
En 1847, el territorio se declaró país independiente. El nombre de su capital, Monrovia, honra al presidente estadounidense James Monroe (1817-1825).
No obstante, Washington todavía duda si enviar tropas, debido en especial a los temores de que se repita su experiencia de Somalia en 1992, cuando 18 marinos de guerra estadounidenses murieron en una emboscada de combatientes somalíes.
"Los estadounidenses no quieren que sus soldados pongan sus pies en Liberia. Lo que ellos quieren es solamente asesorar a una fuerza conformada por tropas africanas", dijo un analista militar estadounidense a IPS.
Washington envió a Monrovia 30 soldados para supervisar la ayuda humanitaria a los desplazados, pero la presión para que lidere una fuerza que ponga fin a los combates crece en el marco de una gira que el presidente George W. Bush inició este martes por Africa.
Mientras, las conversaciones de paz entre el gobierno de Taylor y los rebeldes continúan en Ghana, con el objetivo de poner fin al conflicto y crear un gobierno de transición que represente a todas las partes.
El último tramo de la incesante guerra civil de Liberia comenzó en 1999, cuando LURD acusó a Taylor de dictador y lanzó una rebelión en el norte del país. Once de los 15 distritos del país quedaron sumidos en la violencia.
Una delegación del Consejo de Seguridad de la ONU realizó la semana pasada una gira por Africa para conocer más de cerca la crisis.
"Apoyamos la idea de crear un gobierno de transición que excluya a líderes del actual conflicto, incluso al presidente Taylor", dijo el viernes en Freetown el jefe de la delegación, el británico Jerry Greenstock.
"El pueblo de Liberia quiere el alejamiento de Taylor, pero no tiene forma de lograrlo. Estamos siguiendo de cerca la situación y queremos una transición ordenada", añadió. ***** +Sierra Leona: La larga sombra de Charles Taylor (http://www.ipsenespanol.net/interna.asp?idnews=21728)
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