El secretario general de la ONU, Kofi Annan, exigió el inmediato despliegue en Liberia de una fuerza internacional de paz para poner fin a la guerra civil.
Podemos realmente acabar con esta situación si se despliegan tropas urgentemente, dijo Annan este lunes en rueda de prensa.
Pero Estados Unidos y países de Europa occidental han obstaculizado la creación de la fuerza multinacional de paz en Liberia.
Creo que necesitamos prestar atención urgente a la situación en Liberia, que está haciendo equilibrio entre la esperanza y el desastre, afirmó el jefe de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
La esperanza radica en la creación de una fuerza internacional de paz a cargo de la Comunidad Económica de Africa Occidental (Ecowas), bloque de 15 países que encabeza Nigeria. El desastre, en el hecho de que las condiciones de vida en Liberia están en franco deterioro hace varias semanas.
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El retraso en el envío de una misión internacional de paz a Liberia tiene un gran costo en vidas humanas, advirtió Oxfam, organización humanitaria católica con sede en Londres cuyas operaciones en el país africano se han paralizado a causa de los combates.
Debemos esperar hasta que las batallas se detengan. Es demasiado peligroso para nuestro personal ir allí, dijo a IPS el activista Nathaniel Raymond, de la filial estadounidense de Oxfam.
Antes del fin de semana, cuando se reanudó la lucha entre las tropas del gobierno y la organización rebelde Liberianos Unidos por la Reconciliación y la Democracia (LURD), Oxfam suministró agua potable, instalaciones sanitarias y entrenamiento en higiene a 40.000 personas en Monrovia, la capital, y en sus alrededores.
Pero ahora no podemos continuar, dijo Raymond, para quien ya es hora de desplegar una fuerza internacional de paz en Liberia.
Por su parte, el experto Garth Evans, presidente del académico Grupo Internacional de Crisis (IGC), sostuvo que la posibilidad de una sangría aumenta cada día que pasa sin un compromiso pleno de Estados Unidos de respaldo a una misión para reforzar el cese del fuego entre el gobierno de Charles Taylor y LURD.
Washington, que ha tenido gran influencia sobre la vida política de Liberia, debe intervenir con militares en el terreno, advirtió Evans.
El experto sostuvo que la omisión de la comunidad internacional le ha dado tiempo a Taylor para encontrar modos de permanecer en el poder. El presidente liberiano ha diezmado y desmoralizado a su propio pueblo y siembra la inestabilidad en toda Africa occidental. Debe irse ahora, afirmó el experto.
Pero los gobiernos de Africa occidental alertaron que su capacidad de enviar tropas depende del apoyo financiero y logístico internacional.
Esto es aterrador e increíblemente frustrante, dijo el oficial de proyectos de Oxfam en Monrovia, Sam Nagbe, atrapado en su oficina a causa de una batalla.
La gente de aquí está sufriendo, y mientras continúan los combates tenemos menos posibilidades de ayudar. Necesitamos una fuerza de paz ahora, no dentro de un mes ni dentro de dos, agregó.
Annan llamó a LURD y al gobierno de Taylor a respetar el cese del fuego alcanzado el mes pasado. La crisis liberiana no puede ser solucionada mediante el enfrentamiento militar, que solo conducirá a un mayor deterioro de la ya mala situación humanitaria, dijo.
Cualquier intento de tomar el poder mediante la fuerza militar será inaceptable para la comunidad internacional.
Los combates del fin de semana llevaron a los rebeldes al centro de Monrovia. Taylor atribuyó la reanudación de la lucha a la postergación en el despliegue de una fuerza internacional de paz. Le digo a Estados Unidos: ustedes también tienen las manos ensangrentadas, dijo el presidente liberiano.
Solo este lunes, más de 50 liberianos murieron. La embajada estadounidense en Monrovia fue alcanzada por fuego de mortero.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ofreció su apoyo a la ONU, pero limitado.
Le aseguré (a Annan) que nuestra postura (sobre Liberia) es firme. Queremos que Ecowas pueda intervenir y deseamos ayudar a crear las condiciones necesarias para mantener un cese del fuego. El señor Taylor tiene que irse, y entonces participaremos con las tropas, dijo Bush.
Washington, que este mes envió a Liberia un grupo militar de avanzada para analizar la situación en ese país, exigió a Taylor que renuncie antes de que cualquier fuerza multinacional llegue a Monrovia.
Bush no hizo ninguna promesa concreta de liderar la fuerza internacional de paz para Liberia, como le solicitó Annan, pero admitió que su gobierno estudia cómo ayudar a resolver la crisis en ese país africano, con el que Estados Unidos tiene grandes vínculos históricos.
El territorio que hoy es Liberia fue comprado en 1821 por la Sociedad Estadounidense de Colonización, con la finalidad de dar un espacio a los esclavos libertos que comenzaban a ser problemático en Estados Unidos, en especial en el sur.
En 1847, el territorio se declaró país independiente. El nombre de su capital, Monrovia, honra al presidente estadounidense James Monroe (1817-1825).
El último tramo de la incesante guerra civil de Liberia comenzó en 1999, cuando LURD acusó a Taylor de dictador y lanzó una rebelión en el norte del país. Once de los 15 distritos del país quedaron sumidos en la violencia.
Annan dijo estar seguro de que, ante la intervención de Ecowas, Taylor renunciará, y entonces la fuerza será fortalecida con la ayuda de Estados Unidos con y tropas adicionales de Africa occidental.
Pero Taylor fue acusado por el Tribunal Especial de la ONU para Sierra Leona de suministrar armas y entrenamiento al insurgente Frente Unido Revolucionario (RUF) de ese país a cambio de diamantes. Miembros del RUF mutilaron a miles de civiles, incluso niños, y saquearon e incendiaron cientos de pueblos y aldeas.