La policía española informó este jueves que detuvo a una banda que este año lavó al menos 30 millones de euros (34 millones de dólares) procedentes del narcotráfico y los transfirió a Colombia.
Como resultado de la investigación policial, fueron detenidos el miércoles los hermanos José Luis y Juan Carlos Rivera, cabecillas del grupo y de nacionalidad española, y a cinco de sus cómplices, todos los cuales fueron puestos a disposición del juzgado central de instrucción correspondiente.
El director de la Unión Española de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente, Luciano Poyato, dijo a IPS que espera que la ley sea aplicada con contundencia a esas siete personas.
De las 57.820 personas presas en las cárceles españolas, 70 por ciento son drogodependientes que, en su mayoría, cometieron delitos debido a esa condición, señaló.
Esos adictos no deberían estar en cárceles, sino recibir un tratamiento alternativo en instituciones sanitarias especializadas, alegó Poyato.
Pero lo más importante es que no haya tráfico ilegal de drogas, y por eso es positiva la operación policial, que apunta contra quienes más se benefician de esa actividad criminal, añadió.
El delegado del gobierno para el Plan Nacional contra las Drogas, Gonzalo Jesús Robles Orozco, dijo a IPS que esa operación, sin ser la primera de su tipo, ?marca un hito por su magnitud y por el gran volumen de dinero que movían esos narcotraficantes?.
Los dos hermanos detenidos, uno abogado y el otro ingeniero aeronáutico de la línea aérea española Iberia, recibían dólares y euros resultantes del narcotráfico, al margen de los procedimientos legales para la circulación de moneda procedente del exterior.
Antes de cada una de las operaciones realizadas, los Rivera eran contactados desde Colombia por el encargado de centralizar la operación en ese país, quien les informaba mediante una clave acerca del próximo operativo y de la identidad de quien debía entregarles dinero en Madrid.
A partir de esa información, concertaban una entrevista personal con esa tercera persona, y convenían la fecha y el procedimiento para recibir el efectivo, en estaciones del ?metro? (ferrocarril subterráneo urbano) o estacionamientos de vehículos bajo grandes centros comerciales.
Una vez que el dinero estaba en poder de los Rivera, éstos lo trasladaban a un negocio de joyería que utilizaban como tapadera de sus actividades, ubicado en el centro comercial denominado Alcalá Norte, cercano a Madrid.
Allí era contado, clasificado, enfajado y depositado en una caja de seguridad hasta el día considerado oportuno, cuando se lo trasladaba hasta el aeropuerto internacional de Madrid-Barajas.
En la sala de llegadas de ese aeropuerto, el empleado de Iberia entregaba el dinero a su hermano Juan Carlos y le facilitaba el paso por la Aduana, simulando que procedía del exterior. Así se amparaban fraudulentamente en las normas para importación de moneda, y legalizaban el dinero sucio.
Luego la mayor parte del dinero era trasladada a Suiza, y el resto quedaba depositado en cuentas bancarias de España.
José Luis Rivera se ocupaba personalmente de trasladar el efectivo y depositarlo en determinadas cuentas corrientes, para disponer luego transferencias desde ellas a bancos de Bogotá y Miami, según la información suministrada este jueves por la policía española.
Los detenidos también enviaban a Colombia dinero procedente del comercio ilegal de drogas en España, mediante un ciudadano colombiano identificado como ?Johnny A.B.?, que giraba cada vez menos de 6.000 euros a cuentas radicadas en bancos de su país.
Los Rivera comenzaron sus operaciones a inicios de 2002, y los beneficios de las mismas ya les habían permitido comprar un avión y una avioneta, para trasladar sin intermediarios grandes cantidades de dinero, según presume la policía, con base en el hallazgo de dinero envasado al vacío y listo para ser desplazado por vía aérea.
El avión es un Super King Air 200, con autonomía de vuelo suficiente para cruzar el Atlántico, y la avioneta una Cesna 421- C.
La policía también se incautó de piedras preciosas por valor de varios millones de euros, en el negocio empleado como tapadera, de tres millones de euros (3,4 millones de dólares) en efectivo, y de tres máquinas de contar billetes y una de envasado al vacío.
También fue hallada en poder de la banda documentación contable de los dos hermanos, en la que constan las operaciones ilícitas realizadas.
La ministra de Defensa de Colombia, Martha Lucía Ramírez, visitó España en febrero y acordó en esa ocasión con el ministro del Interior español, Angel Acebes, que intercambiarían información de inteligencia y cooperarían en la lucha contra el narcotráfico.
En la operación que llevó a detener a los Rivera y sus cómplices colaboraron oficiales de enlace de la embajada española en Bogotá y de la estadounidense en Madrid, estos últimos adscriptos a la agencia antidrogas de Estados Unidos.
También cooperó la brigada contra el lavado de dinero de la policía federal suiza.
España es considerada una de las más importantes puertas de acceso a Europa de drogas ilegales, y es frecuente que la policía detenga a narcotraficantes en el país. A principios de marzo, fue desarticulada en Madrid una red internacional que introdujo en España unos 1.800 kilogramos de cocaína en el último año, además de lavar más de 54 millones de euros.
El lunes, la Guardia Civil (policía militarizada) se incautó de otros 2.800 kilos de cocaína en alta mar, al abordar el barco Poseidón a unas mil millas de las Islas Canarias, ubicadas frente a la costa noroccidental de Africa.