Poco o nada obtuvieron los 49 países más pobres del mundo en los dos primeros años de aplicación de un plan decenal de acción promovido por la ONU para ayudarlos a salir del estancamiento, según un diagnóstico del foro mundial.
El producto bruto interno por habitante de 15 de esos países se desplomó en 2002 y sólo en siete se registraron crecimientos económicos de tres por ciento o más, reconoció Anwarul K. Chowdhury, el funcionario de la ONU responsable del área.
Este informe preocupante fue elaborado por representantes de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), del grupo de esas naciones más desfavorecidas y denominadas eufemísticamente por la comunidad internacional Países Menos Avanzados, y de la sociedad civil.
No hay que culpar a nadie en especial por los escasos resultados logrados, pero es necesario que todos los sectores obligados, gobiernos, agencias de asistencia y la sociedad civil, asuman la responsabilidad y cumplan sus compromisos, dijo a IPS la ugandesa Elizabeth Eilor, delegada de la Red de Política Económica de Mujeres Africanas.
Las tareas de los países más pobres para cumplir con el programa de acción elaborado en mayo de 2001 en Bruselas todavía tienen que materializarse, confirmó un informe del secretario general de la ONU, Kofi Annan.
El programa de acción para asistir a los 49 Países Menos Adelantados en su esfuerzo por reducir la pobreza y alcanzar un desarrollo sustentable fue aprobado en una conferencia realizada en la capital belga por la ONU.
Según los criterios del Comité sobre Políticas de Desarrollo de la ONU, pertenecen a esa categoría de Países Menos Adelantados aquellos cuyo producto bruto interno por habitante es inferior a 900 dólares anuales.
La conferencia de Bruselas estableció compromisos para esas naciones pobres que también involucran al resto de la comunidad internacional, en particular a los países donantes, para el periodo que va de 2001 a 2010.
Entre esas obligaciones figuran alentar una acción centrada en la población, medidas de buen gobierno en los planos nacional e internacional y el refuerzo de las capacidades humanas e institucionales.
Otros compromisos aluden a la creación de capacidades de producción para que los países más pobres se beneficien de la globalización y del fortalecimiento del papel del comercio en el desarrollo, así como a la reducción de la vulnerabilidad y a proteger el ambiente y a movilizar recursos financieros.
Otras conferencias anteriores de la ONU y similares a la de Bruselas, realizadas en 1981 y 1990, establecieron programas también decenales de respaldo a los países cargados de pobreza y penurias varias.
Pero los dos primeros planes tampoco alcanzaron grandes progresos, admitió Chowdhury, para luego indicar que una de las razones fue la ausencia de mecanismos de seguimiento.
En este tercer programa para el decenio 2001-2010 también parece fallar, en especial en el plano nacional, el método de seguimiento de la ejecución de los compromisos, apuntó Bruno Houngan, de Benin, representante de la organización independiente Social Alert West Africa.
El informe de Annan precisó que sólo 11 de los 49 países más pobres del mundo han instalado el foro nacional, recomendado por las resoluciones de Bruselas, para discutir y evaluar la ejecución del programa de acción.
Houngan, para conjurar una tendencia que se prolonga desde hace más de dos décadas, aconsejó reflexionar sobre las acciones que se deben ejecutar para no caer en el estancamiento respecto de las obligaciones contraidas en Bruselas.
Sin embargo, esa propensión persistirá mientras no se afronten algunos retos, explicó Eilor. Los temas pendientes para los países menos avanzados son el comercio justo, la crisis de la deuda y las políticas macroeconómicas que persiguen, definió la activista.
Por su parte, Rogatien Biaou, ministro de Relaciones exteriores de Benín, el país que preside el bloque de los Países Menos Adelantados, subrayó el problema del comercio durante la sesión que el Consejo Económico y Social de la ONU (Ecosoc) dedicó en Ginebra a la situación de esas naciones.
Las subvenciones que otorgan a su producción Estados Unidos, la Unión Europea y China impiden que los campesinos de Benín, de Burkina Faso y de otros países africanos occidentales se beneficien de su mayor competitividad en el comercio de algodón, expuso Biaou.
El bloque de países pobres reclama que la Organización Mundial del Comercio (OMC) elimine barreras para favorecer su adhesión al sistema multilateral que esa institución regula, dijo Chowdhury, quien ostenta el cargo de Alto Representante de la ONU para los Países Menos Adelantados, Países en Desarrollo sin Litoral Marítimo y Pequeños Estados Isleños en Desarrollo.
El funcionario de la ONU pidió que el mundo industrializado abra sus mercados a los países pobres, que reduzca los subsidios a la producción interna y también los aranceles para permitirles competir en un nivel de igualdad.
Después de todo, la participación de los países más pobres en el comercio mundial apenas alcanza a 0,42 por ciento, alegó.
Chowdhury otorgó importancia crucial a que se adopte una decisión, que aliente el ingreso expedito de las naciones pobres al sistema multilateral, en la próxima conferencia ministerial de la OMC a realizarse del 10 al 14 de septiembre en el balneario sudoriental mexicano de Cancún.
Las últimas estimaciones de la ONU elevan a 718 millones los habitantes de los Países Menos Adelantados, lo cual representa alrededor de 11 por ciento de la población mundial.
Las proyecciones de población vaticinan que ese bloque de países contará en 2015 con unos 942 millones de personas, que equivaldrán a 13 por ciento de los habitantes del planeta.
Chowdhury reconoció a los periodistas que la cantidad de personas de estas naciones que viven con menos de un dólar por día aumentará a 420 millones en 2015.
Uno de los principales objetivos del programa de acción de Bruselas es reducir en 2015 a la mitad la pobreza extrema que domina a los PMA.