México descarga en Estados Unidos y la Unión Europea (UE) la responsabilidad por un eventual fracaso de la conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se celebrará en septiembre en el sudoriental balneario mexicano de Cancún, advirtió el negociador de ese país latinoamericano, Sergio Pérez Motta.
"México no va a ser el culpable de un fiasco en Cancún. Todo depende de los 146 estados partes de la OMC pero en particular de la voluntad política que corresponde a la Casa Blanca y a Bruselas", sostuvo el diplomático a IPS, en referencia a los órganos ejecutivos de Estados Unidos y la UE.
Las negociaciones previas a Cancún, en las que deberán adoptarse decisiones cruciales para la apertura del comercio global, se encuentran estancadas en Ginebra, sede de la OMC, por diferencias aparentemente insalvables en agricultura y acceso a medicinas baratas para países pobres.
"A dos meses de la conferencia tenemos muy poco, casi nada. Carecemos de acuerdos en la mayoría de los asuntos en debate", dijo un funcionario comercial a periodistas de habla española convocados a un seminario en esta ciudad suiza por la Fundación Friedrich Ebert de Alemania.
La fuente evaluó que las delegaciones de los 146 países de la OMC "todavía no están dispuestas a negociar".
"Esperamos señales en agricultura, pero también en la relación entre Estados Unidos y la Unión Europea", insistió el negociador.
Washington bloqueó en diciembre pasado un acuerdo que establecía una posible solución a la cuestión del suministro de fármacos genéricos, menos costosos que los patentados por los grandes laboratorios, a países pobres que carecen de capacidad para fabricarlos.
Por su parte, de la Unión Europea, que aporta alrededor de 50.000 millones de dólares anuales en subvenciones a su mercado agrícola, se espera una propuesta que incorpore ese sector a la apertura de mercados ya alcanzada en mercancías y servicios, los otros rubros que controla la OMC.
Pero Pérez Motta aclaró que la cuestión del acceso a la salud pública y su relación con las patentes farmacéuticas se encuentra "en manos de la Casa Blanca".
El representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick, ha dado muestras de voluntad de llegar a un acuerdo, dijo el delegado mexicano ante la OMC. Sin embargo, se requiere una decisión política del presidente estadounidense, George W. Bush, insistió.
En cambio, el arreglo de la cuestión agrícola depende de Bruselas, sede de la UE, estimó el negociador mexicano.
Hay que tomar "una decisión dolorosa" en la UE y también en Suiza, Noruega, Japón y Corea del Sur, precisó, en referencia a los países que más distorsionan el comercio agrícola con sus subvenciones a agricultores y exportadores agropecuarios.
Pérez Motta reclamó que los presidentes y gobernantes de la Unión Europea "nos digan en qué consisten las decisiones que adoptaron sus ministros de agricultura". hace dos semanas.
Los máximos funcionarios agrícolas de los 15 países de la UE convinieron en junio modificar la Política Agraria Común que regula el destino de los fondos comunitarios que subvencionan a los campesinos.
La UE anunció que abandonará de manera paulatina el apoyo a los volúmenes de producción para orientar esos recursos hacia el desarrollo rural, el bienestar animal y otros subsidios con efectos aparentes menos distorsionantes del mercado.
La UE "debe traducir" esas decisiones en términos comprensibles para las negociaciones agrícolas que se desarrollan en la OMC, demandó el representante mexicano.
Pérez Motta previno que si los temas de salud pública y de agricultura "no se resuelven, vamos a tener una reunión muy complicada" en Cancún.
Otros funcionarios comerciales estimaron que además de las señales en agricultura se esperan signos favorables de Estados Unidos y la UE para destrabar toda la negociación, que incluye en particular asuntos como trato especial a países pobres y aplicación de acuerdos anteriores que favorecen a países en desarrollo.
Esas fuentes subrayaron que los progresos en las negociaciones previas a Cancún dependen en forma primordial de las marcha de las "relaciones transatlánticas", que engloban a los mayores potencias comerciales, Estados Unidos y la UE.
La conferencia ministerial de la OMC es una oportunidad única para nuestra generación, dijo Pérez Motta. "Si fracasamos, habremos desperdiciado la posibilidad de consolidar el sistema multilateral de comercio", definió.
Las autoridades máximas de la OMC, el director general, Supachai Panitchpakdi, y el presidente de Consejo General, Carlos Pérez del Castillo, procuran terminar la redacción de un borrador de la declaración final de Cancún para presentarlo a las delegaciones en Ginebra entre el 17 y el 18 de este mes.
El Consejo General, autoridad superior de la OMC durante los recesos de las conferencias ministeriales bianuales, discutirá ese texto durante su próxima reunión, de los días 24 y 25 de julio. En la semana siguiente, una conferencia informal reducida de ministros de comercio examinará el documento en Montreal, Canadá.
Los negociadores comerciales admiten que la OMC se encuentra apremiada por el escaso tiempo para obtener un acuerdo sobre el documento que los ministros deben discutir en Cancún. Las actividades en la institución se interrumpirán durante dos semanas de receso estival y se reanudarán el 12 de agosto.
"Una paralización incomprensible", juzgó la fuente al recordar que 10 días antes de la iniciación del encuentro de Cancún deben completarse los documentos para facilitar las tareas de traducción y reproducción.