Fuerzas conservadoras del gobernante Partido Comunista Chino obligaron al presidente Hu Jintao a postergar una demorada reforma política democratizadora , aunque dentro del régimen de partido único.
En su primer discurso político importante, pronunciado el martes en el 82 aniversario del Partido Comunista, Hu exhortó a las autoridades partidarias a dedicarse a los intereses públicos y gobernar para beneficio del pueblo, y a los 60 millones de miembros del partido a vivir con modestia y humildad.
Sin embargo, no anunció elecciones locales con múltiples candidatos, competencia interna entre los miembros del partido ni más libertad de prensa, como se esperaba.
En cambio, Hu se limitó a decir que el partido debería demostrar mayor entusiasmo por las teorías políticas de su predecesor, Jiang Zemin, de acuerdo con la agencia oficial de noticias Xinhua.
Jiang promovía la teoría de las tres representaciones, según la cual el partido debería representar fuerzas de producción avanzadas, una cultura adelantada y los intereses básicos del pueblo.
El previsto anuncio de una reforma política, aunque moderada, no se realizó debido a objeciones de las autoridades más antiguas del partido, principalmente del ex presidente Jiang, que permanece al mando de las fuerzas armadas y habría bloqueado lo que consideró una reforma demasiado rápida del sistema, según observadores.
Las expectativas de reforma surgieron tras la publicación el 17 de junio de un artículo en Qiushi (Buscando la verdad), el principal diario teórico del Partido Comunista.
El artículo sugería la pronta revelación de una plataforma de democracia intrapartidaria a través de elecciones locales libres y de consultas con miembros comunes del partido.
Hu Jintao se proponía anunciar una reforma democrática interna y gradual, pautas sobre la distribución del poder entre el partido y el gobierno, y el papel del partido en la liberalización de la prensa, señaló Victor Yuan, director de Horizon Survey Group, un equipo semioficial de planificación estratégica.
El nuevo gobierno trata de acercarse a los ciudadanos comunes, es decir, escuchar a la gente y resolver sus problemas. Este sería uno de los pasos hacia la reforma política nacional. En el futuro, no habría más funcionarios vitalicios en China, sino que las autoridades serían juzgadas por sus méritos y logros, comentó Yuan.
Pero el llamado de la propaganda oficial a renovar la atención hacia la teoría de las tres representaciones impulsada por Jiang Zemin revela un contraataque conservador.
Los censores del partido también pusieron freno a la cobertura periodística de asuntos sensibles como la epidemia de síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) y un misterioso accidente submarino que mató a sus 70 tripulantes.
En las semanas previas al discurso de Hu, surgieron señales de altercados políticos, en reflejo de la incertidumbre reinante en los círculos partidarios por la distribución del poder tras la renovación generacional de autoridades.
Trascendió que Hu, quien asumió la secretaría general del Partido Comunista en noviembre y se transformó en el presidente de China en marzo, ordenó levantar de la programación televisiva una popular novela histórica en la que un joven emperador del siglo XIX es manipulado por los ancianos de la corte imperial.
Marchando hacia la República describe el reinado de Cixi, que gobernó China hace un siglo en representación del joven emperador. La novela habría ofendido a Hu, quien desde su asunción enfrenta sugerencias de que Jiang continúa gobernando desde detrás de la cortina de bambú.
Hu Jintao detectó muchos problemas en el funcionamiento del gobierno, entre ellos el encubrimiento inicial de la epidemia de SRAS, pero realmente no puede hacer más por reformar el partido en esta etapa, opinó Zhou Xiaozheng, profesor de sociología de la Universidad del Pueblo de China.
Nominalmente, Hu es el máximo líder, pero de hecho, Jiang todavía está a cargo de muchas decisiones políticas, agregó.
Sin embargo, Zhou confía en que China implementará en forma gradual elecciones locales y municipales libres. Actualmente, la mayoría de los cargos son designados directamente por el gobierno.
Es cierto que las nuevas autoridades han demostrado más preocupación hacia la gente común, y esto llevó al pueblo a pensar que las reformas políticas serían incluidas en la agenda gubernamental, señaló Zhou.
El gobierno chino ha evitado cualquier reforma política desde que puso fin por la fuerza a un breve período de liberalización a fines de la década de 1980. El movimiento estudiantil por la democracia terminó en 1989 con la masacre de la plaza de Tiananmen, que dejó cientos de muertos. (