BIRMANIA: Diplomacia fotográfica destinada al fracaso

El gobierno militar de Birmania lanzó un débil contraataque diplomático, ante la creciente presión de sus vecinos asiáticos para obligarlo a liberar a la líder opositora Aung San Suu Kyi y a reanudar el diálogo de reconciliación nacional.

El canciller Win Aung y el vicecanciller Khin Maung Win se encuentran de gira por la región, en forma separada, para exhortar a los gobiernos del sudeste asiático a ser pacientes y dar tiempo a Rangún para que se reencauce el proceso de reconciliación nacional.

En sus visitas a países de la región, Win Aung y Khin Maung Win llevan cartas personales del líder de la junta militar, Than Shwe, y un álbum de fotografías en que Suu Kyi aparece en buen estado de salud y en un lugar que no es la infame prisión de Insein.

Los enviados instan a los líderes asiáticos a que permitan a Rangún introducir reformas políticas y económicas a su propio ritmo y a no fijarle un plazo para la liberación de Suu Kyi.

La líder opositora fue detenida y colocada en ”custodia protectora” el 30 de mayo, cuando la caravana que encabezaba fue atacada por grupos armados partidarios del gobierno.

En la reunión ministerial de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) celebrada en junio en Camboya, los cancilleres dijeron a su par birmano que esperaban la liberación de Suu Kyi para mediados de julio.

Ese plazo sembró preocupación entre los gobernantes militares de Birmania, que contaban con el apoyo de sus vecinos asiáticos para resistir la presión de Estados Unidos y Europa por aislar internacionalmente a Rangún.

El vicecanciller Maung Win ya estuvo en Tailandia, Japón y Malasia, donde se reunió con cancilleres y primeros ministros. Sus próximos destinos son Singapur e Indonesia.

Mientras, el canciller Win Aung ya visitó las capitales de China y Bangladesh, y planifica viajar a Nueva Delhi, pero está a la espera de la aprobación oficial de las autoridades indias.

Hasta ahora, la diplomacia fotográfica parece haber producido escasos resultados.

En Japón, el primer ministro Junichiro Koizumi se negó a recibir al vicecanciller birmano. ”El jefe de gobierno no podía aceptar reunirse con un alto funcionario del gobierno de Birmania mientras Aung San Suu Kyi permanecía en prisión”, declaró un funcionario de Tokio.

El canciller japonés, Kawaguchi, dijo al enviado birmano que Tokio no aceptará nada menos que la liberación inmediata de la líder opositora, y que de lo contrario consideraría la suspensión de toda cooperación económica.

Inmediatamente después de la detención de Suu Kyi, Japón suspendió toda ayuda humanitaria y para el desarrollo dirigida a Birmania. Ahora, amenaza con interrumpir también el flujo comercial y de inversiones.

El álbum de fotos y las cartas personales de Than Shwe no tendrán, al parecer, mucho impacto, pues la mayuoría de los gobiernos de la región han advertido que no aceptarán nada más que la reanudación del proceso de reconciliación nacional y la liberación de la líder opositora.

La junta militar procura frustrar la posibilidad de que una misión ministerial de ASEAN visite el país e insista en entrevistarse con Suu Kyi, como decidieron los cancilleres en la reunión de Camboya el mes pasado.

La intención de los ministros es persuadir al gobierno militar de liberar a Suu Kyi y de reanudar el diálogo con ella. La visita de los secretarios de Estado depende ahora del canciller indonesio Hassan Wirajuda, quien encabezará la misión.

El gobierno militar birmano sabía de antemano que Estados Unidos y Europa rechazarían el arresto de Suu Kyi a fines de mayo. Lo desconcertante fue, en realidad, la vehemente reacción de sus vecinos, a los que hasta hace poco consideraba aliados incondicionales.

Birmania se ha convertido para ASEAN en una gran vergüenza internacional, que, según las autoridades, podría afectar el sector turístico y la recuperación económica.

”Ese país se convirtió en un dilema para ASEAN, un problema que debe ser afrontado ahora”, dijo Wirajuda a sus pares en Phnom Penh el mes pasado, según diversas versiones.

No hay duda de que ASEAN y Japon están elevando la presión sobre los generales de Rangún para que introduzcan cambios económicos y políticos lo más pronto posible.

Al enviar a sus dos funcionarios a las capitales asiáticas, Ranbún ha demostrado que está preocupada por la presión internacional.

Ahora, además, Birmania intenta utilizar la política del álbum de fotos a nivel interno. Un diario estatal que rara vez publica imágenes de Suu Kyi difundió una foto de la líder reunida con altos militares el fin de semana. El periódico se agotó en pocas horas.

Esta estrategia podría tener una de dos finalidades posibles: dar una imagen de luna de miel entre las dos partes o dar un paso hacia un diálogo real y significativo con Suu Kyi una vez que sea liberada.

Es demasiado pronto para pronosticar cuál de esas interpretaciones es la correcta. Lo que sí es real es la existencia de una batalla dentro de la junta militar sobre el futuro de Suu Kyi.

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