El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, comenzó este martes una gira por cinco países de Africa subsahariana armado con promesas de ayuda económica por un lado y con amenaza de represalias por otro.
Bush presentará a la región más pobre del mundo su Cuenta del Desafío del Milenio, un plan de 10.000 millones de dólares para reducir la pobreza mundial en tres años bajo la forma de inversiones dirigidas y condicionadas.
También ofrecerá a la región un programa de 15.000 millones de dólares para la lucha contra el VIH y el sida en Africa y el Caribe, en un período de cinco años. En Africa subsahariana viven 70 por ciento de todas las personas infectadas con el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida).
Por último, Bush presentará la Ley de Crecimiento y Oportunidades para Africa, que ofrece acceso preferencial al mercado de Estados Unidos a los productos textiles de aquellos países que cumplen con los criterios de gobernanza de Washington.
Según Kevin Watkins, jefe de investigaciones de la organización humanitaria británica Oxfam, esa ley es un arma de doble filo.
"El aumento del acceso al mercado (estadounidense) está condicionado a la apertura de los mercados africanos a inversiones de Estados Unidos, a la ejecución de normas sobre propiedad intelectual y al abatimiento de barreras comerciales a productos estadounidenses", señaló.
Por otra parte, Bush amenazará a los países anfitriones con retirarles la ayuda militar si no garantizan inmunidad a los ciudadanos estadounidenses ante la Corte Penal Internacional, establecida para juzgar crímenes de guerra y de lesa humanidad.
Asimismo, el mandatario presionará para obtener cooperación de inteligencia y acceso a bases militares, en el marco de la "guerra contra el terrorismo" lanzada por su gobierno como respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Bush llegó este martes a Senegal, donde condenó la esclavitud y reiteró su reclamo de renuncia del presidente de Liberia, Charles Taylor, en una reunión con el presidente senegalés Abdoulaye Wade y los mandatarios de otras siete democracias de Africa occidental.
Liberia se encuentra sumida en una grave crisis humanitaria. Más de 250.000 personas fueron desplazadas y cerca de 400 murieron en los últimos meses, en medio de combates entre rebeldes que exigen la renuncia de Taylor y fuerzas del gobierno.
Bush dijo en la capital de Senegal que aún no había adoptado una decisión sobre el envío de una fuerza de paz a Liberia.
En Sudáfrica, la principal economía de la región, las conversaciones se centrarán en las relaciones comerciales bilaterales y los perjuicios que los subsidios agrícolas de Estados Unidos causan a la agricultura nacional y regional, dijo Alec Erwin, ministro de Comercio e Industria.
Se prevé que Bush predique los valores del libre mercado en su reunión con el presidente Thabo Mbeki, en Pretoria.
Mbeki fue miembro del Partido Comunista Sudáfricano, que encabezará junto con la Coalición contra la Guerra y otros grupos de la sociedad civil una serie de protestas nacionales para transmitirle a Bush la opinión de los sudafricanos sobre su política exterior unilateralista y belicista.
Bush es consciente de que Sudáfrica y Nigeria, las principales economías de la región, constituyen la clave para la influencia estadounidense en Africa.
Para lograr reformas políticas en Zimbabwe, Liberia o la República Democrática de Congo, Bush debe convencer primero a Mbeki y al presidente nigeriano Olusegun Obasanjo de que la ideología no puede ser el motor de las relaciones entre Africa y Estados Unidos.
En cambio, el presidente estadounidense resaltará que el comercio y el acceso a los mercados deben ser la base de esas relaciones. ***** +Africa: El safari de Bush (http://www.ipsenespanol.net/interna.asp?idnews=22563)
(FIN/IPS/tra-en/nd/sm/mlm/ip dv/03)