SALUD: Comienza guerra de patentes por el SRAS

Ahora que la epidemia de síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) tiende a ceder en muchos de los países afectados, crece el interés comercial en torno a la enfermedad.

Cuando la epidemia estaba en su pico, en abril y mayo pasados, las autoridades de salud se concentraban en medidas para prevenir el contagio del SRAS, también llamada neumonía atípica.

Esas medidas siguen en pie, pero ante la reducción de la incidencia de la enfermedad y el levantamiento el martes de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de evitar los viajes a la capital de China, la última zona del mundo cubierta por esa advertencia, creció el interés por el hallazgo de una cura.

Es aquí cuando entran en escena institutos de investigación, grandes laboratorios y compañías de biotecnología.

El interés en el enorme potencial comercial de una cura para el mal quedó en evidencia en el simposio científico sobre el SRAS realizado el día 20 en Singapur, un día después de finalizada la conferencia internacional organizada por la OMS en Kuala Lumpur, Malasia.
[related_articles]
El simposio reveló la gran dimensión de los esfuerzos relacionados con la neumonía atípica en esta ciudad-estado que va camino a convertirse en un centro de biotecnología.

Institutos de investigación, hospitales, universidades y el sector privado presentaron 77 propuestas de investigación para obtener fondos de la Agencia de Ciencia, Tecnología e Investigación de Singapur.

Los grupos de investigación de este país podrían colaborar con otros del extranjero, dijo un portavoz de la Agencia.

Por otra parte, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos, y la Agencia de Columbia Británica contra el Cáncer, de Canadá, ya solicitaron patentes sobre el genoma del SRAS, en una acción que generó duras críticas.

”Como alternativa, esas agencias podrían haber publicado el genoma, impidiendo así que otros pudieran patentarlo”, escribió el médico Richard Gold, de la facultad de derecho de la Universidad McGill, de Canadá, en la revista médica The Lancet.

Lo que sucede es que ambas organizaciones se proponen no sólo impedir que otros patenten el genoma, sino también obtener el derecho exclusivo a utilizar y vender sus formas moleculares, agregó.

Pero también hay maniobras de competencia detrás de la medida. Versitech Ltd, de la Universidad de Hong Kong, también solicitó una patente, y otras empresas o instituciones podrían patentar diversos usos del genoma y productos que interactúan con él.

Una de esas empresas es la estadounidense Abbott Laboratories, que anunció planes para comercializar y distribuir un nuevo equipo de diagnóstico del SRAS en pocas semanas.

La compañía sostiene que el equipo, desarrollado por la firma biotecnológica alemana Artus GmbH, puede detectar el coronavirus, supuesto causante del SRAS, en etapas tempranas de la enfermedad.

Sin embargo, las febriles gestiones de grupos de investigación no buscan patentes defensivas, opinó Chee-khoon Chan, coordinador de la Iniciativa de Salud de los Ciudadanos y profesor adjunto de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Sains de Malasia, en Penang.

”La industria biotecnológica estadounidense realmente se echó a andar cuando los Institutos Nacionales de Salud (los centros de investigación de salud en Estados Unidos) permitieron que los receptores de sus fondos de investigación pudieran explotar comercialmente los hallazgos de sus estudios”, dijo a IPS.

Hasta entonces, tales hallazgos eran propiedad intelectual de esos institutos, explicó Chee-khoon.

Tarde o temprano ”habrá patentes, porque hay un enorme valor comercial en juego”, comentó Kalyan Banerjee, virólogo y ex director del Instituto Nacional de Virología de India.

Mientras, se vuelve notorio el alivio por la reducción de la incidencia del SRAS en el sudeste asiático. Las mascarillas ya no se apilan en los recipientes para residuos, y los trabajadores de la salud respiran más tranquilos.

Pero la defensa de esta región contra la epidemia entró en una nueva etapa luego de la decisión adoptada el martes por la OMS.

Ahora, las medidas se concentran en la vigilancia y la contención de la enfermedad, con dos áreas de interés en particular: el hallazgo de una cura y la validez de la definición de casos.

En todo el mundo, la OMS registró al menos 8.460 infecciones y 808 muertes por SRAS, en su gran mayoría en Asia oriental.

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe