La posible creación de una policía de la virtud, a cargo de asegurar la aplicación de la ley musulmana (sharia) en una provincia de Pakistán donde gobierna una coalición islámica, causa preocupación entre activistas, políticos y abogados.
La alianza de seis partidos islámicos Muttahida Majilis-E-Amal (MMA), ganadora de las elecciones de octubre de 2002 en la provincia de la Frontera Noroccidental, cuya capital es Peshawar, ha adoptado una serie de medidas para lograr lo que considera una sociedad pura y fiel al Islam.
MMA promulgó la sharia el mes pasado y ahora creará oficinas defensoras del pueblo, que podrán hacer uso de la fuerza a través de la hasba o policía religiosa para asegurar la aplicación de la ley.
Activistas temen que esto sea el nacimiento de una nueva brigada del vicio y la virtud como la del movimiento radical islámico Talibán en el vecino Afganistán, derrocado en 2001 por Estados Unidos.
Los talibán no son desconocidos en Frontera Noroccidental. Por el contrario, este movimiento radical afgano fue creado por jóvenes exiliados estudiantes de madrasas (escuelas islámicas) en esta provincia y en la de Baluchistán durante la ocupación soviética de Afganistán (1979-1989).
El gobierno de MMA quiere dividir a la sociedad. Está siguiendo los pasos del Talibán. Ahora controla la educación y el deporte, y pronto controlará también los lugares de trabajo, señaló el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, Afrasiab Khattak.
En los últimos meses, el gobierno de la provincia, fronteriza con Afganistán, canceló las licencias para la venta de alcohol, prohibió la música en el transporte público y negó el permiso a los hombres para trabajar como entrenadores de deportistas mujeres.
También cerró cines y censuró carteles publicitarios con fotografías de mujeres. Además, ordenó a todos los funcionarios a rezar en horario de trabajo.
Khattak dijo que el futuro de Pakistán está otra vez atrapado entre los militares y los extremistas religiosos, que son las dos caras de la misma moneda.
El presidente de la Comisión subrayó que MMA ganó con gran apoyo de los militares, que siguen siendo sus principales aliados.
La creación de la hasba debe ser rechazada porque se trata de una medida en esencia fascista. Es algo muy peligroso, porque le dará varas a las manos de los mulá, como se denomina en Pakistán a los líderes religiosos musulmanes, afirmó Qazi Anwar, uno de los jueces de la Corte Suprema de Pakistán.
La creación de la policía islámica permitiría el uso de la fuerza sin una orden previa. Esto va en contra de las libertades personales de los ciudadanos garantizadas en la Constitución, añadió.
Este proceso de islamización no sólo alarmó a los segmentos más liberales de la sociedad, a las mujeres y a las minorías, sino también causó roces entre el gobierno provincial y el gobierno en Islamabad.
El presidente Pervez Musharraf se esfuerza por mejorar su imagen ante Occidente y por eso ha lanzado una campaña contra el extremismo islámico, sobre todo la frontera con Afganistán y con India, su rival en Asia meridional.
Algunos activistas y políticos temen hablar en forma abierta contra la decisión de aplicar la sharia en la Frontera Noroccidental pues no quieren ser señalados como contrarios al Islam.
No obstante, muchos participaron la semana pasada del primer debate público sobre el asunto, organizado por el grupo no gubernamental Comité de Acción Conjunta.
El miembro de la asamblea legislativa de la Frontera Noroccidental Abdul Akbar Khan, del Partido Popular de Pakistán, dijo no oponerse a la promulgación de leyes islámicas, pero sostuvo que no son necesarias porque la constitución de Pakistán ya incluye preceptos musulmanes.
En los años 80, Pakistán introdujo leyes islámicas en el sistema de justicia, en especial contra el narcotráfico y las blasfemias.
Khan sostuvo que la promulgación de la sharia en Frontera Noroccidental fue inconstitucional porque las provincias no pueden legislar sobre asuntos relativos a finanzas y economía, que son sólo dominio del gobierno federal.
La ley islámica aprobada en la Frontera Noroccidental prohibe el cobro de intereses en los préstamos bancarios que se asignen en la provincia. La usura es contraria a los preceptos musulmanes.
El experto en leyes Sher Afan dijo que la promulgación de la sharia es sólo un intento de MMA de demostrar que cumplirá con sus promesas electorales. De hecho, Afan señaló que es una copia con pequeños cambios de la Ley de Aplicación de la Sharia de 1991, que nunca se puso en práctica en la provincia.
Las mujeres son las que más temen a las medidas de MMA.
Están gastando tiempo y recursos en asuntos inútiles. Va a ser una vergüenza para el país. Las mujeres en esta parte de Pakistán ya están marginadas por los conservadores. Ahora quieren hacer retroceder a la mujer aun más, afirmó la activista Bushra Gohar.
Las brigadas de la hasba van a acosar a las mujeres, y se les dará a los vándalos extremistas el poder de determinar qué está bien y qué está mal, señaló Gohar, y expresó su temor por el posible control sobre la vestimenta, la educación y las actividades de la mujer.
MMA quiere crear universidades separadas para las mujeres, pero activistas de los derechos humanos señalan que esa eventualidad constituiría una violación de derechos humanos. (