GUATEMALA: Ríos Montt en su laberinto

El veterano militar Efraín Ríos Montt, acusado de corrupción, pugnará por el gobierno de Guatemala pese a que su candidatura fue denegada en primera instancia por su pasado de dictador.

Dirigentes del gobernante Frente Republicano Guatemalteco (FRG) informaron que apelarán la resolución del Registro de Ciudadanos de rechazar la inscripción de su postulante a la presidencia del general retirado Ríos Montt, y adelantaron que, de confirmarse, convocarán a miles de personas a manifestarse.

Ríos Montt, de 77 años y equiparado por su modo de gobernar al ex dictador chileno Augusto Pinochet, preside en la actualidad el Congreso legislativo y ahora intenta otra vez competir por el gobierno de Guatemala en las elecciones del 9 de noviembre.

El Registro de Ciudadanos denegó el 6 de este mes la inscripción de Ríos Montt como candidato a la presidencia por el FRG, debido a su antecedente de haber llegado al gobierno en 1982 a través de un golpe de estado, condición prohibida por la Constitución en vigor.

Esta decisión repite las medidas que cortaron la intención del militar retirado de disputar la presidencia en 1990 y en 1995, por las mismas razones indicadas por el tribunal electoral este mes.

La Constitución prohibe en su artículo 186 ser candidato a presidente a toda persona que haya participado de un golpe de Estado o que, como consecuencia de ello, haya asumido el gobierno. Además, el artículo 281 señala que el 186 no puede sufrir reformas.

"Confiamos en el estado de derecho y por eso sabemos que el general podrá ser inscripto", declaró, sin embargo, el legislador y fiscal del FRG Jorge Arévalo, tras conocer el fallo del impedimento.

Los impulsores de la candidatura señalan que la situación de Ríos Montt está en regla porque la Constitución entró en vigencia en 1985, tres años después de que el general retirado ejerciera el poder de facto.

"La ley no puede ser retroactiva y por eso esperamos que el general sea nuestro candidato", sostuvo en varias entrevistas con IPS Arévalo, para quien el veterano militar es un hombre muy carismático y, por sus valores, un ejemplo para la juventud guatemalteca.

El panorama político es muy confuso sólo cinco meses antes de los comicios en Guatemala, uno de los países más pobres de América Latina y donde la inseguridad campea cuando sólo pasaron siete años de la firma del acuerdo entre el gobierno y la guerrilla para poner fin a 36 años de guerra civil, que dejó un saldo de unos 200.000 muertos.

Los "eferregistas", como son conocidos los miembros del FRG, pueden impugnar el fallo del Registro de Ciudadanos ante el Tribunal Supremo Electoral, la Corte de Constitucionalidad y la Corte Suprema de Justicia.

"Ríos Montt ha perdido el primer round, pero él apelará ante otras instancias y eso tiene a Guatemala en vilo", dijo a IPS el analista político Marco Antonio Barahona, de la no gubernamental Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies).

El ex dictador tiene escasas posibilidades de sortear los tribunales, pero en un país como Guatemala "todo es posible" y un ejemplo de esa paradoja es que el general es muy popular en las regiones rurales, donde más promovió la represión durante su gobierno de facto, agregó.

"Es como el primer día de la creación, todo está muy confuso…", añadió el politólogo, quien entiende que Ríos Montt tiene una fuerte autoridad moral entre los militares, pero en el electorado "genera o una gran simpatía o un gran rechazo".

Ríos Montt tiene una larga carrera política. En 1974 abandonó el ejército y presentó su candidatura presidencial, pero, según las versiones más aceptadas, un fraude electoral le impidió acceder entonces al gobierno.

Pastor de una iglesia evangélica, en 1982, mientras leía pasajes de la Biblia a un grupo de feligreses, varios soldados irrumpieron en su templo para anunciarle que el presidente militar de turno había sido derrocado.

Entonces, asumió la presidencia de la Junta Militar de Gobierno y luego se instauró como dictador, con la consigna de combatir a sus "cuatro jinetes del moderno Apocalipsis": el hambre, la miseria, la ignorancia y la subversión.

El presidente de Estados Unidos de la época, Ronald Reagan, (1981-1989) reconoció como legal al gobierno de Ríos Montt y lo apoyó en su llamada "campaña contra el comunismo". Sin embargo, el gobierno militar fue derrocado por otro golpe de Estado en agosto de 1983.

"En estos momentos Guatemala vive un momento crucial pues se ponen a prueba sus instituciones democráticas", dijo a IPS el director del no gubernamental Centro de Estudios de Guatemala, Sandino Asturias, hijo de Rodrigo Asturias, candidato a la presidencia por la izquierdista Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca.

"Ríos Montt es un gran violador de los derechos humanos. Representa el pasado que ya superamos. Con él retrocederíamos y quedaríamos aislados internacionalmente", agregó Asturias, para quien el posible fracaso electoral de la derecha abre una gran oportunidad para la izquierda.

El régimen de Ríos Montt implementó la llamada "política de tierra arrasada", que consistía en quemar pueblos rurales enteros sospechosos de simpatizar o ayudar a la guerrilla de izquierda enfrentada en la guerra civil con militares y paramilitares.

Por esa estrategia de tierra arrasada, la líder indígena y premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú intentó iniciar un proceso contra Ríos Montt ante la justicia de España, con la acusación de crímenes contra la humanidad.

"La imagen del partido gobernante descansa sobre Ríos Montt, pero como ciudadana para mí es una vergüenza que lo postulen como candidato", comentó a IPS Carmen Ortiz, investigadora académica de la privada Universidad Rafael Landívar.

Ortiz explica que en Guatemala todavía hay algunas personas que creen que este general retirado es la única persona capaz de frenar le violencia social, pero en muchos otros provoca pánico el hecho de que su figura vuelva a gobernar.

"Es paradójico que en sus discursos diga que va a respetar el estado de derecho, cuando nunca lo respetó y fue el creador de los cuestionados Tribunales de Fuero Especial", agregó.

Los Tribunales de Fuero Especial, a los que activistas atribuyen numerosos abusos e injusticias, eran organismos integrados por anónimos jueces "sin rostro", creados por Ríos Montt durante su gobierno para juzgar delitos cometidos en diversas comunidades del país.

Además, el ex dictador y el FRG afrontan hoy un gran desgaste político a causa de múltiples cuestionamientos sobre el manejo de la administración pública y una cadena de escándalos de corrupción.

El último de ellos es un desfalco millonario contra el Instituto Guatemalteco del Seguro Social, que algunos analistas consideran que puede llevar a la quiebra a la seguridad social y al sistema nacional de pensiones.

El mismo día 6, cuando se conoció el rechazo de la inscripción de su candidatura, Ríos Montt comenzó la campaña proselitista en un acto con una concurrencia de unas 20.000 personas.

Sin embargo, analistas políticos entienden que sus posibilidades de triunfo son escasas, en caso de superar los problemas legales de la candidatura, y sólo dependen de que la oposición se presenta muy fragmentada

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