El salvadoreño Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), una de las guerrillas más famosas en la historia de América Latina, es el partido favorito para triunfar en las elecciones presidenciales de marzo de 2004.
Hace 11 años que el FMLN dejó de disparar en las selvas tropicales, y batalla por votos para llegar al gobierno. Mientras El Salvador comienza a convertirse en un hervidero de cara a los comicios del año próximo, los ex guerrilleros quieren convencer a su país y al mundo de que son una opción democrática confiable.
Hemos madurado y estamos listos para gobernar, pero nuestro gran reto será demostrar que propiciaremos un cambio seguro, dijo en entrevista con IPS Julio Hernández, uno de los máximos dirigentes del partido.
La campaña política empezará oficialmente el 21 de noviembre, pero los principales partidos ya hacen proselitismo, en un país que trata de superar la pesadilla de la guerra civil de 1980-1992.
Aquel conflicto, librado por el ejército, paramilitares de derecha y el izquierdista FMLN, dejó como saldo 70.000 muertos, cientos de miles de heridos y casi dos millones de desplazados, además de destruir la economía salvadoreña.
Hernández, de 39 años, guerrillero en su juventud y hoy representante del FMLN ante el Tribunal Supremo de Elecciones, aseguró que si su partido gana los comicios, se confirmaría que los acuerdos de paz firmados en México en 1992 surtieron efecto.
Ahora estamos concentrados en discutir planes de gobierno y de desarrollo. No nos interesa remover los fantasmas del pasado. Nuestros rivales quieren despertar miedos infundados, agregó.
El FMLN tomó una fuerza inusitada tras su inesperado éxito en las elecciones de alcaldes y congresistas de marzo del 2003.
La antigua guerrilla ganó 76 de las 262 alcaldías del país, entre ellas la de la capital y las de las otras principales ciudades. Ahora los alcaldes efemelenistas, como se les llama, gobiernan en el nivel local a 48 por ciento de los salvadoreños.
En la unicameral Asamblea Legislativa, el FMLN logró 31 de las 84 bancas, y posteriores alianzas aumentaron aun más su peso.
El nuevo panorama genera temores en la derecha, pues hay que decir que la derecha salvadoreña es muy rabiosa y antiizquierda, dijo a IPS Marco Tulio Ramos, vocero de prensa del FMLN.
El Frente, como se le suele llamar, ha evolucionado y ya no se presenta como una alternativa comunista, sino como una opción de izquierda con ideas modernas para insertarse en el mundo actual, aseguró.
El avance electoral del FMLN ha alertado a su principal partido rival, el gobernante y derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), que ganó las últimas tres elecciones presidenciales y está en el poder desde junio de 1989.
Los areneros, como se denomina a los seguidores de ARENA, reacomodan sus fuerzas y buscan a un candidato presidencial que atraiga el caudal perdido.
Me parece que las primarias van a producir un candidato que no sólo recoja las simpatías del partido, también producirá un candidato de entrada ganador, aseguró a la prensa local el presidente de El Salvador, Francisco Flores, al referirse a los comicios internos en que ARENA elegirá a su postulante.
En una encuesta de la jesuita Universidad Centroamericana, realizada en mayo, el FMLN fue el partido con más intenciones de voto entre los consultados.
En ese sondeo, 40,6 por ciento de los entrevistados dijeron que votaría por el FMLN, 23,9 por ciento expresaron que apoyarían a ARENA, y 10,6 por ciento respondieron que no preferían a ningún partido. El resto de los encuestados no respondieron o anunciaron apoyo a grupos minoritarios.
En otra encuesta, realizada por la firma CID-Gallup del 7 al 11 de este mes, 28 por ciento de las 1.208 personas entrevistadas dijeron que votarán por el FMLN, 25 por ciento expresaron su preferencia por ARENA, y siete por ciento se inclinaron por el socialdemócrata Centro Democrático Unido, seguido por otros minoritarios.
Sin embargo, el politólogo salvadoreño Rubén Zamora dijo a IPS, sobre el FMLN, que un partido político que siempre ha sido oposición nunca está preparado para gobernar.
Pero bueno, hay que analizar lo que ofrece, y hasta el momento, lo que hemos visto es bastante deficiente, opinó.
El FMLN ya no habla de la ideología marxista leninista, ni de la apropiación estatal de los medios de producción, pero en lugar de esos conceptos quedó un discurso bastante confuso, afirmó Zamora.
A veces parece un partido socialdemócrata moderado y a veces se torna muy a la izquierda, todo depende del dirigente político que esté hablando, agregó.
En los últimos días, la embajada de Estados Unidos en El Salvador expresó que el FMLN podría ser un peligro para la estabilidad del país, si llega al poder.
Está por verse si el FMLN se mantiene como favorito después de que escoja a su candidato presidencial en las primarias del 27 de julio.
En ese proceso participarán más de 95.000 afiliados al partido, que podrán elegir entre dos aspirantes a la candidatura: el líder histórico Shafik Handal y el alcalde de la sudoccidental ciudad de Nueva San Salvador, Oscar Ortiz.
El gran reto del FMLN, fundado en 1980 para la insurgencia y como alianza de cinco partidos, será superar las diferencias internas que siempre han impedido su consolidación.
Creo que, por un lado, el proyecto de derecha de ARENA está desgastado y, por el otro, el de izquierda del FMLN no tiene viabilidad, interpretó para IPS el analista político Alberto Arene.
El FMLN despierta muchos miedos en algunos sectores, y sobre todo entre los empresarios, que temen un retroceso si llega al gobierno, comentó.
Los recelos recaen sobre todo en Handal, favorito para ganar la candidatura presidencial, fundador del Partido Comunista de El Salvador, ex líder guerrillero y uno de los dirigentes históricos del FMLN.
El simboliza un liderazgo más tradicional, de comunista de viejo cuño. Hay muchas dudas sobre qué lectura le daría a la economía y a la interconexión de los mercados. Shafik no es Lula da Silva, sostuvo Arene.
Podría haber una sorpresa política para la derecha y la izquierda, si se logra consolidar el intento en curso de formar una alianza de partidos de centro, previno.
El Salvador tiene seis millones de habitantes, y cerca de la mitad viven en la pobreza. Las difíciles condiciones sociales empujan a miles a emigrar a Estados Unidos, donde se calcula que residen casi dos millones de salvadoreños.
Los gobiernos de ARENA han impulsado una serie de privatizaciones de empresas estatales y en enero de 2001 decidieron la dolarización forzosa de la economía.
Algunos empresarios, industriales y líderes de círculos económicos se preguntan si un eventual gobierno del FMLN daría marcha atrás para emprender procesos de nacionalización o reestatización.
No, de ninguna manera, no haríamos confiscaciones ni nacionalizaciones de bancos, eso no tiene cabida en nuestro proyecto, dijo a IPS, al ser consultado sobre esos recelos, el abogado efemelenista Carlos Rivas, alcalde de San Salvador.
Rivas, de 44 años, sostuvo que los rivales de derecha del FMLN difunden rumores para dañarlo y restarle credibilidad dentro y fuera del país.
Somos un partido de izquierda dentro de un marco democrático, respetamos la propiedad privada y queremos insertar a El Salvador en el mercado internacional con un rostro humano, aseveró.
Sobre la relación con Estados Unidos, destacó que lo ven como un socio y no como un enemigo, pues el objetivo del FMLN es conciliar con esa potencia mundial para buscar el desarrollo económico y social de El Salvador. (