El escritor colombiano Fernando Vallejo ganó este viernes el premio internacional de novela Rómulo Gallegos, por su obra ”El desbarrancadero”, una metáfora de la violencia y la desolación de su propio país.
Vallejo, a quien el jurado premió por mayoría, es el tercer colombiano distinguido con el Rómulo Gallegos desde que el gobierno de Venezuela creó en 1964 ese galardón, cuya dotación actual es 100.000 dólares.
Antes fueron premiados sus compatriotas Gabriel García Márquez por ”Cien años de soledad” y Manuel Mejía Vallejo por ”La casa de las dos palmas”.
Vallejo logró una obra ”profundamente literaria y conmovedora, que refleja temas de dramática actualidad a través de una inaudita fuerza del lenguaje”, según el jurado, formado por el uruguayo Fernando Ainsa, el venezolano Víctor Bravo, el mexicano Christopher Domínguez Michael, la chilena Marcela Serrano y el español Enrique Vila-Matas.
”La violencia cotidiana, la crisis de la familia y la enfermedad alcanzan en 'El desbarrancadero' una inédita renovación de las letras en lengua española”, indicaron en el veredicto.
La novela premiada compitió con otras 245 de América Latina y España. Las otras nueve finalistas incluyeron a ”Varamo”, del argentino César Arias, ”La noche del aguafiestas”, del cubano Antón Arrufat, ”Me manda Stradivadius”, del español Rodrigo Brunori, y ”El guerrero del crepúsculo”, del uruguayo Hugo Burel.
También ”Soldados de Salamina”, del español Javier Cercas, ”Lodo”, del mexicano Guillermo Fadanelli, ”Lo real”, de la española Belén Gopegui, ”El round del olvido”, del venezolano Eduardo Liendo, y ”El común olvido”, de la argentina Sylvia Molly.
Las novelas en concurso, publicadas en el bienio anterior a la entrega del premio y consideradas una muestra del estado de la producción literaria en castellano, muestran ”el estallido de la narrativa latinoamericana en muchas direcciones, entre las que sobresale la violencia como tema”, dijo a IPS Ainsa.
Vila-Matas, ganador del premio en su anterior edición de 2001 por ”El viaje vertical”, opinó en cambio que la narrativa en castellano ”no goza de demasiada salud”.
Sin embargo, enfatizó a IPS que la obra ganadora ”le da sentido al premio, porque se trata de una novela valiosa y destacada”.
El jurado en su conjunto coincidió en que para la narrativa latinoamericana pasó ya el tiempo de la llamada ”novela total”, al estilo de ”Terra Nostra”, del mexicano Carlos Fuentes, que también fue premiada con el Rómulo Gallegos, o la propia ”Cien años de soledad”.
”El desbarrancadero” se caracteriza por la violencia, tanto en el lenguaje como en la historia que narra. Contada como un monólogo, la novela gira alrededor de una casa en Medellín que se desmorona, al igual que la propia Colombia, y en la que viven dos hermanos, uno de ellos enfermo de sida.
Fernando Vallejo, nacido en 1942 en Medellín, es también autor, entre otras obras, de ”La virgen de los sicarios”, llevada exitosamente al cine, y de ”Almas en pena, chapolas negras”, una biografía de José Asunción Silva, poeta colombiano del siglo XIX.
Además, ha publicado ”El río del tiempo”, ”El fuego secreto”, ”Los caminos de Roma”, ”Años de indulgencia”, y ”Entre fantasmas”.
El galardón será entregado formalmente el próximo 2 de agosto, fecha aniversario del nacimiento del novelista costumbrista venezolano Rómulo Gallegos (1884-1969), autor de ”Doña Bárbara” y ”Canaima”, en cuyo honor se creó el premio, entregado por primera vez en 1967 al peruano Mario Vargas Llosa por ”La casa verde”.
Desde entonces se premió en forma quinquenal, a García Márquez en 1972, a Fuentes en 1977, al mexicano Fernando del Paso por ”Palinuro de México” en 1982, y al argentino Abel Posse por ”Los perros del paraíso” en 1987.
Luego comenzó a entregarse cada dos años, a Mejía Vallejo en 1989, al venezolano Arturo Uslar Pietri por ”La visita en el tiempo” en 1991, al argentino Mempo Giardinelli por ”Santo oficio de la memoria” en 1993, y al español Javier Marías por ”Mañana en la batalla piensa en mí” en 1995.
También a la mexicana Angeles Mastretta por ”Mal de amores” en 1997, al chileno Roberto Bolaño por ”Los detectives salvajes” en 1999; y a Vila-Matas en 2001.
