CORRUPCION-PANAMA: Un pulpo cae en la red

La detención en Managua del empresario estadounidense Marc Harris, acusado del lavado de millones de dólares en Panamá, pone fin a una historia que develó la forma en que operan muchos delincuentes en países con leyes débiles.

La captura de Harris el martes ”es significativa por muchas razones”, dijo a IPS el editor del boletín financiero Offshore Alert, David Marchant.

”Se trata de uno de los mayores ladrones que han operado en los paraísos fiscales y, por tanto, ha perjudicado a muchas personas y manejado decenas de millones de dólares”, subrayó Marchant.

”Su detención es una advertencia a los delincuentes de que, no importa donde operen, es posible que un país mayor los detenga y los lleve a la justicia”, añadió.

Harris, nacionalizado panameño, es fundador y jefe ejecutivo del grupo de servicios financieros The Harris Organisation (THO), que administraba compañías de seguros y de fideicomisos y operaba servicios de banca por Internet. También ofrecía servicios como corredor de bolsa, y administraba fondos de inversión sin tener una sola licencia.

Offshore Alert, publicado en Miami, acusó a THO de ser insolvente y obtener fondos mediante una estafa tipo pirámide o ”esquema Ponzi”. Harris entabló una demanda contra Marchant en una corte federal de Miami pero perdió en julio de 1999. Apeló, pero perdió una vez más.

La estafa consistía en esconder el dinero de los clientes con transacciones sucesivas para ocultar su origen, y entonces apropiarse de él. Los clientes luego no podían hacer reclamaciones.

En la sentencia, el juez Michael Moore señaló que las declaraciones financieras de THO eran de ”validez cuestionable” y coincidió con Marchant en que había evidencia de que el grupo proveyó ”vehículos para la evasión de impuestos y el traspaso fraudulento de fondos fuera de Estados Unidos”.

El Programa Mundial Contra el Lavado de Dinero de la Organización de las Naciones Unidas señala que es muy difícil calcular el monto total del dinero que va al círculo clandestino de lavado en el mundo, pero se estima que todos los años se blanquean entre 500.000 millones y un billón de dólares.

Un informe del Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado de Estados Unidos reveló en febrero de 2001 que THO había sido instrumento para el lavado de al menos 100 millones de dólares pertenecientes a la corporación Forum, de Antigua, entre 1997 y 1998.

Según los clientes de THO, la especialidad de Harris era llevar estadounidenses a Panamá, a los que trasladaba en un lujoso automóvil Jaguar y rodeaba de atenciones para luego sacarles el dinero.

”La firma de Marc M. Harris es administrada por estadounidenses y para estadounidenses, especializada en las necesidades de los estadounidenses. Todo el trabajo es hecho por experimentados contadores, abogados, asesores de inversión, corredores de bolsa y administradores”, señala la propaganda de la compañía.

”Panamá tiene una jurisdicción que impone penas severas a la revelación de información confidencial. Por eso tenemos una política de privacidad”, añade.

El producto básico de THO era ”Octopus” (en inglés, pulpo) de acuerdo con documentos internos de la compañía publicados por el diario panameño La Prensa. Octopus era una fundación que abarcaba varias compañías, un banco y una firma de seguros sin vínculos aparentes entre ellos.

Las leyes en Panamá permiten que el nombre del verdadero dueño de la firma no sea incluido en los documentos, lo que permitía a Harris tener el control del dinero de la fundación en forma clandestina.

Las investigaciones de La Prensa demostraron que Harris también era protegido por el fiscal general panameño José Antonio Sosa, quien hizo caso omiso de un pedido de colaboración del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos para seguir los pasos del dueño de THO.

Sosa también desatendió pedidos de investigaciones contra Harris de parte de las autoridades de Alemania, la Oficina Antinarcóticos del Consejo de Defensa de Chile e Interpol.

”A Harris se le permitió operar tanto tiempo porque las autoridades regulatorias de Panamá, donde estaba radicado físicamente, y las de las Islas Vírgenes Británicas y de Nevis, donde sus principales compañías” tenían su domicilio legal ”se negaron a actuar”, comentó Marchant.

La comisión de cambios de Panamá reveló en 2002 que varios clientes, representados por abogados locales, presentaron litigios ante los tribunales contra Harris porque se negaba a cumplir con los pedidos de pago.

Algunos clientes de THO eran conocidos.

Dos narcotraficantes estadounidenses —Wallace Stull y James Somerville— informaron a un agente encubierto del FBI que habían invertido sus ganancias a través de THO, según una carta de la agencia dirigida en 1997 a las autoridades panameñas.

Stull y Somerville fueron arrestados, condenados y encarcelados luego en el sudoccidental estado de California.

Desde entonces, otros tres clientes y ejecutivos clave de THO fueron capturados en Panamá y luego condenados en Estados Unidos por diversos delitos financieros.

Se trata de Aurelio Anthony Vigna y su hijo Joseph, condenados por evasión fiscal a 24 y 18 meses de prisión respectivamente, y Brent Wagman, quien en 2000 se había confesado culpable de fraude de seguros antes de ser acusado de dirigir una estafa con inversiones por 30 millones de dólares, la mayoría de cuyas víctimas eran jubilados estadounidenses.

La estafa de Wagman incluía la venta de acciones falsas de compañías de petróleo y gas. THO también aportó compañías de seguros falsas para este fraude, y además brindó refugio a Wagman después de que éste huyera de Estados Unidos antes de ser acusado.

Wagman y THO cometieron en Panamá un nuevo fraude mediante una firma de inversiones llamada The Samaritan’s International Investment Club y de un fondo llamado The 21st. Century Fund, según Offshore Alert.

El FBI y la policía panameña tendieron una emboscada a Wagman, a quien arrestaron y deportaron a Estados Unidos. El 20 de diciembre de 2000, Wagman fue condenado a la pena máxima prevista para los delitos que le atribuyó la justicia —cinco años de cárcel— y multado con 19,7 millones de dólares.

La tortuosa historia de Harris también involucró otros nombres, como el de Vladimiro Montesinos, el ex jefe de los servicios de inteligencia de Perú, hoy en la cárcel acusado de 57 delitos, entre ellos narcotráfico, soborno, tortura y asesinato.

En 2000, Montesinos huyó de Panamá, donde se encontraba prófugo, en un avión privado de Harris.

En junio de 2002, la situación económica de Harris se había deteriorado tanto que fue desalojado de su residencia en Panamá porque debía 47.000 dólares en alquileres. Tuvo que mudarse a Managua.

* Miren Gutiérrez es editora jefa de IPS. Entre 1996 y 2001 fue editora de la sección Negocios del diario panameño La Prensa e integrante del equipo de periodistas que investigó a Marc Harris.

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