Los asistentes a un encuentro de comunicadores sociales organizado en la capital española por la Iglesia Católica coincidieron el fin de semana en pedir que los periodistas asuman un compromiso social al ejercer su profesión.
La reunión se celebró en el marco de la anual Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, establecida hace 40 años por el Concilio Vaticano II.
Con frecuencia los medios prestan un valiente servicio a la verdad, afirmó el papa Juan Pablo II en un mensaje con ocasión de la jornada.
Pero a veces funcionan como agentes de propaganda y desinformación al servicio de intereses estrechos o de prejuicios de naturaleza nacional, étnica, racial o religiosa, de avidez material o de falsas ideologías de tendencias diversas, añadió.
Además, la situación privilegiada de que gozan los medios de comunicación los obliga a estar por encima de las meras preocupaciones comerciales y servir a las verdaderas necesidades e intereses de la sociedad, sostuvo el Papa.
Los hombres y mujeres de los medios están especialmente obligados a contribuir a la paz en todo el mundo (…) esforzándose siempre por aunar a los pueblos y las naciones en un entendimiento y respeto mutuo, concluyó.
El periodista Miguel de los Santos, de larga trayectoria en el oficio, contó que tras alejarse de la Iglesia Católica se trasladó como corresponsal a América Latina, y allí se reencontró con su fe, al entrar en contacto con misioneros que ayudan a los sectores sociales más marginados.
El análisis de la televisión ocupó buena parte del tiempo de los reunidos, en búsqueda de la televisión que queremos, como se tituló al encuentro.
El periodista Fernando de Haro, del canal CNN Plus, afirmó que la televisión es el principal instrumento informativo que modela conciencias, y que por eso los profesionales de la comunicación tenemos que entender, aprender y amar la cultura mediática, para transformarla desde dentro, como los cristianos del siglo XIV hicieron con el Imperio Romano.
Otro periodista televisivo, Fernando Juan Campos, de la estatal Televisión Española, llamó la atención sobre las dificultades que deben vencer los jóvenes en esa profesión. Deben pisarse unos a otros porque hay un liberalismo excesivo, sostuvo.
Nosotros lo permitimos ¿acaso no tenemos conciencia social?, añadió.
Según Campos, la televisión crea modelos de conducta deleznables, en cuya prosperidad los espectadores tienen una gran responsabilidad.
Si queremos cambiar algo, no veamos la televisión que rechazamos, alegó.
El saliente alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, citó palabras del presidente del gobierno, José María Aznar, quien criticó con dureza a las emisoras por difundir telebasura, con programas soeces, alejados de todo contenido cultural.
Pero los responsables somos los que estamos en los puestos de dirección de la sociedad. Si algo sale mal en Televisión Española, la responsabilidad será también del presidente del gobierno y de los que le acompañamos en el ejercicio de la política, comentó Alvarez del Manzano.
El presidente de la Agrupación de Telespectadores y Radioyentes, Vicente Sánchez de León, presentó estadísticas que preocuparon a los asistentes.
En un país de 40 millones de habitantes, los viernes, de 22 a 23, unos 3,2 millones de personas miran televisión, y 39 por ciento de ellas son niñas y niños, pese a que en ese horario los programas están plagados de violencia y sexo, subrayó.
A la una de la madrugada de los sábados hay aún, en promedio, unos 400.000 niños viendo televisión de adultos, lo cual es un síntoma clarísimo de una dejación por parte de los padres y de que muchos de éstos no tienen conciencia de la enorme influencia de la televisión, sentenció Sánchez de León.
Además, no se cumple una directiva europea vigente en España desde 1994, que prohíbe emitir pornografía o violencia en el horario de seis a 22, subrayó la presidenta del Foro del Espectador, Ascensión López.
La periodista Sonia Losada, del canal privada Telecinco, negó que las emisoras siempre den preferencia a las malas noticias y a la telebasura.
Todas las cadenas informaron sobre los esfuerzos diplomáticos del Papa para evitar la guerra en Iraq y sus mensajes clamando por una paz posible y tachando a la guerra como un fracaso de la humanidad, adujo. (