Brasil y Cuba, grandes productores de tabaco, han logrado cumplir con un adelanto de varios años la meta de reducir el uso de bromuro de metilo, un gas usado en ese cultivo y que destruye la capa de ozono.
De acuerdo al Protocolo de Montreal, firmado en 1987 para controlar y detener la emisión de los gases que tienen ese efecto, los países en desarrollo deben lograr abatir 20 por ciento el uso de bromuro de metilo en 2005 y eliminarlo para 2015.
El consumo brasileño, que alcanzó un máximo de 1.790 toneladas en 1998, bajó a 440 toneladas en 2002 y se mantuvo estable en el primer trimestre de este año, con 115 toneladas, según el Ministerio de Ambiente.
Hace seis años, cuando se inició el programa para reducir el uso de esa sustancia, 95 por ciento de la misma se destinaba al cultivo de tabaco.
La acelerada caída llegará a 90 por ciento este año y a 100 por ciento en 2004, aseguró a Tierramérica Jorge Kampf, agrónomo y director-secretario de la Asociación de Cultivadores de Tabaco de Brasil.
Cuba, por su parte, ya logró eliminar completamente el bromuro de metilo de las plantaciones tabacaleras, aunque su uso se mantiene en cultivos de flores y de invernadero, y como plaguicida en depósitos cerrados, dijo a Tierramérica Nelson Espinosa, director de la gubernamental Oficina Técnica del Ozono.
Hoy el consumo nacional se limita a 35 toneladas anuales, un tercio del volumen de mediados de los años 90, indicó.
El bromuro de metilo es uno de los gases que agotan la capa de ozono de la estratosfera, cuya protección es fundamental para preservar la vida en la Tierra de los rayos solares ultravioletas.
Estados Unidos y Europa deberán prohibir a partir de 2005 ese fumigante, utilizado para esterilizar el suelo y productos agrícolas, y para eliminar insectos, hormigas, hongos, bacterias, nemátodos y malezas.
Es un veneno eficiente, pero muy tóxico. Su capacidad de destrucción del ozono en la estratosfera es 60 veces mayor que la de los clorofluorocarbonados, según el Ministerio de Ambiente brasileño.
América Latina está cumpliendo en general el compromiso de congelar su consumo a partir de 1999.
El Salvador, Panamá y Uruguay están muy cerca de alcanzar la meta de reducirlo a la mitad en 2005, señaló a Tierramérica Miriam Vega, coordinadora regional del Programa Acción Ozono del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El éxito del Protocolo de Montreal, al que adhirieron 184 países, se debe a que la población mundial asoció el adelgazamiento de la capa de ozono con riesgos para la salud, sostuvo.
Al deteriorarse esa capa, los rayos ultravioletas pueden provocar enfermedades humanas como cáncer de piel, disminuir la producción de proteínas en el mar y afectar la agricultura.
A través del fondo del Protocolo de Montreal, Brasil obtuvo 2,34 millones de dólares para la adquisición de equipos destinados a eliminar el bromuro de metilo en plantaciones tabacaleras del sur del país, con participación de 143.715 familias de agricultores involucrados.
Para sustituir el procedimiento tradicional (un semillero implantado en suelo desinfectado por inyección de bromuro de metilo), se eligió el uso de bandejas flotantes de polietileno, sobre una piscina sin profundidad.
En las cavidades de esas bandejas se colocan sustratos de suelo o cáscara de árbol, esterilizados con vapor y enriquecidos con fertilizantes, donde se siembran las semillas, describió Kampf.
Eso aumenta los costos de 15 a 20 por ciento, pero el incremento es compensado por la mejor calidad de las plántulas, y la bandeja requiere menos cuidados, explicó.
Cuba emplea una técnica similar, con una especie de túnel de náilon bajo el cual se colocan las bandejas. Sustratos variados, como turba, cascarilla de arroz y cachaza de caña de azúcar, son esterilizados con un desinfectante de suelo que no daña la capa de ozono, relató Espinosa.
El bromuro de metilo también se aplica a cultivos hortícolas, de flores y de fresas, que requieren desinfección del suelo.
Es necesario estudiar cada caso, adaptando alternativas como el vapor y el calentamiento, dijo a Tierramérica el brasileño Fernando Vasconcelos de Araujo, del Ministerio de Ambiente.
El avance será más lento que en los cultivos de tabaco, admitió, pero Brasil espera eliminar estos usos en 2006.
Cuba elabora un proyecto para terminar con los usos remanentes de bromuro, con apoyo del fondo del Protocolo de Montreal.
Ni Brasil ni Cuba son fabricantes del bromuro de metilo, importado por pocas empresas. Como esa sustancia va a dejar de usarse, no hay interés en su comercio ilegal ni en almacenar grandes cantidades, señaló Kampf.
* Con aportes de Pilar Franco (México) y Patricia Grogg (Cuba). (