La Organización de los Estados Americanos (OEA) clausuró este martes su asamblea general subrayando los desafíos sociales a la gobernabilidad democrática y sin asumir condenas explícitas al terrorismo y a Cuba, como propiciaba Estados Unidos.
La Declaración de Santiago sobre Democracia y Confianza Ciudadana, propuesta por Chile como país anfitrión de la 33 asamblea general de la OEA, llama a fomentar la credibilidad y la confianza ciudadanas en las instituciones democráticas, amenazadas por la corrupción y la impunidad que cubre actos ilícitos gubernamentales.
Según el documento, la gobernabilidad democrática está vinculada al fortalecimiento del Estado de derecho, el acceso a la justicia, el respeto a los derechos humanos, la promoción de consensos, el desarrollo, la estabilidad y la paz de los pueblos.
Del mismo modo, la declaración aboga por la vigorización de los partidos políticos como sustento de la participación electoral y de la democracia representativa.
Pero al mismo tiempo advierte que la estabilidad y el desarrollo requieren de la superación de la pobreza y de la exclusión social, y de un crecimiento económico con equidad.
Los cancilleres de los 34 países que forman la organización hemisférica recogieron así el llamado que el presidente de Chile, Ricardo Lagos, hiciera el domingo al inaugurar la cita y parecieron ignorar las prioridades planteadas el lunes por el secretario de Estado (canciller) de Estados Unidos, Colin Powell.
Según el jefe de la diplomacia estadounidense, que en las primeras horas de este martes viajó a Buenos Aires, los mayores desafíos a la gobernabilidad radican en el terrorismo y el narcotráfico, mientras el gobierno cubano de Fidel Castro es la única dictadura que prevalece en el continente.
Powell elogió el proyecto de creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) como futura cristalización de una unidad continental en que se conjugarán la libertad política y la libertad económica.
Cuba está excluida desde 1962 de la OEA, cuyos 34 estados miembros participan en la negociación del ALCA, que debe culminar en enero de 2005 para que durante ese año los poderes legislativos nacionales ratifiquen el tratado, que cobraría plena vigencia en diciembre o en los primeros meses de 2006.
Powell ha venido a darle instrucciones a todos los países miembros de la OEA, a decirles lo que tienen que hacer, señaló Jaime Gajardo, presidente del Consejo Metropolitano (Santiago) del Colegio de Profesores y militante del opositor Partido Comunista.
Gajardo cuestionó el tratado de libre comercio suscrito por Chile y Estados Unidos y sostuvo que el gobierno de George W. Bush pretende dominar a través del ALCA a todos los pueblos latinoamericanos y regresarnos a la época colonial.
Los ataques de Powell al gobierno cubano despertaron también la reacción de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH), que este martes acusó a Washington de querer avasallar la soberanía de las naciones latinoamericanas.
Fernando Quilodrán, presidente de la SECH, sostuvo que la humanidad vive una hora trágica, porque la mayor potencia mundial y militar de los tiempos se ha lanzado en una campaña sin precedentes, cuyo objetivo es imponer su dictado a todos los países de la tierra, como se demostró en la guerra contra Iraq.
Entre los objetivos anunciados (por el gobierno de Bush) se encuentra la república de Cuba, contra la cual el gobierno norteamericano intensifica una escalada de provocaciones y medidas que podrían conducir a la simple y brutal intervención militar, señaló la SECH en una carta a Lagos.
En la jornada final de la asamblea, la OEA conoció el informe anual de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, presentado por su presidenta, la jurista guatemalteca Marta Altolaguirre.
Según el reporte, los países del hemisferio donde más se violan los derechos fundamentales son Colombia, Venezuela, Haití y Cuba. Colombia es el país donde ocurre el mayor número de violaciones, especificó.
Según la entidad hemisférica, las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia son responsables de 40 por ciento de los atentados que costaron vidas humanas en los últimos años, pero las violaciones de derechos humanos son obra también de fuerzas militares y de paramilitares de extrema derecha.
Altolaguirre sostuvo que el gobierno de Hugo Chávez contribuye a la polarización en Venezuela y no ha cumplido su promesa de desarmar a los grupos civiles beligerantes, además de negarse a fijar una fecha para que la Comisión efectúe una visita de inspección al país.
En Haití no existe independencia del poder judicial, lo cual agudiza la crisis de los derechos humanos en ese país, señaló igualmente la jurista, que reprobó la ejecución de tres secuestradores de una lancha de pasajeros y las penas de prisión contra 75 disidentes en Cuba, en abril último.
Pese a la exclusión de Cuba de la OEA hace 41 años, la Comisión Interamericana sigue elaborando informes anuales sobre los atropellos a los derechos humanos en la isla, que se han incrementado según Altolaguirre, quien sugirió al foro abrir una nueva estrategia hacia esa nación.
