UNION EUROPEA: Un sí poco fervoroso de Eslovaquia

La insatisfacción de la ciudadanía de Eslovaquia con el desempeño de sus políticos estuvo a punto de impedir el ingreso del país a la Unión Europea (UE), advirtieron expertos. Los votos en el referéndum convocado con ese motivo fueron apenas suficientes.

Solo 52,15 por ciento de los ciudadanos habilitados asistieron a las urnas el viernes y el sábado. El mínimo exigido por la constitución para que un referéndum tenga validez es de 50 por ciento.

Pero 92,5 por ciento de los votantes indicó estar ”de acuerdo con que Eslovaquia se convierta en parte de la UE”.

Analistas atribuyeron la elevada abstención a la insatisfacción de la población con el gobierno: la consideraron una protesta silenciosa contra las dificultades económicas y sociales que sufre el país. El desempleo en Eslovaquia asciende a 18 por ciento, uno de los más altos de Europa.

La abstención ”puede ser interpretada como un cachetazo a los políticos por la forma en que trabajan y por las lamentables condiciones sociales de la población”, dijo a IPS la dirigente Diana Dubovska, del opositor Movimiento para una Eslovaquia Democrática.

Eslovaquia es el quinto de 10 países candidatos a ingresar a la UE que aprueba esa aspiración mediante la votación popular, luego de Malta, Lituania, Hungría y Eslovenia. Pronto se celebrarán consultas similares en Polonia y en República Checa.

Pero éste es el primero entre cinco referenda convocados en Eslovaquia desde su independencia, en 1993, que logró superar el mínimo constitucional de 50 por ciento de los ciudadanos habilitados concurriendo a las urnas.

Luego del cierre de los circuitos de votación, las autoridades aún no sabían si se había superado la cantidad de votantes requerida. Horas después, el primer ministro Mikulas Dzurinda anunció con orgullo que el referéndum había sido válido.

El gobierno declaró que el resultado fue una clara victoria de este país post-comunista hacia una Europa unida. Pronto comenzaron a llover las felicitaciones de las naciones vecinas y de funcionarios de la UE.

Pero el presidente Rudolf Schuster dijo que la campaña del gobierno para motivar a los ciudadanos a votar se acercó demasiado al fracaso. ”Sería inapropiado responsabilizar a una sola persona. El gabinete tiene una responsabilidad colectiva”, declaró en una conferencia de prensa.

El relator especial del Parlamento Europeo para Eslovaquia, Jan Marius Wiersma, dijo en Bruselas el domingo que la elevada abstención fue ”desalentadora”.

Algunos analistas habían afirmado antes del referéndum que una baja asistencia preocuparía a los inversores, pues despertaría desconfianza por el compromiso del país con la UE. La inversión extranjera es vital para la economía de Eslovaquia, como para la de los países europeos de pasado comunista.

El resultado del referéndum es ”perturbador”, afirmó el sociólogo Pavel Haulik, de la firma encuestadora MVK. Otros expertos consideraron que el gobierno fracasó en su intento de informar a la ciudadanía sobre su política internacional.

”La campaña fracasó en llegar a muchas personas. Fue burocrática, gris y no se dirigió a nadie. Al fin y al cabo, no fue convincente”, dijo a IPS el experto Michal Vasecka, del Instituto de Asuntos Públicos con sede en Bratislava.

La campaña para alentar a los ciudadanos a concurrir a las urnas se lanzó sólo dos semanas antes del referéndum. Enseguida surgieron las críticas por su falta de información y extrema brevedad.

Dzurinda prometió un análisis sobre la gran abstención, pero para más adelante. ”Gracias a Dios por este resultado. Llegar al 50 por ciento no es fácil”, dijo en los festejos en la plaza Hlavne Namestie de Bratislava el sábado de noche.

”Quiero agradecer a los eslovacos que se dieron cuenta de que esta votación no se refería al gobierno, a la oposición ni a los partidos políticos, sino al futuro de nuestro país y de nuestros niños”, agregó el primer ministro.

El ”descuido” es una de las principales razones de la abstención, dijo el viceprimer ministro y jefe de la campaña, Pal Csaky.

”La campaña de cada partido político individual a favor de la integración a la UE fue más visible que la campaña del propio gobierno”, dijo a IPS el vicepresidente del opositor partido Smer, Robert Kalinak.

Mientras, el canciller de República Checa —país federado con Eslovaquia hasta 1993—, Cyril Svoboda, afirmó que la votación en Eslovaquia era ”un aliciente” para que la ciudadanía de su país participe en el referéndum en junio. (

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