Una agria disputa estalló dentro de la Unión Europea (UE) ante la posible inclusión en el Tratado Constitucional de cláusulas que subordinen la cooperación con el desarrollo a la política exterior y de seguridad común.
El Comisario de la UE para el Desarrollo y la Asistencia Humanitaria, Poul Nielson, atacó la propuesta ante funcionarios de la UE, representantes de los gobiernos e instituciones del bloque y de la sociedad civil.
Me parece muy extraño que esta propuesta surja de improviso, en particular cuando se supone que debe haber transparencia en el trabajo de la Convención Europea, cuerpo que elabora el Tratado Constitucional bajo la dirección del ex presidente francés Valery Giscard D'Estaing, dijo Nielson este miércoles.
La asistencia humanitaria de la UE es un sistema que funciona. Siempre me dijeron que si algo no está roto no debemos arreglarlo. Lo único que necesitamos es unos pocos tornillos para ajustarlo, agregó.
La Convención, integrada por representantes de los 15 países integrantes de la UE y de los 10 que ingresarán en el bloque en los próximos años, considera eliminar los organismos a cargo de la cooperación al desarrollo, cuyos objetivos se incorporarían a un Consejo de Relaciones Exteriores y Seguridad.
De acuerdo con la propuesta, la UE contaría con un ministro de relaciones exteriores que también se haría cargo de la asistencia al desarrollo.
El borrador del Tratado Constitucional considera la cooperación para el desarrollo como instrumento de la acción externa de la UE. Organizaciones de la sociedad civil temen que esto ponga en entredicho la naturaleza y la magnitud de la asistencia al mundo en desarrollo.
Estas propuestas se insinuaron ya el año pasado, cuando se disolvió el Consejo de Desarrollo de la UE, que se reunía dos veces al año para tomar resoluciones sobre asistencia internacional. Sus funciones fueron asumidas por el nuevo Consejo de Relaciones Exteriores y Asuntos Generales.
Ahora, la Convención Europea propone que la política de asistencia al exterior, hoy independiente, se incorpore a la política de relaciones exteriores y seguridad común.
Nielson cuestionó la posibilidad de que la asistencia humanitaria se convierta en apenas un aspecto de la política exterior.
En ese sentido, el comisario indicó que el trabajo de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO), el principal organismo comunitario en la materia, no era resolver conflictos sino dar ayuda sin pretender sacar ventajas políticas o militares.
La propuesta a debate de la Convención Europea contradice la naturaleza de la asistencia humanitaria y podría conducir a una subordinación de la ayuda, agregó.
Los principios de la ley humanitaria están en juego, pues (la reforma) podría implicar que la UE intervenga en algunas crisis y no en otras, de acuerdo con sus intereses políticos, dijo Nielson.
El funcionario manifestó su beneplácito por el hecho de que la ayuda humanitaria tenga espacio en el Tratado Constitucional, pero advirtió que la Convención debería incluir en el texto el concepto de neutralidad.
La propuesta a consideración de la Convención Europea prevé un aumento de la intervención militar en la distribución de asistencia, una posibilidad que enviaría la señal equivocada a las víctimas en áreas críticas y que borraría los límites entre la guerra y la ayuda, afirmó Nielson.
Por su parte, la directora de la ECHO, Costanza Adinolfi, indicó que el concepto de neutralidad es esencial para la asistencia humanitaria, pero resulta difícil vendérselo a la Convención Europea.
Los miembros del cuerpo no aprecian la neutralidad en el contexto de la ayuda humanitaria, sino como parte de un debate más amplio, pero esta discusión continúa y continuaremos presionando, dijo Adinolfi.
El vicepresidente del Parlamento Europeo, Renzo Imbeni, sostuvo que la UE requiere de una nueva política exterior y de seguridad común para ayudar a los países que sufren dictaduras y terrorismo.
Podemos continuar como hasta ahora, pero debemos acompañar la asistencia humanitaria con información para demostrar que la ayuda procede de una sociedad civil. Debemos ser políticos con la asistencia, aunque cuidadosos, afirmó Imbeni.
Organizaciones no gubernamentales encabezadas por la británica BOND manifestaron su inquietud por la posibilidad de que la política exterior, las migraciones, el comercio y la seguridad determinen el destino de la agenda de la asistencia al desarrollo.
La Convención Europea ha estado dominada por discusiones menudas, tanto comerciales como de seguridad. Y los europeos sabemos, por nuestra propia historia, que la paz y la prosperidad no pueden construirse sobre la base de la exclusión, dijo el secretario general de BOND, Richard Bennet.
La Convención Europea prevé presentar el proyecto de Tratado Constitucional en junio.
Una conferencia intergubernamental se celebrará a fines de este año o comienzos del próximo para tomar decisiones cruciales sobre el papel de las instituciones de la UE, la Carta de Derechos Fundamentales y el reparto del poder. (
