España, Francia y Portugal resolvieron este lunes exigir el mantenimiento de la ayuda especial al desarrollo para las posesiones más apartadas de sus respectivos territorios continentales en la futura Constitución de la Unión Europea (UE).
La decisión fue tomada en la reunión realizada en Lisboa por la ministra francesa de Ultramar, Brigitte Girardin, el secretario español de Estado de Asuntos Europeos, Ramón de Miguel, y el vicecanciller portugués Carlos da Costa Neves.
Esa ayuda especial de fondos estructurales pasó de 2.452 millones de euros (2.756 millones de dólares) en el periodo 1989- 1993 a 4.820 millones de euros (5.418 millones de dólares) en el lapso 1994-1999. De ese total, casi 40 por ciento lo recibe el archipiélago español de Canarias.
El tratado de la UE reconoce como Regiones Ultra Periféricas (RUP) a las islas portuguesas de Azores y Madeira y a las españolas de Canarias, en el océano Atlántico, y a las posesiones francesas insulares de Guadalupe y Martinica, en el mar Caribe, y Reunión, en el océano Indico, más la continental de Guyana, en América del Sur.
Dinamarca, Gran Bretaña y Holanda, que también cuentan con territorios de ultramar, no forman parte del grupo porque, según explicó a IPS De Miguel, esas posesiones no son regiones de esos países sino colonias.
Los habitantes del territorio danés de Groenlandia fueron consultados en 1987 y decidieron quedarse fuera de la UE, Curazao y Aruba son colonias holandesas en las Antillas, mientras que Gran Bretaña cuenta, por ejemplo, con la lejana colonia de Malvinas, en el Atlántico sur, y con Gibraltar, una colonia incrustada en territorio español, explicó.
Ante la consulta de IPS sobre los casos de Ceuta y Melilla, dos ciudades españolas enclavadas en la costa de Marruecos, De Miguel expresó que tampoco son consideradas RUP porque hacen parte de Andalucía (una de las 17 comunidades autónomas) y no están a grandes distancias del resto del territorio, como es el caso de las islas Canarias.
En tanto, Girardin destacó que la reunión de Lisboa tuvo el propósito de estudiar la situación para la redacción de un memorando que Portugal, España y Francia firmarán el próximo 2 de junio en Martinica, que actualmente preside la conferencia de las RUP.
Ese documento de Martinica será presentado como una postura común sobre las RUP de los tres países en la Cumbre de Salónica del 20 y el 21 de junio, cuando Grecia entregará la presidencia rotativa de la UE a Italia.
En esa cumbre de la UE, a realizarse en la septentrional ciudad griega de Salónica, el ex presidente francés Valery Giscard d' Estaign presentará el borrador del Tratado Constitucional, que prepara en su calidad de titular de la Convención del bloque.
Se trata de reafirmar la necesidad de mantener el lugar particular de las RUP en el derecho comunitario actual y, por lo tanto, en la futura Constitución europea que resultará de los trabajos de la Convención, comentó Girardin.
Las RUP deben contar con las disposiciones más favorables de la política regional (de la UE), considerando sus permanentes desventajas en procesos de desarrollo, en especial en referencia a las infraestructuras, la tecnología, carreteras, modernización agrícola y pesca, añadió la ministra francesa de Ultramar.
Las posesiones de ultramar de los tres países cuentan con 3,7 millones de habitantes, poco menos de uno por ciento del total de la UE, mientras que el territorio de Guyana ocupa tres por ciento de la superficie del bloque europeo, y el conjunto de las islas apenas 0,5 por ciento.
El producto interno bruto por persona de las RUP equivale a 59 por ciento del promedio de la UE. La mejor posición al respecto es para las islas Canarias, con 75 por ciento de la media del bloque, y la peor es para Guyana, con 45 por ciento.
Además, la desocupación en en esas zonas de ultramar llega al doble de la que se registra en la UE, que según datos de la Oficina Estadística de las Comunidades Europeas es de 7,9 por ciento de la población económicamente activa.
Los principios básicos establecidos en el Tratado de la UE en vigor garantizan la igualdad y las mismas posibilidades para todos sus ciudadanos, lo cual determina la concesión de ayudas especiales a las RUP, desfavorecidas por la lejanía geográfica y por un desarrollo económico tradicionalmente modesto.
A este respecto, el portugués Costa Neves precisó que el principio esencial de la equidad entre todos los ciudadanos de la UE fue una vez más reafirmado en la Cumbre de Sevilla, que a fines de diciembre de 2002 clausuró el semestre de presidencia comunitaria española.
A la Convención le vamos a trasmitir un claro mensaje sobre la importancia del desarrollo de las RUP, particularmente en el sector agrícola, donde debemos estar siempre especialmente atentos, en una filosofía de aproximación horizontal de estas regiones al resto de Europa, añadió el vicecanciller portugués.
Por su parte, De Miguel descartó de plano una eventual reducción de fondos para esas regiones tras la ampliación de la UE de 15 a 25 países miembros en mayo de 2004, que se presume podría afectar a España y Portugal como países receptores de ayuda de la UE, a diferencia de Francia, que es donante.
El ingreso a la UE de Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y República Checa dentro de un año no es una amenaza para las RUP sino más bien un reto competitivo para las economías de Portugal y de España, opinó De Miguel.