SRI LANKA: Rebeldes condicionan diálogo a gobierno interino

La demanda de los insurgentes tamiles de Sri Lanka de establecer un gobierno interino en el noreste de la isla como condición para la reanudación del diálogo de paz indica que éste no está muerto, según diplomáticos y analistas.

Diplomáticos establecidos en Colombo recibieron con beneplácito el compromiso con la paz expresado el jueves en una conferencia de prensa por S.P. Tamilchelvan, líder de los rebeldes Tigres de Liberación de Tamil Eelam.

Tamilchevan excluyó la opción militar pese a que las conversaciones han estado suspendidas por un mes.

”Es tranquilizador que (los Tigres) mantengan la puerta abierta a las negociaciones a pesar de la actual parálisis”, comentó un diplomático.

Sin embargo, Tamilchelvan advirtió que su grupo boicoteará una reunión de donantes a realizarse en Tokio el 9 y 10 de junio a menos que el gobierno garantice, a través de los mediadores noruegos, la creación de un mecanismo de administración interina para el noreste de Sri Lanka.

Los Tigres luchan desde 1983 por la separación del norte y este de Sri Lanka, donde está concentrada la minoría tamil.

El actual proceso de negociaciones es el cuarto para poner fin a una guerra civil que se cobró 64.000 vidas.

El diálogo cobró impulso en la primera ronda, en septiembre de 2002, cuando los rebeldes dejaron de lado formalmente su pretensión de independencia total y aceptaron la posibilidad de alcanzar la autonomía y el autogobierno de las áreas tamiles.

Luego, los Tigres anunciaron la adopción de la vía política y se comprometieron a no reprimir el disentimiento dentro de la comunidad tamil en el norte y este de Sri Lanka, una isla del océano Indico.

Pero el pasado 21 de abril, los insurgentes suspendieron temporalmente su participación en las negociaciones en protesta por su exclusión de una reunión de donantes en Washington, organizada por el gobierno de Estados Unidos.

Los Tigres también manifestaron preocupación porque el año pasado se produjeron escasos avances en el noreste en términos de rehabilitación, reconstrucción y reubicación de más de 500.000 tamiles desplazados.

El gobierno de Ranil Wickremesinghe esperaba que los rebeldes revirtieran su decisión de no asistir a Tokio, o al menos enviaran una delegación de bajo nivel. En la reunión, gobiernos e instituciones donantes prometerán unos 3.000 millones de dólares para Sri Lanka.

Jehan Perera, director de prensa del no gubernamental Consejo Nacional para la Paz, consideró razonable la demanda de los Tigres de una administración interina en el noreste.

”Ellos sienten que no se ha producido ningún avance en el noreste en los últimos seis meses de negociaciones. Por lo tanto, se justifica que pretendan una estructura con más autoridad”, opinó Perera.

Los rebeldes reafirmaron su demanda de un gobierno interino en una carta enviada el miércoles por su principal negociador, Anton Balasingham, al vicecanciller noruego Vidar Helgesen.

Balasingham rechazó una propuesta de Colombo, enviada a través de los mediadores noruegos, para crear un nuevo modelo en que instituciones de gobierno local participen en actividades de reconstrucción y desarrollo en la región.

”Los poderes y funciones de esas instituciones locales son muy limitados… por lo tanto no pueden considerarse un mecanismo eficaz de administración que pueda asumir la inmensa tarea de la rehabilitación y la reconstrucción”, opinó el negociador rebelde.

En cambio, los Tigres pretenden una estructura administrativa con más facultades y capacidad de manejar el masivo influjo de ayuda que surgirá de la reunión de Tokio.

Según Perera, la pelota está ahora en la cancha del gobierno.

Los rebeldes recordaron la promesa preelectoral de Wickremesinghe de aceptar la propuesta de una administración interina de los Tigres hasta que se hallara una solución política al conflicto, e hicieron bien en recordarlo, opinó Perera.

”Decepcionados por la lentitud del proceso, los Tigres quieren que el primer ministro cumpla lo prometido y otorgue más facultades financieras a los rebeldes”, señaló.

Perera prevé que habrá una nueva ronda de negociaciones entre ambas partes a través de los mediadores noruegos.

Mientras, ”los japoneses están furiosos y se sienten humillados porque los Tigres boicotearán la reunión después de todo el trabajo de organización realizado”, comentó el director de una organización no gubernamental de Colombo. (

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