SALUD: EEUU se pone multilateral para luchar contra el sida

La política contra el sida de Estados Unidos incluye ahora un fuerte apoyo a un fondo multilateral establecido por la ONU. El gobierno de George W. Bush debió para ello sortear resistencias de dirigentes políticos conservadores y de la derecha religiosa.

La aprobación por la Cámara de Representantes de Estados Unidos de un paquete de 15.000 millones de dólares para combatir el VIH/sida en 14 países de Africa y el Caribe es una victoria clave para los activistas.

El proyecto de ley otorgaría 3.000 millones de dólares anuales a partir de 2004 a algunos de los países más afectados del mundo por la epidemia, y asigna hasta 1.000 millones de dólares al año al Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, establecida por la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

El Fondo, creado en 2001 a iniciativa del secretario general de la ONU, Kofi Annan, coordina la financiación para proyectos contra el sida, la tuberculosis y la malaria en todo el mundo.

En la institución participan los gobiernos, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales.

La cantidad atribuida por el proyecto de ley estadounidense al organismo quintuplica la propuesta original del presidente George W. Bush a fines de enero, cuando solicitó el paquete de 15.000 millones de dólares en su discurso anual al Congreso legislativo.

Sin embargo, el mandatario aprobó el aumento del aporte al Fondo, presidido por su secretario de Salud y Servicios Humanos, Tommy Thompson, a instancias Henry Hyde, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, quien redactó la versión final del proyecto.

Aunque los activistas contra el sida recibieron con beneplácito la votación del jueves, advirtieron que es muy pronto para celebrar, porque habrá que sortear muchos obstáculos antes de que se desembolse el dinero, aun si, como se espera, el Senado aprueba la propuesta la semana próxima.

Eso se debe a que el proyecto aprobado el jueves apenas ”autoriza” el uso de los fondos. El desembolso efectivo será objeto de una ley presupuestal separada, que comenzará a discutirse más adelante este año.

”En el pasado se han ignorado proyectos similares (de autorización de fondos), incluso cuando fueron aprobados por toda la Cámara”, recordó Paul Zeitz, director de la no gubernamental Alianza Mundial contra el Sida.

”Exhortamos al presidente y a los legisladores a asegurarse de que este proyecto no se convierta en otra promesa vacía”, agregó.

Según Zeitz, ”el presidente sólo demostrará su compromiso si se esfuerza por persuadir a los miembros de las comisiones de presupuesto de ambas cámaras de convertir en realidad esos fondos”.

Lo mismo opinó el activista Salih Booker, director de la organización no gubernamental Africa Action, que reclama al gobierno estadounidense la asignación de 3.500 millones de dólares al Fondo Mundial.

”Esto es sólo la autorización, por lo tanto es un voto fácil. La cuestión es si el Congreso está preparado para superar los límites presupuestales y asignar realmente el dinero”, señaló.

De todos modos, Booker, entre otros activistas, consideró que el proyecto aprobado por la Cámara de Representantes es mucho mejor que la propuesta original de Bush, que asignaba sólo 200 millones de dólares anuales al Fondo Global y establecía un desembolso mucho más lento, con 1.600 millones de dólares entre octubre de 2003 y septiembre de 2004.

El gobierno también planeaba como requisito a las organizaciones civiles que recibirían la ayuda el no respaldo a actividades consideradas proabortistas por Washington.

Pero Hyde, él mismo un conocido antiabortista, ayudó a persuadir a Bush y a numerosos derechistas del gobernante Partido Republicano de que la reducción del aporte causaría malestar entre los legisladores del opositor Partido Demócrata, y que una ley en la materia debería contar con apoyo bipartidista.

Otros dirigentes conservadores, como los de la coalición Derecha Cristiana, se oponían incluso a dar dinero a campañas de aliento al uso de preservativos para impedir la transmisión del VIH y que rechazaban la falta de control de Washington sobre las políticas financieras del Fondo Mundial.

En una ceremonia realizada el jueves en la Casa Blanca, en presencia de 13 embajadores de Africa subsahariana —región en que mueren 5.000 personas a diario por el sida—, Bush dijo haber solicitado al Congreso ”avanzar con la velocidad que requiere esta crisis”.

De todos modos, la presión conservadora obligó a los legisladores aceptar que el proyecto contemple el financiamiento de actividades de organizaciones religiosas opuestas al uso de preservativos y que un tercio del dinero asignado a prevención se asigne a alentar la abstinencia sexual.

Esas medidas fueron calificadas de ”irresponsables” por la activista Sally Ethelston, de la organización Acción Internacional sobre Población.

De todos modos, la aprobación en sí de la ley en la Cámara de Representantes marcó ”un día histórico en la lucha contra el sida”, dijo el presidente del no gubernamental Consejo Mundial de Salud, Nils Daulaire. ”Estados Unidos muestra ahora su liderazgo mundial en la materia”, agregó.

Los expertos del Fondo Mundial estiman que esta institución necesitará al menos 7.000 millones de dólares en los próximos dos años sólo para mantener sus actuales operaciones.

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