Las comunidades de inmigrantes en Gran Bretaña, sobre todo la musulmana, están cada vez más preocupadas por el creciente respaldo popular al ultraderechista Partido Nacional Británico (BNP), de prédica nacionalista y racista.
Los últimos avances electorales del BNP parecen ser sólo el comienzo de un período de notable expansión. El partido apunta a lograr representación también en los ayuntamientos de las zonas pobres, donde obtiene cada vez más apoyo.
El pakistaní Akhtar Ahmed se mudó hace 20 años a Gran Bretaña pensando en que tendría una vida tranquila, pero ahora está muy preocupado.
Ahmed comparte con sus dos hermanos la administración de una flota de taxis y un comercio de venta de periódicos. Se está haciendo cada vez más difícil trabajar. Tenemos que tener cuidado con cada pasajero y cada cliente que viene al comercio. No era así de malo en Pakistán, señaló a IPS.
En las elecciones regionales del día 1, el BNP obtuvo cinco asientos más en el concejo de la septentrional localidad de Burnley, escenario de violentos enfrentamientos entre jóvenes musulmanes y simpatizantes de ese partido hace dos años.
El BNP es ahora el segundo grupo político más grande en el concejo, con un total de ocho integrantes, desplazando al tercer lugar al Partido Demócrata Liberal. El Partido Laborista sigue siendo la mayoría.
La última vez pateamos la puerta y la abrimos. Esta vez hemos pasado por ella, dijo el portavoz del partido, Simon Bennett, en una conferencia de prensa luego del triunfo en Burnley.
Por primera vez, el BNP ganó bancas en la occidental región de West Midlands y en el sureste. El partido ya tiene 15 representantes en distintos concejos locales, cuando hasta hace un par de años no tenía ninguno.
Las comunidades musulmanas del norte de Gran Bretaña están cada vez más preocupadas por el crecimiento del BNP y por los frecuentes ataques antimusulmanes.
Es más preocupante para los musulmanes, porque son los principales objetivos de los ataques, dijo a IPS Ghiyasuddin Siddiqui, del grupo independiente Parlamento Musulmán.
Pero para Siddiqui, la colectividad musulmana tiene en parte culpa de este problema.
Los musulmanes necesitamos construir puentes entre las divisiones políticas, y esto no ha ocurrido. Todo esto es preocupante, pero los temores deben derivar en alguna clase de acción. Mientras no hagamos alianzas, la situación seguirá igual o peor, advirtió el dirigente.
Siddiqui, como muchos otros líderes de las colectividades de inmigrantes, acusa al gobierno por su falta de acción ante este problema.
Los principales partidos políticos deben darse cuenta de que, más allá de lo que suceda con las minorías, ellos también van a ser perjudicados si no ponen freno al BNP, advirtió.
Las mentiras deben ser aclaradas. La industria manufacturera colapsó durante la era de (la primera ministra Margaret) Thatcher (1979-1990), y nada se ha hecho para recuperarla. El BNP acusa a los inmigrantes por el desempleo, pero el gobierno debe explicar que si la gente es pobre, no se debe a los inmigrantes, declaró.
Pero para el presidente del Consejo Unido para el Bienestar de los Inmigrantes, Tauhid Pasha, el gobierno del primer ministro Tony Blair está haciendo exactamente lo opuesto.
Las políticas del gobierno hacia los que buscan asilo están facilitando la propagación de fuertes sentimientos contra los inmigrantes. Debe asumir su responsabilidad por el tipo de apoyo que está teniendo el BNP, dijo Pasha a IPS.
El gobierno laborista prometió que reduciría a la mitad para mediados de este año el número de inmigrantes. Nuevas medidas adoptadas en enero hacen mucho más difícil el ingreso a Gran Bretaña.
Este sentimiento contra los extranjeros está alimentando el apoyo al BNP. El gobierno debe afrontar su responsabilidades ante los inmigrantes, en lugar de hacerlos chivos expiatorios de sus propios fracasos, indicó Pasha.
El dirigente señaló que además estos temores están siendo fomentados por los medios de comunicación, que siempre tienen a la inmigración en su agenda.
Trevor Phillips, presidente de la Comisión para la Igualdad Racial, Trevor Phillips, opinó que el resultado electoral en Burnley debe hacer que suenen las campanas de alarma en todos los partidos políticos.
Tienen que despertar y poner atención a esto, pues de otra forma pasará una y otra vez, advirtió.
El BNP puede ganar en cualquier parte, como lo hizo en Brozbourne, Sandwell y Stoke-on-Trent. Cada vez será más fácil, y debemos cuidarnos de la complacencia. Un solo representante del BNP en el concejo local ya es demasiado, añadió.