El presidente de Chile, Ricardo Lagos, prometió este miércoles ante el parlamento ser intransigente en el combate a la corrupción, considerada la mayor mancha de su gestión, en un discurso marcado por violentos incidentes entre manifestantes y policías.
El mandatario, cuyo sexenio finalizará el 11 de marzo de 2006, compareció ante el Congreso legislativo en Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago, para cumplir con el tradicional Mensaje a la Nación que los presidentes chilenos pronuncian cada 21 de mayo al inaugurar la legislatura.
Lagos llega a esta etapa de su mandato tras una seguidilla de casos de corrupción que la prensa comenzó a denunciar en octubre de 2002 y que involucran a funcionarios y diputados oficialistas.
El presidente fue increpado por dirigentes estudiantiles que lo acusaron de incumplir sus promesas de democratizar el acceso a las universidades, como preámbulo de los incidentes que dejaron unos 30 detenidos y numerosos lesionados, entre ellos un camarógrafo que recibió en un ojo el impacto del agua a presión de un carro hidrante.
Una bomba molotov provocó un principio de incendio en un local de servicios telefónicos, y el coronel de la policía de Carabineros Joaquín Paredes, prefecto de Valparaíso, informó que fueron arrestadas dos personas bajo cargos de portar armas y una tercera, acusada de agredir a la fuerza pública.
Si bien la corrupción aparece como el punto más urgente a atacar por el gobierno, se advierte también un retroceso en los objetivos de equidad, según representantes de organizaciones de la sociedad civil entrevistados por IPS.
Lagos, un socialista moderado que encabeza el tercer gobierno desde 1990 de la centroizquierdista Concertación por la Democracia, sorprendió al inicio de su mensaje de 90 minutos al afirmar que no quiero ni voy a esquivar los problemas.
Desvirtuó así las versiones de que eludiría referirse a las prácticas ilegales que llevaron a los tribunales a unas 50 personas, incluyendo a un ex ministro y a cinco diputados oficialistas.
Mi gobierno será intransigente con los corruptos dijo Lagos. Añadió que la mayoría de los funcionarios públicos son honestos y atribuyó los escándalos a que las autoridades no supieron actuar a tiempo para contrarrestar la peligrosa relación entre la política y el dinero y modernizar el aparato estatal.
Prometió acabar con el pago de sobresueldos (remuneraciones extraordinarias no registradas) en el gobierno, corrigiendo procedimientos administrativos y estableciendo de una vez por todas, las formas de remuneración adecuada para las funciones públicas fundamentales.
En los últimos años Chile fue considerado el país menos corrupto de América Latina, con registros más positivos inclus, que naciones como Alemania, Israel, Bélgica, Japón y España.
En el informe anual de percepción de corrupción que la organización Transparencia Internacional publicó en agosto de 2002, Chile aparece en el lugar 17 entre 102 países, por la baja incidencia de estos delitos en el país, pero se espera que subirá posiciones en el índice de este año.
La percepción de corrupción entre los empresarios chilenos aumentó entre inicios de 2002 y de 2003 de 2,5 a 5,6, según un estudio del derechista Instituto Libertad y Desarrollo.
No obstante, Chile aventaja al resto de América Latina en la medición del índice de riesgo país, la posibilidad de cese de pagos según la percepción de los inversionistas, que toma en cuenta el grado de estabilidad política, la fortaleza de la economía y la corrupción estatal.
En marzo el riesgo país de Chile marcaba un diferencial de 150 puntos entre la cotización de sus bonos soberanos y la de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos, mientras el promedio latinoamericano se situaba en los 1.000 puntos.
Los casos de 'no probidad' son el mayor déficit del gobierno, pero la derecha, que cometió peores actos en contra de la riqueza del país y de los chilenos (durante la dictadura de Augusto Pinochet entre 1973 y 1990) permanece incólume, dijo a IPS Mireya García, secretaria general de la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos.
Indudablemente, el problema más serio que ha tenido este gobierno es el de la probidad pública, coincidió en señalar Manuel Baquedano, presidente del Instituto de Ecología Política, quien sostuvo igualmente que hay un retroceso grande en materia ambiental.
El sociólogo y analista político Tomás Moulian, señaló también a IPS la mancha de la corrupción, que si bien no implica enriquecimiento personal de individuos, a diferencia de lo que ocurrió en el régimen militar, es un mal uso de los dineros del Estado.
Sin embargo, para Moulian, el mayor déficit (del gobierno de Lagos) es haber profundizado el abandono, que ya habían hecho los dos primeros gobiernos de la Concertación por la Democracia, de la consigna de crecimiento con equidad.
Lagos destacó en su informe los avances en las negociaciones de tratados comerciales, que mejoraron la inserción internacional de Chile y son reconocidos como uno de sus mayores logros.
El presidente citó los acuerdos suscritos en el último año con Corea del Sur y la Unión Europea y manifestó su confianza en que se firme pronto el tratado de libre comercio negociado con Estados Unidos en diciembre de 2002.
El gobierno de George W. Bush ha diferido la suscripción de este pacto comercial como virtual represalia porque Chile, como miembro rotativo del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, se negó a apoyar la invasión militar lanzada contra Iraq el 20 de marzo por Estados Unidos y Gran Bretaña.
Chile no elude los desafíos, sostuvo Lagos al defender esa posición en el Consejo de Seguridad, recordando que su gobierno hizo esfuerzos ante varios líderes mundiales para que el objetivo del desarme absoluto, efectivo y comprobado de Iraq se cumpliera sin tener que recurrir a la guerra.
Chile está en contra del terrorismo, con pleno respeto a las reglas del multilateralismo, buscando el predominio del derecho y el consenso de las naciones, subrayó el gobernante.
Lagos enumeró en su mensaje seis tareas centrales para la parte final de su gestión.
Estas serán crecer económicamente a ritmos superiores, terminar con la extrema pobreza, asegurar el acceso a la salud de todos los chilenos, proteger a los hombres y mujeres de más edad, poner la educación al nivel del siglo 21 y elevar nuestra integración tecnológica y científica al mundo del mañana.
Baquedano y García admitieron como éxitos de la gestión de Lagos la mayor inserción internacional del país por la vía de los acuerdos comerciales, en tanto Moulian concedió entre los pocos logros la posición ante el conflicto de Iraq, donde se actuó con una cierta dignidad.
