DESARME: Estados Unidos lo arruinó todo

Estados Unidos perjudicó al régimen internacional de desarme al apartarse del multilateralismo, afirmaron altos funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y expertos estadounidenses en control de armas.

”La peligrosa doctrina de la contraproliferación agresiva destruye la confianza en la capacidad de las instituciones multilaterales para alcanzar el desarme a través de la diplomacia y las leyes”, dijo a IPS Jayantha Dhanapala, subsecretario general de la ONU para Asuntos de Desarme.

”¿Se puede creer en serio que es posible restringir para siempre la posesión de armas de destrucción masiva a unos pocos elegidos, mientras a otros se les niegan selectivamente mediante el uso de la fuerza?”, preguntó Dhanapala.

Luego de su victoria militar en Iraq, Washington desairó públicamente a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y a la Comisión de Vigilancia, Verificación e Inspección de las Naciones Unidas (Unmovic), los únicos organismos de la ONU con mandato legal para declarar si ese país del Golfo posee armas de destrucción masiva.

La Casa Blanca manifestó su oposición tajante al retorno de los inspectores de armas de la ONU a Iraq, mientras que John Negroponte, embajador de Estados Unidos ante el foro mundial, declaró que ”la coalición (encabezada por Estados Unidos) ha asumido la responsabilidad de despojar a Iraq de sus armas de destrucción masiva”.

De acuerdo con esta posición, Washington ya seleccionó a dos contratistas de defensa, Raytheon Corporation y Kellog, Brown and Root, que a corto plazo enviarán de 200 a 250 inspectores para buscar armas de destrucción masiva en Iraq.

Las máximas autoridades de la AIEA y Unmovic expresaron decepción ante esta postura.

Mohammed El-Baredei, director ejecutivo de la AIEA, destacó que su agencia es ”la única organización con facultades legales para verificar el desarme nuclear de Iraq, basadas en el Tratado de No Proliferación Nuclear y varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”.

Por ese motivo, ”la AIEA debería reanudar sus tareas en Iraq lo antes posible”, agregó.

Por su parte, el presidente ejecutivo de Unmovic, Hans Blix, opinó que las fuerzas estadounidenses deberían desistir de su búsqueda y permitir que un equipo internacional de inspectores verifique el desarme nuclear, biológico y químico de Iraq.

Tal proceso internacional de verificación tendría mayor credibilidad, en medio de especulaciones sobre que Washington ”plantaría” sus propias armas para culpar a los iraquíes, opinó un alto funcionario de la ONU.

La posesión de armas de destrucción masiva fue el argumento utilizado por Estados Unidos para atacar Iraq, pero ni los inspectores de armas de la ONU ni las fuerzas invasoras encontraron hasta ahora rastro alguno de tales armas.

Ron Daniels, director ejecutivo del Centro para los Derechos Constitucionales, un grupo de Nueva York, dijo que Estados Unidos debe invitar a otros países a cooperar con el proceso de inspecciones debido a las sospechas sobre sus intenciones de plantar armas en Iraq.

”La búsqueda y verificación de armas de destrucción masiva debe ser verificada en forma independiente por inspectores de armas de la ONU, y su destrucción debe realizarse de acuerdo con la Convención sobre Armas Químicas de 1993”, señaló Daniels.

La decisión de Estados Unidos de continuar su búsqueda unilateral de armas en Iraq también es considerada un obstáculo para sus propios esfuerzos por levantar el embargo que la ONU impuso a Bagdad en 1990, luego de la invasión iraquí a Kuwait.

La resolución del Consejo de Seguridad que impuso las sanciones establece que éstas sólo deben levantarse una vez que inspectores de armas de la ONU (no de Estados Unidos) hayan declarado que Iraq está libre de armas de destrucción masiva.

La inclinación de Estados Unidos al unilateralismo en materia de desarme también quedó probada por su retiro de varios tratados internacionales, incluso el Tratado sobre Misiles Antibalísticos de 1972 con la entonces Unión Soviética.

Asimismo, la administración Bush anunció que no tiene planes de hacer ratificar el Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares de 1976, no forma parte de la convención contra las minas antipersonales y rechazó un programa de inspecciones para verificar el cumplimiento del tratado internacional sobre armas biológicas.

Dhanapala está decepcionado por el alejamiento cada vez mayor de Estados Unidos de la diplomacia multilateral para alcanzar el desarme.

”Existe desesperación por el actual estado de cosas, y también la opinión generalizada de que la maquinaria del desarme no está funcionando”, lamentó el funcionario.

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