Los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Hugo Chávez, de Venezuela, pactarán este viernes nuevos negocios de unos 1.000 millones de dólares, en una reunión que también servirá para revisar la mediación brasileña en la crisis política venezolana.
Venezuela tiene su pecho en el Caribe, pero su flanco derecho está en el gigante del sur, el Brasil. Estamos abrazados y con la fuerza de su pueblo y la claridad de sus líderes caminaremos todo este siglo XXI, dijo Chávez durante un acto proselitista antes de viajar a Recife, capital del nororiental estado brasileño de Pernambuco, donde se realizará la cumbre.
Los ministros venezolanos de Energía y Desarrollo Social, Rafael Ramírez y Nelson Merentes, visitaron Brasil la semana pasada y ajustaron detalles de acuerdos para los cuales Brasilia abrirá líneas de crédito para Venezuela de 1.000 millones de dólares, según comentó Chávez luego de ese viaje.
Tras la asunción el 1 de enero de Lula, del izquierdista Partido de los Trabajadores, Brasil impulsó con éxito la creación de un Grupo de Países Amigos para apoyar la mediación en la crisis política venezolana del secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria.
Por entonces, Venezuela estaba semiparalizada por una huelga contra Chávez, que comenzó en diciembre y duró dos meses.
El Grupo de Países Amigos se integró con Brasil, Chile, España, Estados Unidos, México y Portugal.
Chávez invocó su afinidad ideológica con Lula, para tratar de que Brasilia promoviera la inclusión de otros países con gobiernos inclinados a apoyarlo, pero el pragmático mandatario brasileño no satisfizo ese pedido.
En cambio, Brasil vendió en enero al gobierno de Chávez gasolina por valor de 20 millones de dólares, cuando Venezuela estaba desprovista temporalmente de combustible debido a la huelga opositora.
Superada la fase aguda de ese conflicto, Chávez limó asperezas el miércoles con su par de Colombia, el derechista Alvaro Uribe, con quien se reunió en la sudoriental localidad venezolana de puerto Ordaz, y ahora viaja al encuentro con Lula para dar nuevo aliento económico a la relación bilateral.
Para Brasil, se trata de aprovechar una opción muy clara de profundizar la relación con Venezuela, independientemente de sus circunstancias políticas, dijo a IPS un diplomático brasileño que pidió no ser identificado.
Los nuevos negocios comenzarán por abrir líneas de crédito brasileñas, para que Venezuela adquiera bienes y servicios con destino a una decena de proyectos en los que ya participan firmas de Brasil, e incluyen la venta de medicamentos a Caracas por valor de 50 millones de dólares, con financiación del poderoso Banco de Desarrollo Económico y Social brasileño.
Venezuela quiere ayuda brasileña para mejorar cultivos, sistemas de riego y actividades ganaderas, mediante la compra de 40.000 vacunos, y también para construir centrales azucareras y comprar aviones de entrenamiento para combate AMX-T.
Una gama de negocios ya están en marcha, e incluyen la interconexión eléctrica entre Guri, al sudeste de Venezuela, y Boa Vista, al norte de Brasil, con un tendido de más de 1.000 kilómetros para conducir 200 megavatios por hora.
La firma brasileña Odebrecht construye en Venezuela un puente carretero y ferroviario sobre el río Orinoco, a 500 kilómetros de la frontera, con una inversión de 530 millones de dólares, de los que el Banco do Brasil cubre 85 por ciento.
Odebrecht también participa en la construcción de nuevas líneas ferroviarias urbanas en Caracas y su ciudad-dormitorio Los Teques, en proyectos que mueven más de 400 millones de dólares, y tiene contratos por 137 millones de dólares para sistemas de regadío.
El petróleo gravita sobre toda la negociación bilateral, aunque la construcción de una nueva refinería en el noreste brasileño, para destilar hasta 200.000 barriles diarios de crudo y que costaría 2.000 millones de dólares, es un proyecto mantenido en suspenso por las estatales Petroleo Brasileiro (Petrobras) y Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Petrobras calcula que puede cubrir su actual déficit de refinación, de 150.000 barriles de 159 litros diarios, si invierte 900 millones de dólares en destilerías ya existentes, y Pdvsa ajusta sus proyectos en el exterior tras perder unos 5.000 millones de dólares durante los dos meses de huelga opositora.
Ramírez dijo que se ofrecerá a Brasil participar en proyectos de prospección y producción petrolera en Venezuela, ya que Petrobras es una empresa líder en explotación de yacimientos marítimos, y fuentes brasileñas hablan de que Caracas puede respaldar con petróleo su acceso a las nuevas líneas de crédito.
El comercio bilateral tuvo en 2000 su mejor año, cuando se intercambiaron 2.079 millones de dólares. En 2002 disminuyó a 1.423 millones, con superávit para Brasil, que exportó 796,3 millones de dólares e importó 626,7 millones.
Brasil ha disminuido sus compras de crudo, y los principales productos que adquiere de Venezuela son gasoil y el combustible para aviación jet-kero. Los productos que más compra Venezuela a Brasil son automóviles, partes de automóviles para ensamblar, maquinarias y equipos.
Lula y Chávez inaugurarán un monumento en honor a José Ignacio Abreu e Lima, protagonista brasileño de la guerra de independencia y natural de Pernambuco, quien luchó junto al héroe nacional venezolano y libertador latinoamericano Simón Bolívar, referencia constante en los discursos de Chávez.
* Con aportes de Mario Osava (Brasil) (