Perú es para Brasil el camino más corto a la integración plena de América del Sur y a los mercados asiáticos a través de sus puertos en el océano Pacífico.
Esto quedó en evidencia durante la visita del presidente peruano Alejandro Toledo a Brasilia, el viernes, en la que dialogó con su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva sobre una alianza estratégica.
El acuerdo de libre comercio que Perú firmará en junio con el Mercosur (Mercado Común del Sur) podría destrabar la negociación entre este bloque, constituido por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Cinco países integran la CAN: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
El acuerdo deberá desgravar en diez años 85 por ciento de los rubros del comercio entre Mercosur y Perú y el resto en un plazo más largo. Los productos agrícolas son los más delicados para los países involucrados, a excepción de Brasil.
El acercamiento al Mercosur permitiría a Perú cumplir el papel que pretendió ejercer Venezuela, como pivote de la integración de las demás naciones andinas y el Mercosur.
Esto respondería al viejo sueño brasileño de unir América del Sur con miras a las negociaciones internacionales, especialmente las del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsadas por Estados Unidos.
La crisis política interna impidió a Venezuela materializar una alianza con sus vecinos del sur. Tampoco Bolivia logró, por sus limitaciones económicas y políticas, hacer de puente entre los dos bloques sudamericanos, pese a ser miembro pleno de la CAN y asociado al Mercosur.
El papel clave de Perú en la integración sudamericana es evidente en una simple mirada al mapa, dijo a IPS Enrique Amayo, investigador peruano residente desde hace años en Brasil, como profesor de la Universidad Estadual de Sao Paulo.
Además de mejorar la salida a los mercados asiáticos por su costa occidental, y de compartir la Amazonia y sus ríos con los vecinos, Perú es hoy el país más estable de la Comunidad Andina y sede permanente de este bloque, destacó Amayo.
La economía peruana está creciendo más que la de sus vecinos, pero este es un indicador relativo hoy, porque el punto de partida es muy bajo, después de una caída de 25 por ciento del producto en las últimas décadas, observó.
Toledo, Lula y once ministros de cada país discutieron aspectos de la integración física y comercial bilateral y subcontinental, como la implantación de vuelos entre 15 ciudades peruanas y brasileñas y de carreteras que unan el oeste brasileño a puertos peruanos.
Como resultado concreto, visitante y anfitrión firmaron un acuerdo para la construcción en 2004 de un puente sobre el fronterizo río Acre, entre las ciudades de Assis Brasil y la peruana Iñaparí, para conectar las economías de áreas vecinas de ambos países.
La relevancia de Perú para Brasil como camino al Pacífico y socio amazónico, la subrayó un siglo atrás el escritor Euclides da Cunha, autor de Os Sertoes, un gran reportaje sobre la masacre militar de una comunidad rebelada en el interior brasileño y que inspiró la novela La guerra del fin del mundo del peruano Mario Vargas Llosa, apuntó.
Las evidencias se acumularon con el tiempo, pero no impidieron que el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso (1995- 2002) cometiera el error de priorizar a Chile que, sin embargo, negoció un acuerdo comercial con Estados Unidos que debilita al Mercosur y a Brasil, en opinión del experto.
Pero el nuevo acercamiento a Perú refleja un cambio positivo de la política externa brasileña bajo el gobierno de Lula, intensificando el esfuerzo por la integración sudamericana, evaluó Amayo, destacando varios factores que favorecen la alianza.
Los ríos amazónicos que nacen en Perú y desaguan en Brasil acercan la producción brasileña a los puertos sudamericanos más cercanos a Japón y otros mercados asiáticos. La frontera común alcanza casi 3.000 kilómetros.
Ambos, junto a Colombia, están entre los países de mayor biodiversidad del mundo y conviene que se unan en defensa de sus riquezas naturales, ante la agresiva codicia demostrada por Estados Unidos y otras potencias, que acaba de quedar en evidencia en la guerra contra Iraq, a juicio del investigador.
El comercio bilateral, aún pequeño, pero con gran potencial de crecimiento es otro factor importante, reconoció.
El año pasado Brasil exportó 436 millones de dólares a Perú e importó solo 217 millones. El desequilibrio es uno de los aspectos que preocupa a los peruanos, que quieren vender más alimentos y otros bienes de consumo básico.
Por otra parte, la integración con Perú y otros vecinos es importante para que Brasil negocie en mejores condiciones el ALCA, pero también por su aporte al aumento del comercio, señaló el canciller Celso Amorim.
Desde que asumió la presidencia, el 1 de enero, Lula concentra esfuerzos en dialogar con todos sus pares sudamericanos. Además de Toledo, ya recibió en Brasilia a los presidentes Alvaro Uribe, de Colombia, Lucio Gutiérrez, de Ecuador, y Hugo Chávez, de Venezuela.
El 25 de este mes recibirá nuevamente a Chávez y tres días después al presidente boliviano, Gonzalo Sánchez de Lozada. El 12 de mayo será el turno del de Uruguay, Jorge Batlle. (