PERIODISMO-UNION EUROPEA: Medios portugueses lideran apoyo a EEUU

El apoyo del gobierno de Portugal a la invasión estadounidense de Iraq tiene en los editoriales de los principales periódicos del país su mayor defensor, contrariando el sentimiento mayoritario de la población y hasta a sus propios reporteros en el campo de batalla.

La adhesión a la guerra de quienes controlan los grandes medios de comunicación portugueses es incondicional, al contrario de lo que ocurre en el resto de la Unión Europea (UE) y hasta en el propio Estados Unidos, donde los directores de los llamados periódicos de referencia cuestionaron la opción bélica.

Los directores José Manuel Fernándes, de Público, y Mario Bettencourt Resendes, de Diario de Noticias, los principales periódicos de Portugal, y el presidente del consejo de administración de la agencia de noticias Lusa, Luis Delgado, encabezan el grupo con editoriales redactados en un lenguaje de abierto apoyo a Washington.

A ellos se suman analistas de televisión, en su mayoría profesores del Instituto de Estudios Estratégicos.

Al otro lado de la barricada, en aparente paradoja, se han colocado los enviados especiales a la zona de guerra, que en un esfuerzo diario intentan contrarrestar las opiniones de sus directores, ofreciendo una información que procura el equilibrio entre las dos partes en conflicto.

Los directores de los medios se defienden de las innumerables críticas contenidas en cartas de los lectores – – que además alaban el trabajo de los corresponsales – – señalando que las páginas de opinión contienen versiones divergentes sobre la guerra, escritas generalmente por profesores universitarios de mucho prestigio.

Sin embargo, esa explicación no parece suficiente para la mayoría de los portugueses que rechazan la guerra, al igual que la población de casi todo el mundo, incluida la de naciones cuyos gobiernos apoyan la decisión del presidente estadounidense George W. Bush, como Gran Bretaña, España o Italia.

La postura en favor de la guerra de los principales medios de Portugal, ”es verdaderamente sorprendente, al ser casi unánime y no tener paralelo en ningún otro país de la UE”, dijo a IPS Vital Moreira, profesor de derecho de la Universidad de Coimbra y corredactor de la Constitución emanada de la democracia nacida en 1974.

En el resto del bloque, ”la prensa osciló entre una postura dominante de condena de la guerra en las condiciones en que fue desatada y una razonable división de opiniones”, indicó.

Una situación similar se verificó hasta ”en los propios Estados Unidos, donde The New York Times, Los Angeles Times, Baltimore Sun y Philadelphia Inquirer no secundaron las decisiones gubernamentales”, añadió.

En cambio, Fernándes en su editorial del martes sostuvo que ”esta guerra no es virtual, esta guerra tiene sangre verdadera, pero cuando la guerra es la única solución para evitar males mayores, sólo nos queda saludar a los que se juegan la vida por nosotros y por nuestra forma de vida”.

Fernándes, quien hace dos décadas era un destacado pensador de la izquierda radical maoísta, renunció el jueves a su habitual espacio de columna editorial para ocupar una página completa en defensa de lo que describe como ”el más benigno de los imperios que la humanidad conoció: el imperio americano”.

Allí opinó que no es posible ”permanecer en una cómoda neutralidad” y admitió estar ”próximo del pensamiento estratégico de los neoconservadores”, quienes al hacer la guerra ”tienen la capacidad de correr el riesgo que separa a los hombres capaces de cambiar el sentido de la historia, de los que se limitan a asistir al fluir de la vida”.

En términos similares se expresa el director de Diario de Noticias, aunque agrega el condimento de la ”advertencia sobre el peligro comunista”, ya prácticamente en desuso en Europa e inclusive en parte de la prensa estadounidense.

Bettencourt Resendes afirmó el martes que, con la invasión angloestadounidense a Iraq, ”nunca, desde el final de la guerra fría (en 1991), había surgido una tan buena oportunidad para resucitar el ánimo de los comunistas, que tanto cayó con el muro de Berlín”.

Además indicó que el Medio Oriente ”necesita de una ruptura valiente”.

También entiende que la condena a la invasión de Iraq de la mayoría de los portugueses se debe a lo que denominó ”el factor Mario Soares”, en referencia del líder histórico del socialismo, varias veces primer ministro del país entre 1976 y 1983 y presidente entre 1986 y 1996.

Soares es ”el líder incuestionado de los portugueses que se oponen a la guerra y estoy seguro que lo hace con una combinación de convicción y de experiencia internacional, pero también fruto de un conocimiento poco profundo de la sociedad norteamericana”, escribió Bettencourt Resendes.

Pero el subdirector del Diario de Noticias, Antonio Ribeiro Ferreira, fue más duro aún el lunes con el presidente francés Jacques Chirac y el canciller (primer ministro) alemán, Gerard Schroeder.

Los ”señores de la viejísima Europa no perdonan a los Estados Unidos haber derrotado al nazismo alemán”, señaló Ribeiro Ferreira para luego acusarlos de ”colocarse objetivamente al lado de (el presidente de Iraq) Saddam Hussein”.

Por su parte, José Ferreira Fernándes, director del semanario Focus, salió al paso de quienes critican a Estados Unidos ”por ser el policía del mundo, cuando en verdad sería el caso de afirmar que felizmente hay un policía del mundo”.

En tanto, Delgado, el responsable de la agencia de noticias Lusa, se ha destacado por su implacable crítica a la labor la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y por ser un ardiente defensor de Estados Unidos.

Los contraataques de Iraq demuestran que ”deja mucho que desear el trabajo de Hans Blix y de sus inspectores (de la ONU) y se confirma lo que (el secretario de Estado de Estados Unidos, Colin) Powell decía que Bagdad todavía dispone de misiles SCUD”, de largo alcance, afirmó en su editorial del martes.

Sin embargo, el propio comando estadounidense no confirmó aún que Iraq haya usado esos misiles contra su vecino Kuwait.

La otra cara de la medalla, es ofrecida por los periodistas y editores de mesa de televisión, radio y prensa escrita, responsables directos de la cobertura de la guerra.

La estatal Radio Televisión Portuguesa (RTP) llegó a desafiar las orientaciones en favor de Estados Unidos del gobierno portugués al usar con frecuencia imágenes y despachos de la cadena de televisión qatarí Al-Jazeera, que se suman a los de sus propios enviados en Bagdad y en el Golfo.

Los informes de los periodistas de RTP desde la zona de guerra y desde Washington y Londres hasta ahora han intentado dar a conocer todas las facetas del conflicto, en flagrante desafío a sus directores.

El analista Luis Costa, de Público, felicitó este jueves a RTP por mostrar a Bush sonriente ante un camarógrafo ”ensayando con balbuceos aquello que diría al mundo, mientras era peinado, una especie de John Wayne a quien sólo le faltaba el sombrero de ocowboyo (vaquero) con aspecto de quién va a una fiesta de asado a la parrilla”.

Sin embargo, para Moreira, eso no basta, pues los máximos responsables de los medios se han convertido en una especie de ”ventrílocos del Pentágono”.

”La orientación ostensiblemente pro norteamericana (estadounidense) de nuestra prensa quedó patente en los editoriales de los periódicos de referencia, caracterizada por posturas abiertamente militantes”, tildando de ”antiamericanismo primario” a toda opinión que difiera de las de sus editoriales, explicó.

Moreira deploró la falta en Portugal de ”voces autorizadas (de los directores de diarios) como en otros países europeos, tales como El País, de España, La Repubblica, de Italia, Le Monde, de Francia, o The Guardian, de Gran Bretaña, y hasta de prensa de tipo conservador, que condenan la opción bélica”.

A conclusiones semejantes llegó Mario Mesquita, ex director de Diario de Noticias, actual profesor universitario y columnista regular de Público.

Mesquita, en la sección Espacio Público de esa publicación, sostuvo el domingo que, ”por primera vez en la historia reciente, Estados Unidos avanza para una guerra no solo sin el apoyo de sus principales países aliados, sino también sin la adhesión entusiasta de la mayoría de los periódicos nacionales”.

Bush ”no logró convencer a más de un tercio de los editorialistas” estadounidenses, añadió.

Mientras, en el campo de las cadenas de televisión, existen diferencias entre los dos extremos, que van desde ”el tono profesional de la ABC hasta la militancia pro Bush de la Fox- News”, puntualizó.

Mesquita señaló con sarcasmo que ”la mayoría de los periódicos (portugueses) apoyan generosamente la invasión a Iraq, en un cambio igualitario donde los norteamericanos mandan las tropas y nosotros contribuimos con los editoriales”.

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