IRAQ: Pacifistas mexicanos quieren boicot a EEUU

El empresario y activista de México Víctor Bonilla simuló su muerte en las afueras de la embajada de Estados Unidos, segundos después de iniciada la guerra contra Iraq, mientras el gobierno mexicano movilizaba 18.000 soldados y policías a zonas fronterizas e instalaciones estratégicas.

Bonilla, de la rama del calzado, y varios de los 800 activistas que gritaban furiosos en la noche del miércoles ”asesinos, asesinos” frente a la sede diplomática, reclaman al presidente Vicente Fox boicotear el comercio con Estados Unidos, un pedido descabellado para políticos y empresarios.

México expresó su desacuerdo con la guerra y Washington se declaró decepcionado por esa actitud.

A juicio de Bonilla, Fox actúa de forma incongruente. ”Si está contra la guerra, no debería seguir impulsando las relaciones comerciales y políticas con Estados Unidos”, dijo a IPS.

La postura de Bonilla – – que al comenzar la guerra protagonizó una protesta simulando morir acuchillado – – y de otros activistas, contrasta con la que sostiene la mayoría de la población.

Ochenta y dos por ciento de los 551 consultados en una encuesta telefónica publicada este jueves por el diario Reforma, aprueba la forma en que el presidente se manifestó contra la guerra a Iraq sin autorización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

A la pregunta de si México debe colaborar con Estados Unidos en cuestiones de seguridad durante la guerra, 47 por ciento de los entrevistados respondió que sí, 47 por ciento que no, mientras seis por ciento no contestó.

Según Reforma, su encuesta tiene un margen de error de 4,3 puntos porcentuales.

A pesar de sus diferencias respecto de Iraq, Estados Unidos y México concertaron el martes que en caso de se iniciara la guerra se aplicaría un operativo de seguridad en diversos puntos de su frontera de 3.200 kilómetros.

El objetivo de las medidas es prevenir ataques terroristas. La guerra comenzó este jueves por la mañana, con bombardeos estadounidenses sobre la capital iraquí.

Los estrictos controles, activados el miércoles, hicieron lento el paso de mercancías y personas en la frontera, donde se registran unos 300 millones de cruces al año.

El gobierno de Fox emplazó soldados y policías en aeropuertos, puertos e instalaciones estratégicas de petróleo, electricidad y agua.

”México parece preparado para cualquier contingencia en seguridad, pero nadie lo podrá salvar del impacto económico de esta guerra”, declaró a IPS Marco Cárdenas, profesor de economía en la privada Universidad Metropolitana.

Estados Unidos es destino y origen de más de 90 por ciento del comercio mexicano.

Además, en territorio estadounidense residen más de 20 millones de personas nacidas en México o descendientes de mexicanos.

”Si la guerra es corta, el impacto será pequeño, pero si se extiende más allá de nueve meses, el impacto será desastroso para México, pues podría registrarse este año una caída del crecimiento de más de uno por ciento en el PIB”, producto interno bruto, apuntó Cárdenas.

Según las metas económicas del gobierno, fijadas a fines de 2002, el PIB crecería tres por ciento este año.

En 2002, el crecimiento fue de 0,9 por ciento, 0,8 puntos porcentuales menos que la meta oficial de 1,7, un comportamiento atribuido a la contracción de la demanda de bienes en Estados Unidos.

Pero para los manifestantes de este miércoles, lo mejor que puede hacer México ahora es cerrar la llave del comercio con Estados Unidos y así demostrar su repudio contra la guerra.

Lo que piden estos grupos es absurdo, expresó Cárdenas.

El gobierno de Fox cosechó un amplio respaldo en todos los sectores políticos, empresariales e intelectuales por mantener su postura contra la guerra.

México, que ocupa un sitio no permanente en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, resistió las presiones y amenazas de Washington para que apoyara su estrategia bélica contra Iraq.

”Lamento, lamento mucho, la posible pérdida de vidas humanas y las consecuencias negativas que una guerra trae consigo”, declaró este jueves el presidente Fox.

México trabajará ”activamente con la comunidad internacional y con Iraq mismo” para apoyar las acciones humanitarias a favor de las víctimas de la guerra, indicó.

El presidente descartó que Estados Unidos tome algún tipo de represalia efectiva con este país por no apoyar la guerra, pues consideró que con ese país hay una ”relación madura”.

Canadá y México, que junto a Estados Unidos integran el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, expresaron su desacuerdo con su socio y vecino por el inicio de la guerra en Iraq.

”Estamos decepcionados porque algunos de nuestros aliados más cercanos, incluyendo a Canadá y México, no comparten nuestro sentimiento de la urgencia con que la comunidad mundial tiene que combatir la amenaza de Iraq”, declaró el martes Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado (cancillería).

No obstante, añadió, ”nosotros (Washington) valoramos nuestra relación con México y seguiremos cooperando con su gobierno en una amplia gama de asuntos bilaterales”. (

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