IRAQ: Francia quiere su tajada en la reconstrucción

Empresas francesas y estadounidenses pugnan por el lucrativo negocio de la reconstrucción de Iraq, una vez que cese la guerra contra ese país encabezada por Estados Unidos y Gran Bretaña.

Funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas de Francia se reunieron esta semana con miembros del Movimiento de Empresas de Francia (Medef), el principal grupo empresarial francés, para ”analizar cómo las empresas francesas pueden hacer negocios en Bagdad tras el cese de la guerra”, dijo una fuente del gobierno.

El intercambio comercial entre Francia e Iraq ascendía a 1.500 millones de dólares por año antes de la guerra. Se calcula que la reconstrucción iraquí podría exigir una inversión de entre 25.000 millones y 100.000 millones de dólares.

La gubernamental Agencia para la Asistencia Internacional estadounidense (Usaid) invitó en febrero a un puñado de compañías de obras públicas de ese país a firmar los primeros contratos, por valor de 900 millones de dólares.

El Medef realizó sus gestiones ante el gobierno francés al saber que Washington comenzó a otorgar, sin licitación pública, contratos para la reconstrucción de la infraestructura iraquí a compañías estadounidenses, luego de iniciada la guerra el día 20 de este mes.

Las empresas ya elegidas son Kellog Brown and Root, Bechtel, Parson, Washington Group y Louis Berger. Washington informó el miércoles que las firmas extranjeras sólo podrán participar en el proceso de concesión de contratos para la reconstrucción de Iraq subcontratadas por las estadounidenses.

El administrador de Usaid, Andrew Natsios, explicó el miércoles que los contratos son ofrecidos a empresas estadounidenses por razones de seguridad: esas firmas ya cuentan con certificación, y el control de las extranjeras llevaría demasiado tiempo.

”La urgencia de las circunstancias y la necesidad de darle a las empresas información militar delicada determinaron este procedimiento. Los contratos se otorgaron en función de la experiencia de las empresas en este ámbito”, aclaró la portavoz de Usaid, Ellen Yount.

El Medef pretende que el gobierno francés se asegure de que la reconstrucción iraquí se decida en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). ”De esta manera, todo el mundo podrá participar en licitaciones públicas organizadas por la ONU”, declaró.

Según el diario parisino Le Monde, Usaid eligió a las empresas ”por sus relaciones de amistad” con funcionarios del gobierno de George W. Bush. ”Las cinco empresas elegidas aportaron más de dos millones de dólares a la campaña electoral del presidente”, informó el periódico.

Usaid también asignó el contrato para sofocar los incendios en los pozos petroleros iraquíes y recuperar esas instalaciones a la firma Halliburton, de Texas. El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, fue presidente de la firma hasta 2000.

El contrato para la restauración del puerto austral de Umm Qasar también se concedió a una empresa estadounidense.

El semanario Le Canard Enchaine informó que abogados estadounidenses se ofrecieron a representar a las empresas francesas ante el gobierno de Bush.

Los abogados son ”personas conocidas por haberle vendido al Congreso (legislativo estadounidense) los planes de negocios de Bush y estuvieron en París para comunicarse con destacadas empresas francesas”, dijo al semanario un ejecutivo de una firma electrónica.

”Si trabajan con nosotros, las tensiones diplomáticas entre París y Washington no perjudicarán sus negocios en Iraq”, fue el mensaje de los abogados estadounidenses.

Un funcionario del Ministerio de Economía y Finanzas declaró que el gobierno pretende asegurarse de que ”los intereses comerciales legítimos de nuestro país no sean dejados de lado por la coalición estadounidense-británica”.

”El ministerio está estudiando la reconstrucción de Iraq. Estamos considerando todos sus aspectos y estamos seguros de que Francia conseguirá una parte”, agregó.

Los empresarios franceses temen que la postura de Francia contra la guerra les genere pérdidas comerciales y un boicot extraoficial a los productos franceses en Estados Unidos.

Autoridades del ministerio y representantes del Medef se reunirán nuevamente el 3 de abril, explicó Gilles Munier, secretario general de la Asociación de Amistad Francesa-Iraquí.

”Debemos examinar cuán peligrosas pueden ser las posibles alianzas con las empresas estadounidenses en Iraq”, expresó Munier. El resentimiento iraquí contra Estados Unidos y Gran Bretaña será tan grande que sus empresas no podrán trabajar en el país árabe sin sufrir problemas de seguridad, pronosticó.

Muchos empresarios franceses aseguran que las gestiones del Medef no tendrán éxito. ”Ya sabemos que nuestras compañías no conseguirán ningún contrato de obras públicas en Iraq”, dijo Yvon Jacob, líder de la Federación Francesa de Industrias Mecánicas.

Esta opinión es compartida por la petrolera francesa TotalFinaElf, que había negociado varios contratos de negocios con el gobierno de Saddam Hussein. No es probable que un próximo gobierno iraquí instalado por Estados Unidos respete esos contratos, señalaron ejecutivos de la empresa.

”Quienes controlen las rutas petroleras tendrán un peso extraordinario para negociar los contratos petroleros”, aseguró Pierre Terzian, director del periódico Petrostrategies.

”En este sentido, la nueva guerra contra Iraq otorga a la coalición de Estados Unidos y Gran Bretaña una ventaja estratégica en la futura administración del petróleo iraquí”, señaló.

El presidente francés Jacques Chirac no parece demasiado preocupado. ”Aún estamos en la etapa de la demolición”, dijo con respecto a la guerra en una cumbre europea en Bruselas. ”Esperemos y veamos que queda para reconstruir”. (

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