Estados Unidos pretende apoderarse del mercado de trigo iraquí con la excusa de la ayuda alimentaria, afirmaron productores de Australia, que temen la reducción de sus exportaciones del cereal a Iraq, valoradas en 449 millones de dólares por año.
Washington anunció la semana última, cuando lanzó la guerra para expulsar del poder al presidente iraquí Saddam Hussein, que enviará 600.000 toneladas de trigo a Iraq como ayuda alimentaria.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos declaró que enviaría unas 200.000 toneladas iniciales de trigo, de las cuales una parte se canjearía por arroz. Otras 400.000 toneladas serán enviadas según sean necesarias por el Emerson Trust, una reserva de emergencia administrada por el secretario de Agricultura.
El Consejo Australiano del Trigo (AWB), que representa a los productores australianos del cereal, sostiene que no es justo que sus competidores en Estados Unidos, asociados en la organización U.S. Wheat Associates, intenten apoderarse de su porción del mercado durante la guerra.
Lamentablemente, como hemos experimentado en el pasado, la ayuda alimentaria estadounidense se está utilizando para perturbar la normalidad de los mercados comerciales, sostuvo el director gerente de AWB, Andrew Lindberg.
Evidentemente, no tenemos ningún problema con la ayuda alimentaria auténtica. Pero… una vez que se hayan atendido los problemas humanitarios, entonces creemos adecuado que la situación comercial vuelva a la normalidad, agregó Lindberg.
En respuesta, el presidente de U.S. Wheat Associates, Alan Tracy calificó de desafortunadas las críticas a la intención de Estados Unidos de enviar trigo como ayuda alimentaria a Iraq.
No es correcta… esta presunción de que existe codicia comercial ante un problema humanitario y militar mucho más serio que nuestros países están enfrentando juntos, declaró Tracy a la emisora ABC Radio.
Estados Unidos y Gran Bretaña cuentan con más de 300.000 soldados en el Golfo, 1.000 aviones de combate y cinco portaaviones en la guerra en curso en Iraq. Australia ha enviado 2.000 efectivos al conflicto.
Iraq es el mayor mercado de exportación para el trigo australiano, con dos millones de toneladas por año valoradas en 449 millones de dólares.
El cereal es comercializado en el marco de un programa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), renovable cada seis meses, que permite a Iraq vender cantidades limitadas de crudo a cambio de alimentos y otros insumos humanitarios.
El AWB negocia los contratos de exportación del trigo con la Dirección de Granos Iraquí y la autorización es otorgada a través del programa petróleo por alimentos de la ONU. Iraq realiza el pago una vez que se certifica la entrega del producto en el mercado iraquí.
Pero el miércoles 19, un día antes de que comenzaran los bombardeos de sobre Bagdad, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, suspendió el programa petróleo por alimentos y retiró a todo el personal de la organización que permanecía en Iraq.
Los australianos se preguntan si la relación comercial que mantienen con Iraq continuará en caso de que se concrete el cambio de régimen que pretenden Estados Unidos y Gran Bretaña.
El pueblo iraquí valora la calidad del trigo australiano. Trabajamos estrechamente con nuestro gobierno y la ONU para asegurar la protección de nuestro mercado ante toda eventualidad. Esperamos que las garantías que se nos han dado sean respetadas, dijo Michael Long, gerente de desarrollo internacional de AWB.
Prevemos que el programa petróleo por alimentos de la ONU continuará de una manera u otra y que estamos en óptimas condiciones para enviar trigo al pueblo iraquí, agregó Long.
El ministro de Relaciones Exteriores australiano, Alexander Downer, dijo que la AWB fue el mayor proveedor de trigo a Iraq bajo el programa de petróleo por alimentos y que el gobierno intenta asegurar su reanudación, tan pronto como las circunstancias en el país lo permitan.
En julio, Iraq canceló la compra anual de dos millones de toneladas de trigo a Australia debido al fuerte respaldo brindado por Canberra a la amenaza de guerra encabezada por Washington.
El encargado de negocios de Iraq, Saad al-Samarai, acusó al gobierno de John Howard de emplear lenguaje de hierro contra el presidente iraquí Saddam Hussein.
Es un lenguaje de hierro el que recibimos de Australia. Como si Australia tuviera algo contra Iraq. Como si Iraq se preparara para atacar a Australia, declaró a la prensa el año pasado al anunciar la cancelación.
Al-Samarai abandonó Australia el domingo, luego de ser expulsado por el gobierno cuando éste clausuró la misión diplomática iraquí.
Michael Long, del AWB, viajó varias veces a Iraq y asegura que nuestros amigos en Iraq respetan al pueblo de Australia, respetan a los granjeros australianos y respetan al Consejo del Trigo Australiano, pero no respetan la posición del gobierno australiano en la coalición liderada por Estados Unidos.
Long viajó a Iraq en julio cuando se cancelaron las ventas de trigo australiano, y convenció a las autoridades de que la medida haría sufrir a los granjeros y no al gobierno.
Entonces el ministro (de comercio iraquí Mohammed Mahdi Saleh) decidió reinstaurar el comercio, por respeto a los granjeros australianos, sostuvo Long.
Cuando veo en los noticieros cómo caen las bombas sobre Bagdad, me produce una sensación de vacío en el estómago. Algunos de mis amigos iraquíes están sufriendo mucho en este momento, agregó.
Granjeros de Australia occidental amenazaron con demandar al gobierno australiano por millones de dólares en compensación por la pérdida de las exportaciones de trigo a Iraq.
El presidente de la Federación de Granjeros de Australia Occidental, Colin Nichol, dijo que los productores de ese estado australiano saldrán perjudicados, porque ellos producen gran parte del trigo exportado a Iraq. (